domingo, 11 de diciembre de 2022

MARATÓN DE FLORENCIA'22 - Un pasito adelante

 

Muy buenas amigos!!

3 años después, vamos a ver si somos capaces de retomar algo el blog, al menos con las maratones, para compartir mis experiencias con todo aquel que quiera seguirlo y, sobre todo, para que el día que tengamos que dejar esto, esperemos que muyyyyyy tarde, me quede aquí un recuerdo donde refrescar releyendo lo disfrutado.

En todo este tiempo, todos sabemos lo sucedido… una pandemia que nos dejó bastante tiempo sin entrenar, además de casi año y medio sin competir… y experiencias maratonianas una vez retomada la actividad, que no han estado a la altura de lo deseado.

Por enganchar con la última maratón completada antes de la pandemia (Atenas 2019), saco dos titulares de las que he corrido post-pandemia antes de este Maratón de Florencia.


-   Maratón de Madrid 2021 (30ª Maratón – 2H52’52”). Todo iba bien hasta el km.25-26, donde un tirón en el gemelo hizo levantar el pie. Conseguimos sacar algo digno en Madrid, pero otra vez el “fantasma” de que nunca puede salir bien en los últimos tiempos.

-    Maratón de Sevilla 2022 (31ª Maratón – 2H52’54”). Maratón exhaustivamente preparado, pero sin fuerza ni gasolina a partir del 28. Circuito para correr fuerte y prácticamente misma marca que en Madrid con perfil mucho más duro. Cierta frustración.

-    Maratón de Madrid 2022 (32ª Maratón – 2H53’32”). Maratón para empezar “desde abajo” otra vez, recuperando confianza. Salí a disfrutar y no ir al límite en ningún momento, con el único objetico de ir recuperando la confianza en la distancia. Mucho menos esfuerzo que en las dos anteriores y prácticamente misma marca. Primer objetivo cumplido.

 

Con estos antecedentes y, tras una preparación con apenas competiciones (un par de Medias Maratones), nos plantamos en Florencia, donde nos trajimos para casa mi maratón número 33.


Florencia es obvio que no es una ciudad solo para ir a correr (sería un error plantearlo así) y ya desde Madrid, aun dentro de un grupo numeroso; Victillor, Mangli y su mujer Olga, vamos con una ruta turística muy preparada por Olga para viernes y sábado que… quizás no sea lo ideal para antes de un maratón, pero había que hacerla, por supuesto.

Resultado… el viernes 29.000 pasos y el sábado 24.000 (463 escaleras de subida a la Cúpula del Duomo incluida) y alguna foto de la ciudad más que interesante 😊.







Y por supuesto, la habitual recogida de dorsal.



Al menos, sí que tanto la noche del viernes al sábado, como la del sábado al domingo, se durmió muy bien, lo que unido a que el viernes, a pesar del turismo, estábamos a las 20 en casa con las piernas en alto, hizo que se llegara más o menos entero a la línea de salida.

 

Y cenando el bocata más típico de Florencia, "All'AnticoVinaio"

Con este escenario, nos plantamos el domingo en la línea de salida en la Plaza del Duomo.

En un sitio difícilmente igualable

Victillor y yo entramos en el Cajón 1 que nos coloca en un sitio privilegiado. Miras a la izquierda y tienes a 5 metros el Baptisterio con las puertas del Paraiso. Miras a la derecha, la fachada del Duomo… pocas salidas recuerdo así.

La mañana pinta bien para correr. Buena temperatura y en ese momento, apenas aire. Víctor y yo comentamos de salir cada uno a lo nuestro y ya veremos la carrera qué dice.

En mi caso, como ya he anticipado antes, el objetivo es ir recuperando sensaciones, paso a paso, para volver a las marcas que creo aun tengo en las piernas. Primer pasito fue Madrid’22; segundo pasito es Florencia. Mi objetivo es muy claro, salir a 4:00/km y ver hasta dónde me llevan las piernas.

Así arrancamos, primeros 5 kms por la ciudad y protegido por las calles y por los grupos, se van formando grupettos, pero ahí nos vamos sujetando, todo normal, piernas pelín duras, pero los ratios del Garmin son buenos.

Ahí el maratón sale, en la zona de los kms. 5 al 15 por un parque-bosque bastante chulo, paralelo al río Arno, donde ya conseguimos “montar” un grupo de 6 corredores (dos franceses, dos italianos, un inglés y un servidor). El ritmo es claramente el que quiero, a 4:00/km, ritmo que se va clavando prácticamente km. tras km. En el grupo, como en todos, unos tiran y otros menos. El rol de tirar y marcar lo asumimos los dos franceses y yo, pero no importa, porque mientras haya alguno que colabore, el ritmo sale sin desgartarse solo uno. La verdad, que los franceses es un espectáculo en este momento, reloj suizo y con mucha soltura.


