lunes, 26 de diciembre de 2016

10K VILLA DE ARANJUEZ - DICIEMBRE 2016 -

Ya de vuelta por el blog amigos!!.

Tras una semana de descanso (necesario) y turismo tras el maratón de Nueva York, donde apenas salimos un par de ratos por Central Park para soltar piernas, luego hemos ido volviendo poco a poco a la rutina de este deporte que tanto nos gusta.

Tras la semana de descanso, cinco semanas nos separaban de volver a ponernos un dorsal, y como toda vuelta a los entrenos, ésta debe hacerse de forma paulatina, tanto en volumen de kms. en las cuatro semanas previas a la semana de Aranjuez (66, 75, 89 y 99), como en el incremento de los días de calidad, así como en la entrada de series y sus ritmos.
Toda vuelta debe realizarse de una manera paulatina, asegurando la asimilación de las nuevas cargas y tratando de evitar con ello otros peligros como lesiones, sobrecargas, etc…

La quinta semana es la de la competición de Aranjuez, y la verdad que, tras el incremento paulatino anteriormente comentado, esa semana descargamos algo de volumen para llegar frescos a la primera competición a la que me enfrentaba tras New York y dentro de ese camino que he iniciado con vistas a Abril, en donde trataré de hacer un Maratón en toda regla, tras los últimos “sinsabores” en cuanto a resultados con esta prueba, mi prueba.

La verdad que las sensaciones durante la semana previa fueron muy buenas, encontrando esas sensaciones que siempre buscas la semana previa a una competición y que no siempre se dan (el ejemplo más claro fue New York), pero sabiendo al mismo tiempo que estamos en eso que los expertos de esto llaman periodo fundamental y que únicamente estamos acondicionando el cuerpo y preparando la puesta a punto para el entrenamiento específico cara al Maratón anteriormente comentado.

Estas semanas en estas fechas, además son peligrosas, no sólo por las fechas marcadas que se avecinan, cenas y comidas con los compañeros de trabajo…, sino también porque llegan de parte del padre de Ester, las primeras “chichas” de la temporada, y obviamente, es necesario y de buena educación realizar una pequeña “cata”.

Si no van con huevos fritos y
vino, no es lo mismo !!!
 
Volviendo a la parte deportiva, esa semana de la carrera se bajó el volumen de kms como comentaba anteriormente, con apenas 70 kms incluyendo la carrera, para llegar con la frescura que antes hablábamos.
Fueron tres rodajes en aeróbico y dos días de calidad - uno de ellos un rodaje de 12 kms a 3:58/km y un 5*(800+400) en 2:35 y 1:13 respectivamente -.
La previa del fin de semana no era la adecuada para afrontar una carrera el domingo… el viernes tenía comida de Navidad con mis compañeros de Área en la empresa, y el sábado comida con los amigos de Alcorcón.
El viernes no logro librar bien el “golpe” y acabo “calentándome” algo más de lo debido el “morro”…, en fin, gajes del oficio…, también hay que divertirse algo, no?? pero el sábado si que soy capaz de dedicarme a comer nada más, jugar la típica partidilla de mus navideña con los amigos de Alcorcón y recogerme a una hora decente para recuperar del golpe del viernes y descansar en buenas condiciones para la carrera del domingo.

Llega el domingo, día de carrera.
La verdad que el 10K Villa de Aranjuez se está convirtiendo en un clásico en mi temporada. Los que me conocéis, ya sabéis que no es una distancia que me guste, es una distancia que jamás he preparado específicamente (algún día tengo que hacerlo a ver que pasa…), pero es cierto también que el 10K de Aranjuez es distinto… siempre es agradable visitar el pueblo de mi gran amigo AupaNacho, con el cual he compartido algún entreno por la zona, y correr este 10K… para mi, el mejor 10K de Madrid, homologado, con un recorrido rápido (salvo el 9º kilómetro) y en el cual se dan cita los principales galgos en la distancia de la Comunidad de Madrid.

A las 10:30 estamos ya en Aranjuez donde tengo tiempo de tomar un café con AupaNacho y familia, Charly y Jaime, que me ha acompañado a Aranjuez y al que una estúpida minirotura fibrilar en el sóleo ha dejado fuera de nuestro 10K preferido.
Al final, a pesar de ir con tiempo, algunos imprevistos con un hermano de Nacho (agradecimiento total por recogernos el dorsal y no tener que ir a por él el día anterior), siembra un poco el nerviosismo…, pero nos quedará tiempo suficiente para hacer un entrenamiento como Dios manda antes de meternos en el cajón de salida.
Para mi sigue siendo un placer poder meterme en el cajón Sub 35 de esta carrera con tanto galgo, el primer cajón de la carrera… pero sabiendo que éste (en teoría) será mi último año en ese cajón, pues fue Diciembre de 2014 cuando bajé de 35’ en la distancia, y el objetivo para hoy, dadas las alturas a las que estamos, no es otro que bajar de 36’, al igual que en 2015, lo cual no me permitirá renovar votos para estar en el primer cajón en 2017, pero eso era lo de menos.

