miércoles, 23 de noviembre de 2016

TCS NEW YORK CITY MARATHON 2016

Muy buenas amigos!!!

Con algo de retraso (turismo post maratón, vuelta a la cruda realidad, ponerse al día en el trabajo…), pero ya era de momento de publicar mis impresiones sobre la Maratón de New York… que a este paso… se me va a olvidar todo lo vivido…

… Aunque pensándolo bien, es difícil olvidarse de una experiencia como el Maratón de New York y la propia ciudad de New York. Sencillamente, más allá de otras cuestiones que iré comentando a lo largo de esta “historieta”…, IMPRESIONANTE !!!

Con la idea de tener algo más de adaptación al otro lado del Atlántico, volamos el viernes a mediodía desde Madrid a New York.

A punto de partir en Barajas.
Intento no dormir en el viaje y lo consigo, con el objetivo de aterrizar de tarde en New York y ya aguantar hasta la noche, dormir de noche y de este modo, adaptarme inmediatamente al horario americano de la costa este.
En el viaje, sigo cuidando aspectos cara a la carrera, y viajo con compresión en la totalidad de las piernas, tanto para los muslos, como para las pantorrillas.

Pantorrilleras y musleras al canto. Son muchas horas...
Una vez aterrizados y ajustados al horario tras dormir por la noche, el sábado es momento de soltar piernas, creo que recomendable además tras un viaje así, para adaptarse al medio y por activarse un poco tras la retención de líquidos propia de los vuelos de tantas horas, a pesar de haber utilizado la compresión.
Fueron apenas 4 kms por Central Park (dada la cercanía de nuestro apartamento al parque que, además, es meta del maratón, pues nos alojábamos en la parte baja de Harlem). 4 kms que ya nos hicieron sentir las sensaciones de correr por New York.

 
Posteriormente, a recoger el dorsal. En la recogida del dorsal, uno ya se da cuenta de la excelente organización que rodea al maratón… Ni una sola cola para los 50.000 corredores que tendremos que ir pasando en busca del dorsal… todo perfectamente organizado y distribuido, todo perfectamente señalado, todo para probar y verificar y que nada falle…, puedes probar hasta la talla de la camiseta de recuerdo que aquí sí, te entrega el maratón (ya podría aprender en este sentido alguna otra Major como Berlín, que pide por ella 30 euros)… Los americanos tienen sus cosas, pero organizando son únicos !!

El ansiado momento de recoger el dorsal para la carrera.
El resto del día toca hacer algo de turismo. Dado que yo ya conozco Nueva York, trato de “organizar” algo que no implique andar mucho, de modo que nos movemos por la zona de Times Square hasta el Rockefeller Center, pasando por el Top of the Rock, y la Quinta Avenida (con sus tiendas entre otras cosas, la catedral de S.Patrick's y la torre del futuro “presidente” de los Estados Unidos -quien nos lo iba a decir en ese momento-).

Ese señor de la torre gobernará el mundo... Veremos...
 
Al final, quizás siempre andas algo más de lo debido en estos casos, pero creo que no excesivo en esta ocasión, por lo que no creo que afectase esta parte para la carrera.

A las 20:30 ya estábamos en casa cenando pasta y a las 22:00 en la cama durmiendo. Tenemos la suerte de que el cambio horario se realiza en los Estados Unidos ese fin de semana, por lo que dormiremos una hora más… “a Dios gracias”, porque yo a las 3 de la nueva hora ya estaba despierto y ya no pegue ojo hasta las 4 AM que era la hora programada para levantarse…
Si amigos, en Nueva York, te levantas a las 4 AM para empezar a correr a las 9:50 AM (y eso que éramos de la primera oleada, los más tempraneros en salir…); y es aquí, a esta hora, donde empieza el Maratón de Nueva York, a las 4 AM…

Tenemos que coger el metro en Harlem hasta Times Square, para acercarnos andando hasta la Biblioteca Pública de New York donde nos espera el autobús (que en nuestro caso es a las 05:30 AM) y que nos llevará hasta Staten Island tras atravesar el Puente de Verrazano, donde estaremos ya a las 6 AM. Este peregrinar de un lado a otro, además de demostrar que estás ya realizando otro “maratón” previo al de verdad, al menos permite obtener algunas fotos que de no ser por esas horas y un domingo, difícilmente podrías obtener en “la ciudad que nunca duerme”.

Solo a estas horas puedes hacerte estas
fotos en la 6ª, con Times Square al fondo
y sin coches !!!!