El siguiente tramo, del 15 al 25, digamos que es la parte de vuelta a la ciudad por el otro lado de río, para adentrarte en Florencia en este caso por la zona del Puente de la Victoria, Palacio Pitti, Ponte Vecchio, Santa Croce, para volver al final de este tramo a salir un poco de Florencia por el otro lado de la ciudad. Es un tramo donde disfruto de buenas sensaciones. A partir del km.12-14 las piernas dejaron de estar “pelín duras” y todo soltó, manteniéndose los ratios en buenos registros. Seguimos en el grupo formado y, en la zona del Palacio Pitti al Ponte Vecchio, levanto un poco el pie porque se nos están yendo los ritmos como 10-15” más rápido de lo marcado y no es el objetivo arriesgar en este momento, hay que seguir el plan.

Gran momento este del paso por el Ponte Vecchio con posterior paso por debajo de la Galeria Uffizi saliendo hacia el otro lado de Florencia.

Paso de la Media en 1H24’17” y, como decía, llegamos por tanto al km.25 con muy buenas sensaciones.




La siguiente parte del maratón, la identificaría con los kms 25 a 33. Dentro de una maratón que merece mucho la pena en todos los sentidos, es quizás la parte más “pestosa” de la carrera, que te lleva paralelo a las vías del tren, por la zona de Campo di Marte, hasta llegar al estadio de la Fiorentina (Artemio Franchi), darle una vuelta y otra posterior dentro de un estadio de atletismo anexo al estadio.

En este tramo, el grupo se rompe. Hacia el km.27 los dos italianos y el inglés se caen y me quedo con los dos franceses. Seguimos manteniendo ritmo y sensaciones y así llegamos al 30, al estadio de “La Fiore” y a esa vuelta (¡¡me lo expliquen!!) a la pista de atletismo, tras la cual, cercano al 32… el trío restante también nos vamos a romper.

Veo que ambos franceses se miran (creo que eran hermanos) y uno de ellos, dice que “no” con la cabeza, no va. El otro, en ese km.32, decide meter un “punto” más. Mis ratios siguen siendo muy buenos, mis sensaciones también y las piernas aparentemente daban para salir con él; pero el cierto temor y miedos de los últimos maratones, también están ahí.

Decido por tanto seguir ya en solitario algo con los ritmos planteados, pelín más conservador que el primero de los franceses, y metiendo una ligerísima progresión, como delata el paso posterior del parcial en el km.35, que sale a 3:55 el 5000.


Ya en solitario

Parcial del 30 al 35, en clara progresión
 

He llegado a este punto bien y ni la cabeza ni las piernas, a ritmos superiores a las últimas veces, se han caído de momento, por lo que seguimos adelante.

La parte final de la carrera, es sencillamente un espectáculo por el centro de Florencia (Paso por el Duomo y varias de sus calles adyacentes, la Academia…) y si encima has llegado bien, unido a la animación en el centro de la ciudad, pues todo hizo que siguiera sobre ruedas.



No alcanzaré al francés con el que no quise arriesgar más, pero si que llego fuerte al final, adelantando gente que va cayendo de ritmos más rápidos y corriendo a buenos ritmos. En el km.39 al 40 el isquio izquierdo quiere subirse, lo que hace que tenga que parar 15-20 segundos a estirar, pero después de ello, puedo recuperar ritmos. Este 5000 hasta el 40, a pesar de ello, también lo paso un par de segundos/km por debajo de 4:00.


35K a 40K. Seguimos más rápido que hasta el 30K, corriendo por dejado de 4.

Recuperado del sustillo, los 2.195 últimos metros son aún más espectáculo, paso por Palaccio Vecchio, por debajo de la Galería Uffizi, plaza Signoría para volver a entrar en la meta de la Plaza del Duomo, en 2H48’07”, corriendo por fin, mucho tiempo después (desde Tokyo 2019), un maratón por debajo de 4:00/km (a 3:59/km exactamente) y con unas sensaciones muy buenas, recuperando cierta confianza en la distancia.




Carrera tal cual habíamos planeado, saliendo a 4:00/km y, a partir del 30, pudiendo además apretar, para poder correr los últimos 12K en parciales inferiores a ese ritmo. Segunda media más rápida que la primera (1H24'17" + 1H23'50"), objetivo de este maratón perfectamente cubierto.


La carrera en números.

¿Podríamos haber apretado un poquito más? Quizás, nunca sabremos si habría ido bien o lo hubiera notado en rendimiento, pero no era el objetivo. El objetivo marcado estaba cumplido y hemos dado un pasito más en volver en la distancia donde queremos; ya veremos qué pasa en 2023.

A día de hoy, las citas en la distancia para ese 2023 son Barcelona (19 de marzo) y Berlín (24 de septiembre).

Barcelona quizás llega un poquito cerca de Florencia, pero tenía ganas de correrla y ya veremos en que sentido la corremos.

Berlín, es una de mis talismanes, seguramente mi maratón preferida y habrá que prepararse algo chulo, habrá que intentar dar otro pasito de vuelta al pasado y exigirse un poquito más que en Florencia. Veremos de aquí a ese momento.

Por lo demás, poco más que añadir, post con unas cervezas para celebrarlo, como merecen estos eventos, pasada por Pisa el lunes post maratón y vuelta posterior a la rutina.






Os iré contando, como muy tarde en Barcelona!!