La estrategia de carrera marcada por Óscar era clara… Los dos primeros kms no estar por debajo de 3:30 ni por encima de 3:35 (es decir, evitar mis “salidas bomba”), luego hasta el km.7 correr por puras sensaciones, y a partir de ahí, los últimos 3 kms. sacar todo lo que nos quede en el depósito.
Así lo haremos…

Pistoletazo de salida!!, y tras ajustarse los ritmos en un primer km que siempre se sale bastante rápido, logro ajustarme más o menos en el primer km. (3:29), y cumplo perfectamente en el segundo (3:32). Estos kms. me sirven para darme cuenta de que parece que no hay malas patas para correr hoy, para nada.
Aplico la siguiente estrategia mental que además me ayuda a correr con calma durante toda la carrera, que es la siguiente… Para correr en 36’, tengo que hacer el km. a una media de 3:36, por lo que cada km. voy calculando lo que llevo de ventaja o desventaja para ello, y voy sumando (o restando), así de paso, se me hace más amena la carrera, jejeje… Es decir, km.1, +7 segundos… km.2, +4 segundos, para un total de 11… y así todos los kms. jejeje.
En cuanto pico el km.2, dejo de mirar el reloj, ya he cumplido con el control mandado por el Míster y ahora toca correr por sensaciones… No miraré más que los pasos por los puntos kilométricos y que sea lo que Dios quiera…

Es la parte más bonita de la carrera, tras un par de kms por carreteras y rectas adyacentes, te metes en los Reales Jardines de Aranjuez, un entorno impresionante para correr, rodeado por el rio Tajo y que deja bastantes imágenes bonitas en la retina. Los kms 2 a 4 son por las zonas adyacentes, y 4 a 7,5 por la bonita zona de los Jardines.
Sin mirar el crono más que en los pasos kilométricos, como comentaba, me doy cuenta que la cosa va bien, no paro de adelantar gente a lo largo de estos kms hasta el 7,5, gente que me adelantó en los dos primeros kms. y gente que voy metiendo en el “saco”, lo cual me da más ánimos… Hay corredores que se me intentan agarrar, pero muchos se sueltan, parece que sigo teniendo buen día (no me adelantará nadie a lo largo de toda la carrera). Completo los kms siguientes 5 kms, los que el Míster me mandó correr por sensaciones en los siguientes registros (3:17 - 3:30 – 3:27 – 3:33 – 3:30)
A partir de aquí, toca dar todo lo que quede, la verdad que no se si realmente di algo más o realmente seguí por sensaciones, pues éstas estaban dando para ir rápido (y tampoco es que estuviera dejándome mucho en el depósito).

En el km. 7,5 abandonamos los Jardines y encaramos una larga recta paralela a éstos, donde sigo corriendo por sensaciones, que son buenas, sigo adelantando posiciones, aunque si me incomoda algo de vientecillo de cara que me parece percibir. Pico el km.8 en 3:28.

Viene el km. que menos me gusta de la carrera, la parte final del km.9 es una cuesta arriba, no muy pronunciada pero algo larga, que cuando estás corriendo a esos ritmos, se me ha atragantado un poco en años anteriores.
La parte inicial de este km. seguimos “repartiendo cera” por la recta anteriormente comentada, para aproximadamente en el km.8,5 girar a la derecha, donde Mario y Guille (los hijos de AupaNacho) llaman mi atención para que choque la mano con ellos (la verdad que me hace ilusión que ya me conozcan y se acuerden de animarme a mí también, ya deben saber bien que soy el amigo de su padre que corre también, jeje. La verdad que son dos niños encantadores).
Ejerciendo de “niñero” al otro lado de la calle está Jaime, que me deja esta foto que también me gusta bastante.

Con la que será mi camiseta en 2017 en
distancia de Media Maratón e inferiores
 
Antes de que se me atragante la cuesta, decido poner el piloto automático y no sufrir en ella como otros años… Voy a estar holgadamente por debajo de 36’ y no tengo necesidad de agobiarme… Me adelantará (de momento) el único corredor que me adelantó a lo largo de la carrera.
Llegamos al final de la cuesta para picar el km.9 en 3:36 (el más lento de mi carrera, lógicamente por la cuesta).

Giro a la derecha y ahora viene el último km., el mismo que el km. inicial de la carrera pero ahora en sentido contrario a meta. Hago unos rápidos cálculos y si no estoy fallando en ellos, puedo estar incluso por debajo de 35’, algo que desde luego no me había planteado a estas alturas de la temporada en mi camino a finales de Abril… Decido apretarme en este último km…
Suelto cadenas y le pego todo lo que puedo… el corredor que me adelantó en la cuesta vuelve a ser adelantado… y alguno más… pienso que estoy haciendo una buena serie de 1.000… paso la rotonda de la fuente y afronto los últimos 200 metros… logro divisar el reloj de meta…. “Coño, claro que bajo de 35’…. Coño que estoy casi a tiro de marca personal…, de haberlo sabido antes!!!!”, …Podía sin problemas haber arañado segundos en otros momentos de la carrera… la cuesta del 9 mismamente… (o incluso podía haberlos arañado el viernes dejándome algún vaso en su sitio, jajaja…).
Decido apretar esos 200 metros todo lo que puedo, no pensaba yo que estaba tan cerca de la marca, pero… cruzo la meta en 34’44”, se me escapa mi mejor marca en 10K por un solo segundo (34’43” en 2014), jajajaja. Manda narices!! (último km. en 3:23).

Quien me lo iba a decir unos minutos antes !!!
 
En todo caso, el tiempo me deja muy muy satisfecho, venía a bajar de 36’… y vuelvo a bajar por segunda vez de la barrera de los 35’ en 10K, me quedo a un segundo de mi marca, y sabiendo que de haber calculado mejor, habría caído… pero me da igual, me quedo con las sensaciones de que tanto este 34’44”, como el 34’43”, si sigo trabajando en esta línea, pueden ser historia a lo largo de 2017.

Además, este 34’44” me permitirá estar en Aranjuez de nuevo el año que viene en el primer cajón, algo que, sinceramente, dados los galgos que allí se reúnen, me hace mucha ilusión siempre, pues Aranjuez para mí, es el mejor 10K de Madrid y donde se reúne la mayor calidad en la distancia, y tener el privilegio de salir rodeado de similares bestias por habérmelo ganado en el asfalto… pues oye, algo gusta!!.

Pero mejor aún, esta gran carrera llega en un momento como decía en el sin duda no estamos para nada en mi mejor punto de forma, donde estamos trabajando otras cosas y por tanto es un espaldarazo hacia adelante, algo necesario para mí en un momento ciertamente complicado por diversas cuestiones… pero somos fuertes y saldremos adelante… con las premisas del Míster, trabajo y humildad, que me valdrán para lo deportivo…y por supuesto para el resto.

Una carrera así, no podía tener otro colofón que una buena comida, y es que mi amigo Alberto Canal y familia nos tenía preparado a “Los del Sur” un cocido de esos que quita el sentido… Muchas gracias familia!! No falto de nada. La próxima me encargo yo de ese arroz con bacalao del que varias personas pueden dar fé!!.

La "chicha", a los garbanzos no me dio ni tiempo!! Volaron!!

Aida, Canal, Carol, Dabe, Jaime, Antonio, servidor y Ester !!

Después del 10K de Aranjuez, me pondré aún un último dorsal antes de final de año.
Será en mi tierra, en mi Valladolid natal, en el “Cross de las 12 Uvas” por los caminos del Parque de la Ribera de Castilla, a orillas del río Pisuerga.
Sin duda, en este cross no espero un gran resultado, para nada, será un último capricho para acabar el año, nada más, pues a él llegaré bastante cargado, sin descanso y tras acumular 114 kms justo la semana después de Aranjuez (esta en la que escribo) y 92 esa misma semana del Cross (la próxima).

No importa, estamos en bloque de carga, y estamos pensando en otra cosa, en hacer ese Gran Maratón a finales de Abril… Estoy ansioso por saber cuál será el lugar elegido por los Reyes Magos la noche del 5 de Enero para que corra en Abril… ellos me han pedido que delegue la decisión de ese Maratón en ellos y así será… Os lo contaré en la crónica del Cross… QUE GANAS DE CONOCER EL DESTINO!!!

Nos vemos en dos semanas amigos, y FELICES FIESTAS !!!
 
 

miércoles, 23 de noviembre de 2016

TCS NEW YORK CITY MARATHON 2016

Muy buenas amigos!!!

Con algo de retraso (turismo post maratón, vuelta a la cruda realidad, ponerse al día en el trabajo…), pero ya era de momento de publicar mis impresiones sobre la Maratón de New York… que a este paso… se me va a olvidar todo lo vivido…

… Aunque pensándolo bien, es difícil olvidarse de una experiencia como el Maratón de New York y la propia ciudad de New York. Sencillamente, más allá de otras cuestiones que iré comentando a lo largo de esta “historieta”…, IMPRESIONANTE !!!

Con la idea de tener algo más de adaptación al otro lado del Atlántico, volamos el viernes a mediodía desde Madrid a New York.

A punto de partir en Barajas.
Intento no dormir en el viaje y lo consigo, con el objetivo de aterrizar de tarde en New York y ya aguantar hasta la noche, dormir de noche y de este modo, adaptarme inmediatamente al horario americano de la costa este.
En el viaje, sigo cuidando aspectos cara a la carrera, y viajo con compresión en la totalidad de las piernas, tanto para los muslos, como para las pantorrillas.

Pantorrilleras y musleras al canto. Son muchas horas...
Una vez aterrizados y ajustados al horario tras dormir por la noche, el sábado es momento de soltar piernas, creo que recomendable además tras un viaje así, para adaptarse al medio y por activarse un poco tras la retención de líquidos propia de los vuelos de tantas horas, a pesar de haber utilizado la compresión.
Fueron apenas 4 kms por Central Park (dada la cercanía de nuestro apartamento al parque que, además, es meta del maratón, pues nos alojábamos en la parte baja de Harlem). 4 kms que ya nos hicieron sentir las sensaciones de correr por New York.

 
Posteriormente, a recoger el dorsal. En la recogida del dorsal, uno ya se da cuenta de la excelente organización que rodea al maratón… Ni una sola cola para los 50.000 corredores que tendremos que ir pasando en busca del dorsal… todo perfectamente organizado y distribuido, todo perfectamente señalado, todo para probar y verificar y que nada falle…, puedes probar hasta la talla de la camiseta de recuerdo que aquí sí, te entrega el maratón (ya podría aprender en este sentido alguna otra Major como Berlín, que pide por ella 30 euros)… Los americanos tienen sus cosas, pero organizando son únicos !!

El ansiado momento de recoger el dorsal para la carrera.
El resto del día toca hacer algo de turismo. Dado que yo ya conozco Nueva York, trato de “organizar” algo que no implique andar mucho, de modo que nos movemos por la zona de Times Square hasta el Rockefeller Center, pasando por el Top of the Rock, y la Quinta Avenida (con sus tiendas entre otras cosas, la catedral de S.Patrick's y la torre del futuro “presidente” de los Estados Unidos -quien nos lo iba a decir en ese momento-).

Ese señor de la torre gobernará el mundo... Veremos...
 
Al final, quizás siempre andas algo más de lo debido en estos casos, pero creo que no excesivo en esta ocasión, por lo que no creo que afectase esta parte para la carrera.

A las 20:30 ya estábamos en casa cenando pasta y a las 22:00 en la cama durmiendo. Tenemos la suerte de que el cambio horario se realiza en los Estados Unidos ese fin de semana, por lo que dormiremos una hora más… “a Dios gracias”, porque yo a las 3 de la nueva hora ya estaba despierto y ya no pegue ojo hasta las 4 AM que era la hora programada para levantarse…
Si amigos, en Nueva York, te levantas a las 4 AM para empezar a correr a las 9:50 AM (y eso que éramos de la primera oleada, los más tempraneros en salir…); y es aquí, a esta hora, donde empieza el Maratón de Nueva York, a las 4 AM…

Tenemos que coger el metro en Harlem hasta Times Square, para acercarnos andando hasta la Biblioteca Pública de New York donde nos espera el autobús (que en nuestro caso es a las 05:30 AM) y que nos llevará hasta Staten Island tras atravesar el Puente de Verrazano, donde estaremos ya a las 6 AM. Este peregrinar de un lado a otro, además de demostrar que estás ya realizando otro “maratón” previo al de verdad, al menos permite obtener algunas fotos que de no ser por esas horas y un domingo, difícilmente podrías obtener en “la ciudad que nunca duerme”.

Solo a estas horas puedes hacerte estas
fotos en la 6ª, con Times Square al fondo
y sin coches !!!!

Como "corderitos" al bus, con la Torre Chrysler al fondo

Tras intentar dormir en el autobús (cosa que no consigo), a las 6 AM como comentaba, estamos ya en Staten Island… Dios mío, que vamos a hacer aquí 4 horas!!!
Conocemos en el autobús a un corredor de Palencia (Francisco Masa) que nos acompañará en todo este peregrinar…

Un pucelano, un palentino y un madrileño.

A pesar de las horas, seguimos percibiendo que la Organización es exquisita: controles exhaustivos de acceso, controles de seguridad, baños infinitivos donde no hay colas en ningún momento, indicaciones perfectas hasta tu zona (azul en nuestro caso) y tu cajón (el 1 en nuestro caso).
Nada falta para “sacar adelante” esas 4 horas hasta que se dé la salida…. Agua, café, leche, bebidas energéticas, plátanos, naranjas, bagles, bollos, gorros para el frío…
A pesar de todo, y de que la Organización trata de ponértelo fácil, son 4 horas en las praderas de una base militar de Staten Island… vas al baño, vuelves, te tumbas en el césped, te levantas, estiras un poco, caminas otro rato, vuelves a tumbarte, un café, desayunas (yo me llevé mi propio desayuno por eso de no cambiar nada el día de la carrera…, pero allí se podría haber desayunado perfectamente…), vuelves a ir al baño, estiras otra vez, intentas tirarte otro poco a dormir, vuelves a ir al baño…. Interminable!!!! No llega nunca el momento de la carrera… Menos mal, que en ese momento no hacía demasiado frío…

A eso de las 8:45 nos dirigimos a las furgonetas establecidas por la Organización para dejar nuestras bolsas para desde ahí, unos minutos más tarde, entrar por fin en nuestro cajón…
Aún queda una hora, pero ya hacemos algo “distinto” dentro de este peregrinar… al menos hay sitio para dentro de él, poder trotar un poco, hacer alguna progresión, sentarse otro poco… en fin… no aburrirse (mas) vamos…

Y todo ello, emperifollados como cebollas con sus capas en las 2 camisetas que además de la de competición llevas encima, la chaqueta vieja, el gorro que te han dado, etc… para protegerte del frío desde las 4 AM que te has levantado y de las cuales te vas deshaciendo a medida que llega la hora de la carrera, sube la temperatura y vas cogiendo “grados” por el calentamiento y el avanzar de este “calvario”. Depositas esa ropa en enormes contenedores habilitados por la Organización donde “reciclan” esa ropa para llevar la que este decente a la gente más desfavorecida.

Y diréis… Y con todo esto ¿Dónde está la buena Organización?... Pues si amigos sí, es la mejor Organización que nunca has visto, y sabes que este peregrinar es así cuando vas a correr a New York, y haces lo posible por creer que no afecta, pero yo creo que al final también pesa…, aunque traten de ponértelo más “agradable” cuidando mucho al corredor y todos los detalles que nos rodean.
La razón de todo esto es que New York quiere que su maratón corra por los 5 distritos, y para ello, no queda otro que partir de Staten Island, para desde ahí subir por Brooklyn, Queens, Manhattan, Bronx y acabar de nuevo en Manhattan… Para ello, todos los corredores tenemos que estar encerrados en Staten Island varias horas antes para cortar el puente de Verrazano, prepararlo y dar la salida en hora…
Como decía, tratan de hacértelo más fácil con una Organización exquisita y proveyéndote de todo para que no te falte detalle, pero se hace dura la espera. Este mapa explica mejor lo que comentaba anteriormente.


 
A eso de las 9:30 ya estamos en la que será la puerta de acceso a nuestro cajón de salida (parecemos ganado, jajaja). En unos minutos, controlados al milímetro, se abre esa verja y somos conducidos por la Organización, a través de pasillos creados artificialmente, pero de forma impecable, por los propios autobuses de la Organización que nos han transportado hasta Staten Island.
Me sorprende la situación que nos rodea, vamos todos caminando por ese pasillo con un increíble silencio, como si todos fuéramos conscientes de la carrera que vamos a correr, del momento privilegiado que estamos viviendo,… sensaciones increíbles las que percibes en tu interior y las que ves en las caras de los demás… hay que vivirlo!!!

Ya colocados en el cajón de salida, llega el momento de quitarse la última camiseta, la última braga… últimos rituales y llega la hora de la salida… Aunque saldremos juntos, me doy el último abrazo con Jaime… él y yo sabemos que no ha sido un “camino de rosas” estar ahí…, sobre todo para él… pero lo más importante… ESTAMOS!!!.
Después de 5 horas y 50 minutos desde que empezó nuestra aventura en Harlem… BOOOMMM !!!!, comienza la carrera con un cañonazo, pero… un cañozano de estos que asustan!!!, Y… acto seguido… ya en marcha… comienza a sonar, para recibir tus primeros metros de carrera buscando el puente de Verrazano el “New York, New York” de Frank Sinatra… Sinceramente, y perdonadme si suena soberbio… pero lo que sientes en ese momento al estar allí es que eres el “Rey del Mundo”, jaja.

El único pequeño fallo de la Organización se da en el primer km. Aún estando en el Cajón 1, justo después de los atletas africanos se ha incluido a determinada gente (entiendo que miembros de la organización, de la policía, de los bomberos, etc…) que no tienen los ritmos para estar en dicho cajón, lo cual, unido a que la parte inicial del puente de Verrazano es cuesta arriba, provoca que el primer km. se vaya unos segundos por encima de 4 minutos…
Pronto se estabiliza la situación,  y con el puente ya en sentido favorable, sin obstáculos, y con las increíbles sensaciones de mirar a uno y otro lado del puente y ver dónde estás corriendo, los dos siguientes miles se nos van un poco rápidos… entre 3:30 y 3:40 (Muy rápido cuando nuestro objetivo es estar por debajo de 2H45, lo cual implica 5000’s alrededor de 19:30).
Pasado ese km.3 conseguimos controlar un poco la situación, estabilizarnos y se acaba la parte del puente para entrar en el segundo distrito, Brooklyn.
Todo cambia a nivel de ambiente… el griterío es ensordecedor… la gente se agolpa a ambos lados en varias filas y la animación es sencillamente impresionante.
Finalmente, a pesar de estabilizarnos, pasamos el primer 5.000 algo más rápido de lo previsto, en 19:00.

Seguimos avanzando, disfruto de muy buenas sensaciones por las calles de Brooklyn, estoy disfrutando una barbaridad, choco las manos con los niños, voy realmente bien. Empiezan a aparecer los sube y bajas, pero entre tanto público y las sensaciones, éstos no se notan… Voy en este momento como la seda… para picar el segundo 5.000 cercano a donde debemos, en 19:19 (38:19).

Sigo muy fresco, con muy buenas sensaciones…, las batukadas acompañan la carrera por esta zona… no hay nada que me ponga más como un “puma” en un maratón que escuchar batucadas…, voy tan a gusto que incluso a su paso por ellas, me permito agitar los brazos al son de las mismas… No importan los continuos sube y bajas, no importa el aire de cara que tenemos dirección sur cuando nosotros correremos dirección norte hasta el km. 32… De momento las rachas de hasta 30-40  kms/h en algún momento no nos afectan… Estamos fuertes, la animación, las batucadas… Que lujo venir a correr aquí…
Si que noto en los dos últimos kms de este 5.000 que parece que a Jaime le cuesta mantener en algún momento los ritmos, pero a pesar de ello, pasamos de nuevo el 5.000 en 19:16 (57:35 en total).

Cuando un tío está bien, se nota en las fotos...
 
Vamos a por otro split… Los sube y bajas continúan… No son grandes cuestas, pero es continuo subir y bajar… En esta ocasión parece que vamos por una zona algo más protegida del aire, con calles un pelín más estrechas, por la zona donde reside la “curiosa” comunidad judía ortodoxa… Su aspecto ya conocido, llama mi atención… cuando uno está bien, se fija en todo… Aquí sí recuerdo dentro de esos sube y bajas uno de ellos de mayor calado, con un montón de animación y gente agolpándose a los lados y estrechando el paso… parece el Tour!!!… sigo fino, trato de mantener el ritmo… y lo consigo, pero rápidamente veo que Jaime ya no va tan pegado…
Metros más adelante, hacia el km. 19, llega un momento que no quería:

-          Vete Álvaro… Tengo las piernas como piedras.
-          No me jodas tío, ¿Qué dices?...
-          Vete de verdad, haz tu carrera, no voy, hace un rato que me está costando… las piernas están duras.
-          De verdad que son piernas, ¿no hay nada más de salud?
-          Todo bien. Tira tú. Haz lo tuyo…
-          OK. Prométeme que vas a intentar meterte por debajo de 3 horas…
 
Me voy con cierta nostalgia y un pelín de preocupación, pero confío en la palabra de Jaime y me tranquiliza el hecho de haberme fijado en que en New York, cada milla, no solo hay avituallamiento, sino que hay un puesto médico… No tengo que contar más al respecto que Jaime no haya contado…
Paso el km.20 marcando el 5.000 en 19:28 (1H17’03”), por primera vez al ritmo al que debería haber marcado todos los parciales anteriores y que resultaba suficiente para conseguir mi propósito inicial de 2H45.
Aunque me he excedido ligeramente en ritmo en los tres 5.000’s anteriores, he permanecido siempre dentro de umbrales, por lo que tampoco debería afectar mucho esos segundos de “exceso” en los primeros 5.000’s.
 
Salimos de Brooklyn y nos encaminamos hacia el paso por la Media Maratón, la cual se ubica en un puente que marca el paso del distrito de Brooklyn al distrito de Queens (tercero de los cinco distritos). El puente es un auténtico muro, es largo y tiene una gran pendiente, pero aún me siento con fuerza y afronto el puente con garra y soltura para un paso por la Media Maratón en 1H21’11”.
 
La foto no engaña con el sentido del puente.
Hay fuerza de momento.
 
El aire parece que quiere soplar algo más en este 5.000. Tras dos kms rodando con el aire apretando, llega el momento donde cometo un error garrafal, impropio y reprochable a un corredor de mi experiencia… y más yendo avisado y por dos vías distintas….
Afrontamos el puente de Queensboro, el puente que te saca de Queens y te mete en el primero de los intervalos por Manhattan (cuarto de los cinco distritos)… Como ya me había avisado mi buen amigo Saúl García, corredor de altísimo nivel de Leganés… “cuidado con el puente de Queensboro, es un puente eterno, además de un muro… y a partir de ahí te cambia totalmente la carrera…”.
Totalmente cierto, el puente es eterno, es un puñetero muro y seguimos con las ráfagas de aire de cara… Cometo el imperdonable error de tratar de mantener ritmos, llevando mi corazón a pulsos por encima de 168 ppm en algún momento… (“Álvaro, ten muy en cuenta para New York, que si pasas de 163-164 ppm antes del km. 35, estás muerto…” – por supuesto, el Míster, Óscar).
Al final del puente está el km. 25, para picar este 5.000 en lo previsto y más aún con el terreno que he afrontado y en las condiciones afrontadas. Lo marco en 19:32 (1H36’35”). He cumplido en una parte durísima, pero he producido una herida que será “letal” para mí a partir del km. 30.


La pinta en todo caso aún no es mala,
pero llevo el daño hecho...aunque aún
no lo perciba...
 
 
 
Ya os he comentado el aviso del Míster, y sin embargo, he marcado este 5.000, el que va del 20 al 25, a un pulso medio de 167 ppm… He pasado durante varios minutos (bastante más de 3 ó 4 minutos, que hubiera sido lo “admisible”) mi umbral aeróbico y he hecho un agujero importante en mis reservas para el resto de la carrera… Es decir, al estar más de 3-4 minutos por encima de ese umbral, hablando para que nos entendamos, he quemado “gasolina” que voy a necesitar más adelante… y eso en un maratón… es muy “peligroso”…
 
En fin… sigamos con la carrera. Nada más pasar el puente de Queensboro, tienes unos metros favorables hasta que finalmente enfocas “The 1st Avenue”. Nada más empezar la misma recibo los ánimos del Ester y unos metros más adelante de sus amigas, que me dejan esta foto que me encanta…
 

 
Enfocas esta primera avenida desde la 59 hasta la 125, donde saldremos al Bronx… Es mejor no mirar la calle que vas dejando atrás al paso por cada manzana de la 1ª Avenida, puede cargarte psicológicamente (la 65, la 69,… la 82…), aunque si empieza a cargarme cuando miro hacia adelante la tendencia de la Avenida… obviamente estás subiendo Manhattan y parece que ese ligera, pero larga cuestecilla… no va a acabar nunca… Empieza a pesar… señal inequívoca de que a pesar del terreno, el daño causado en el anterior 5.000 empieza a manifestarse.
A pesar de todo, soy capaz de mantenerme más o menos en los ritmos queridos para el objetivo, pasando en el km.30 el 5.000 en 19:39, unos segundos por encima de lo debido, pero dentro de lo válido aún, para un total de 1H56’14” y una previsión aún de 2H43’ al final de la carrera.
 
Pero yo noto que no voy para nada fresco, me acuerdo de la frase de Jaime en el 19, pues empiezo a tener también las piernas “duras”… Intento mantener ritmos, pero los kms. 31 y 32 ya se me van algunos segundos por encima de 4’/km…. y llegamos al puente que lleva de Manhattan al Bronx (quinto de los cinco distritos), el cual, más corto, es un nuevo muro que terminará de ponerme en mi sitio… todavía afronto el Bronx con cierta dignidad, en ese intento por salvar el 2H45, pero tras pasar el nuevo muro/puente de vuelta a Manhattan y cruzar el 35, el 5.000 ya se ha ido claramente del 19:30 de referencia para los mismos… (21:22 para un total de 1H17’36”).
 
Me digo a mi mismo, que es momento ahora de no pensar en marcas porque puede ser peor, pienso que ahora el aire será favorable hasta meta y el terreno debería ser favorable también, por lo que debería ir más cómodo y por lo tanto, debo dejarme llevar ya, que seguro que recupero buenas sensaciones y lo que tenga que salir, saldrá…
Pues bien, nada más lejos de la realidad… llevo la herida hecha por ese 5.000 a 167 ppm, como ya hemos comentado, pero es que el terreno, en nuestro camino por la Quinta Avenida hasta Central Park, es todo lo contrario a lo deseado….
Por la zona de Harlem seguimos afrontando sube y bajas, pero es que unos dos kms. antes de la entrada a Central Park, la Quinta Avenida es totalmente cuesta arriba… ¡No contaba con esto!... Dos kms de cuesta arriba interminable… donde no queda otra que poner el piloto automático, sacarlo adelante como se pueda y ya en Central Park será otra cosa…
Veo las mayores “petadas” de gente que he visto desde Roma 2014, unos me pasan, paso a otros, pero la verdad es que todos más o menos hacemos lo que podemos, unos mejor que otros…
 
La larga cuesta de la 5ª nos sacó las bielas a todos...
 También se aprecia en las fotos cuando no estás "fino".
 
En este punto debería haberme tomado el último gel, pero llevo tal sensación de dolor de piernas, tal sensación de haberme gastado toda la gasolina que la cabeza me pide que no lo tome… no le apetece, pero debería haber sido fuerte e ir contra mi cabeza y habérmelo tomado, pues me hubiera venido seguramente bien…
 
Hacia el 38,5 abandonamos el calvario de cuesta de la Quinta Avenida para meternos en Central Park…
Respecto a Central Park… he hecho caso omiso los días previos a las lecturas de Jaime en diferentes blogs al respecto, y que hablaban de “Las colinas de Central Park”… La verdad que de mi visita en 2011 no recordaba para nada “colinas” ni cuestas por Central Park…
Está claro que cuando uno lo visitó con 103 kgs. y poca actividad deportiva, lo que menos se fijó es en cómo sería una posible “trotada” por allí…
Giramos a la derecha desde la 5ª Avenida y entramos en Central Park. Después del calvario de subida por la 5ª Avenida, creo que ahora va a ser más sencillo por el parque… De nuevo, nada más lejos de la realidad!! Ahora, ya tarde, sí que me doy cuenta de lo que me decía Jaime… efectivamente nos encontramos ante “las colinas de Central Park”, más de lo mismo, continuos sube y bajas que hacen que no pueda recuperar buenas sensaciones tras todo lo comentado hasta este momento. Trato de poner un modo piloto automático con el cual cumplir estos dos kms por el parque… Al paso por el km. 40 recibo los ánimos de Mari, la mujer de Nico, que me deja estas fotos… Los tiempos se han ido por completo, marco el 5.000 en 22’51 (2H40’27”).
 
Un "buchito"... Necesario a tope !!
 
Ya mejor Mary, a ver si acabamos esto...

Hacia el 40,5 abandonas Central Park para volver a subir por la calle que te lleva desde la 5ª a la 7ª Avenida, creo que es la 59… Otra buena cuesta… Esta si la teníamos en la retina de nuestro paseíto por New York el día anterior… Voy bastante fundido, pero no me adelanta nadie, es más, so yo el que sobrepaso a 3 ó 4 corredores.
Tras este km. en cuesta, llega un nuevo giro de derechas y entramos de nuevo a Central Park para completar los últimos 700 metros…
Ahora ya sí, me relajo, me olvido ya de toda la concentración y vicisitudes de la carrera, disfruto a tope esos metros… pienso en el privilegio que es poder dar esas zancadas en este maratón… te das cuenta que merece la pena todos los madrugones y kilómetros que haces por conseguir estos momentos que proporcionan unas sensaciones únicas…

Soy consciente que se me ha olvidado el chupete, ya sabéis que ésta iba por mi sobrino recién nacido Víctor… al cual, sin duda, me hubiera gustado dedicarle una mejor marca que la finalmente conseguida, me hubiera gustado dedicarle ese 2H45, pero no pudo ser, y tampoco lo del chupete… que desastre!!, pero bueno, lo suplí entrando en meta chupándome el dedo en honor a él… Le reservaré una mejor carrera, me la dejo pendiente…
 
La foto no es muy buena sobrino,
pero de mayor la entenderás...
Te debo una buena carrera en todo caso !!
 
Al final, 2H50’14”. Es cierto que no es el tiempo deseado, pero también es cierto que en mi segunda Major, a pesar de no hacer un 2H43’ como en Berlín, he acabado mejor clasificado que en Alemania, metiéndome en la posición 3XX de casi 50.000 corredores (En Berlín fui el 400), algo que también habla de la dureza de la carrera… Me hierve la sangre por dentro cuando veo donde me hubiera puesto en un sitio como New York si hubiera hecho un 2H44’ – 2H45’, tal como buscaba... 

Sea como fuere, desde el punto de vista deportivo, el resultado como ya sabéis no es el deseado.
Pero uno tiene que sacar también las lecturas positivas de carreras de este tipo, como el hecho de haberse clasificado por marca sin tener que esperar sorteos, tener el privilegio de correr esta carrera, de acabar en una buena posición y de sumar mi Segunda Major y 21ª Maratón. Sin duda, se añade al currículum un evento deportivo único a nivel mundial.
 
También es cierto que se dan circunstancias que hacen que la carrera no sea la idónea al final para buscar un resultado ambicioso…, te pegas 9 horas en un avión, cambio horario y Jet Lag, y la propia logística del maratón hace que ellos mismos te “endurezcan” la carrera antes de correr… (el madrugón, las 4 horas en la pradera esperando….). A ello añadimos el aire de cara durante 30 kms más un circuito para nada esperado en cuanto a dureza por sus sube y baja continuos y las cuestas finales… pues provoca que finalmente, la sensación que me quede es que me he enfrentado al Mejor Maratón del Mundo desde el punto de vista de organización, ambiente y entorno; pero también que es el más duro de los 21 que he corrido hasta ahora…
 
Como sabéis de otras veces, no soy conformista, y todo ello no es excusa para ser autocrítico y tomar nota de varios cuestiones que sin duda tienen que mejorarse cara a futuro.

-         No puedo cometer un error en carrera como el cometido en el parcial del 20 al 25. Demasiado pronto para entrar en anaeróbico y por tanto, me cargué las reservas para la parte final de la carrera.
Un corredor de mi experiencia tiene que ser consciente que lo que procedía por la orografía y circunstancias del momento, era levantar el pie, bajar pulso y perder unos segundos en ese 5.000 que me hubieran permitido al final ganar minutos en meta. Cuando el Míster me pidió los pulsos por 5.000’s, él ya sabía perfectamente, sin yo decirle nada… donde había errado en carrera.
Es la vez que más cabreado (y con razón) he visto al Míster conmigo, pues es tirar en unos minutos muchas semanas de trabajo juntos. Y es que como él dice, con estos errores, pocos kms más adelante te conviertes en “un cadáver corriendo hasta meta”. 

-         Debo cuidar la hidratación en carrera. Llegué bien hidratado los días anteriores, y en carrera bebí cada dos millas (3,3 kms), pero llegué con mucha necesidad de líquido al final de la carrera, no sé si es consecuencia del error comentado anteriormente, de la dureza acumulada de este maratón o de qué, pero lo cierto es que los últimos tres avituallamientos necesite beber isotónico al principio del avituallamiento y agua al final..., además de perder muchas sales, acabé la carrera con la cara con más sal que nunca.
 
-         He cometido un error general de preparación únicamente achacable a mí y no a mi entrenador. Prolongué excesivamente la temporada previa al verano antes de realizar el obligado y necesario descanso de 16 días para que mi cuerpo regenerase. Tuve buenos resultados, pero ha tenido afectación.
Ello provocó que después del descanso, empezáramos con directamente las 14 semanas de preparación para New York, tiempo que después de 16 días de parón, se antoja justo para volver a “entonar” el cuerpo y ponerlo en perfecto estado de forma para el maratón. Algo que me fue advertido debidamente por Óscar.
A ello he de añadir que con una preparación tan prieta, sumé el cometer el error de correr el Maratón de Burgos. Normalmente me ha sentado siempre bien un maratón más tranquilo cuatro semanas antes del maratón objetivo, pero en esta ocasión, está claro que no…
Tras el maratón de Burgos no asimilé bien las cargas, de hecho comenzaron mis problemas musculares con el glúteo, el isquio y la descompensación en la cadera por un descuido de las abdominales… Llegué demasiado justo al tapering, donde se baja volumen pero se mete calidad… y la calidad entró, pero como estaba cansado por ir tan ajusto (repito, por mi culpa), no asimilé, no fui capaz de absorber el entrenamiento y conseguir una súper compensación que siempre esperé pero nunca llegó.

-         Relacionado con el primero de los puntos críticos, debo analizar que está sucediendo en carrera. Me explico. He mejorado claramente en distancias hasta la Media Maratón, los resultados lo avalan, pero siempre manejé muy bien la cabeza y la estrategia en la distancia reina, el Maratón.
Se da la paradoja que ahora mismo estoy mejor preparado que nunca, llego a los maratones con unas preparaciones, unos entrenamientos y unos test previos (sean en forma de carrera o no), muy buenos, y sin embargo, estoy fallando a pesar de ello…
En mis dos intentos de tirar el 2:38 me fui a 2H43 en Berlín y 2H42 Sevilla, y esta vez, en mi intento de hacer 2H45 en un durísimo maratón como New York, me he ido a 2H50.
Toca revisar que he cambiado en carrera para no conseguir los objetivos (ansiedad, presión, psicología de carrera???) y tratar de lograrlos con tranquilidad, pues estoy mejor preparado para ello que nunca.
 
El análisis inicial de estos puntos de mejora ha llevado de inicio a la toma de decisiones de una manera inmediata.
En Abril trataré de hacer un gran maratón, para el cual me voy a preparar a conciencia (en breve decidiré destino), y en esta ocasión, le cedo totalmente los mandos a Óscar, por completo.
Él siempre planifica todos los entrenos en torno a un objetivo final, pero siempre le voy “colando” mini objetivos en forma de carreras, lo cual implica que siempre en las preparaciones, en algún momento siempre le trastoque algo.
En esta ocasión, cara a Abril, él no va a poner sólo los entrenamientos y competiciones a realizar, sino que respecto a esto último, él va a decidir todas y cada una de las mismas, no va a haber interferencias con alguna que le “quiera” colar por mi parte… Le cedo el mando por completo, como él dice “déjame por una vez que me equivoque yo en todo”.
 
Ello implica la decisión de no correr este año mi carrera preferida, el Maratón de Sevilla en Febrero. No me volveré a enfrentar a la distancia mítica hasta finales de Abril, vamos a evitar desgastes mayores y así además, seguro que llego con más hambre de maratón el día de la verdad. Debo volver a demostrarme que sigo siendo el especialista que fui en la distancia.
Por tanto, todo desde el día de hoy, está orientado a hacer un gran maratón a finales de Abril, para lo cual, el Míster ha establecido el siguiente calendario de carreras.
 

 
En fin amigos, esto fue todo lo relacionado con el Maratón de New York, sin duda, una experiencia única digna de no olvidar y guardar en la retina. Una experiencia que a pesar de todo, me ha puesto aún más de manifiesto lo importante que es correr para mi y la estabilidad que me da tanto a nivel físico, como a nivel mental; con las ventajas que ello tiene para mi en el día a día personal y laboral... Seguro que sin ello, lo poco que hago bien, sería aún menos... Vamos, que mientras la salud lo permita... no pienso dejarme por el camino ni un solo kilómetro, jeje!!

Luego vino una semana entera de turismo, diversión, risas y por supuesto, alguna que otra compra, pero no os voy a aburrir con eso…

Si os dejo por supuesto, para cerrar la entrada, la gran protagonista de esta historia y lo que fuimos a conquistar a New York… la medalla…(bueno, y la hamburguesa con la que recuperamos de la carrera haciendo patria “pucelana” a la que espero volver algún día no muy lejano…).

Ya estás en casa !!!
Jackson Hole, Impresionante!! Quedaros con el nombre del sitio.
 
Siempre... VALLADOLID !!!!

 
Nos vemos en Aranjuez amigos… el 18 de Diciembre, en poco más de tres semanas estoy de nuevo dando guerra por aquí !!!.