Como "corderitos" al bus, con la Torre Chrysler al fondo

Tras intentar dormir en el autobús (cosa que no consigo), a las 6 AM como comentaba, estamos ya en Staten Island… Dios mío, que vamos a hacer aquí 4 horas!!!
Conocemos en el autobús a un corredor de Palencia (Francisco Masa) que nos acompañará en todo este peregrinar…

Un pucelano, un palentino y un madrileño.

A pesar de las horas, seguimos percibiendo que la Organización es exquisita: controles exhaustivos de acceso, controles de seguridad, baños infinitivos donde no hay colas en ningún momento, indicaciones perfectas hasta tu zona (azul en nuestro caso) y tu cajón (el 1 en nuestro caso).
Nada falta para “sacar adelante” esas 4 horas hasta que se dé la salida…. Agua, café, leche, bebidas energéticas, plátanos, naranjas, bagles, bollos, gorros para el frío…
A pesar de todo, y de que la Organización trata de ponértelo fácil, son 4 horas en las praderas de una base militar de Staten Island… vas al baño, vuelves, te tumbas en el césped, te levantas, estiras un poco, caminas otro rato, vuelves a tumbarte, un café, desayunas (yo me llevé mi propio desayuno por eso de no cambiar nada el día de la carrera…, pero allí se podría haber desayunado perfectamente…), vuelves a ir al baño, estiras otra vez, intentas tirarte otro poco a dormir, vuelves a ir al baño…. Interminable!!!! No llega nunca el momento de la carrera… Menos mal, que en ese momento no hacía demasiado frío…

A eso de las 8:45 nos dirigimos a las furgonetas establecidas por la Organización para dejar nuestras bolsas para desde ahí, unos minutos más tarde, entrar por fin en nuestro cajón…
Aún queda una hora, pero ya hacemos algo “distinto” dentro de este peregrinar… al menos hay sitio para dentro de él, poder trotar un poco, hacer alguna progresión, sentarse otro poco… en fin… no aburrirse (mas) vamos…

Y todo ello, emperifollados como cebollas con sus capas en las 2 camisetas que además de la de competición llevas encima, la chaqueta vieja, el gorro que te han dado, etc… para protegerte del frío desde las 4 AM que te has levantado y de las cuales te vas deshaciendo a medida que llega la hora de la carrera, sube la temperatura y vas cogiendo “grados” por el calentamiento y el avanzar de este “calvario”. Depositas esa ropa en enormes contenedores habilitados por la Organización donde “reciclan” esa ropa para llevar la que este decente a la gente más desfavorecida.

Y diréis… Y con todo esto ¿Dónde está la buena Organización?... Pues si amigos sí, es la mejor Organización que nunca has visto, y sabes que este peregrinar es así cuando vas a correr a New York, y haces lo posible por creer que no afecta, pero yo creo que al final también pesa…, aunque traten de ponértelo más “agradable” cuidando mucho al corredor y todos los detalles que nos rodean.
La razón de todo esto es que New York quiere que su maratón corra por los 5 distritos, y para ello, no queda otro que partir de Staten Island, para desde ahí subir por Brooklyn, Queens, Manhattan, Bronx y acabar de nuevo en Manhattan… Para ello, todos los corredores tenemos que estar encerrados en Staten Island varias horas antes para cortar el puente de Verrazano, prepararlo y dar la salida en hora…
Como decía, tratan de hacértelo más fácil con una Organización exquisita y proveyéndote de todo para que no te falte detalle, pero se hace dura la espera. Este mapa explica mejor lo que comentaba anteriormente.


 
A eso de las 9:30 ya estamos en la que será la puerta de acceso a nuestro cajón de salida (parecemos ganado, jajaja). En unos minutos, controlados al milímetro, se abre esa verja y somos conducidos por la Organización, a través de pasillos creados artificialmente, pero de forma impecable, por los propios autobuses de la Organización que nos han transportado hasta Staten Island.
Me sorprende la situación que nos rodea, vamos todos caminando por ese pasillo con un increíble silencio, como si todos fuéramos conscientes de la carrera que vamos a correr, del momento privilegiado que estamos viviendo,… sensaciones increíbles las que percibes en tu interior y las que ves en las caras de los demás… hay que vivirlo!!!

Ya colocados en el cajón de salida, llega el momento de quitarse la última camiseta, la última braga… últimos rituales y llega la hora de la salida… Aunque saldremos juntos, me doy el último abrazo con Jaime… él y yo sabemos que no ha sido un “camino de rosas” estar ahí…, sobre todo para él… pero lo más importante… ESTAMOS!!!.
Después de 5 horas y 50 minutos desde que empezó nuestra aventura en Harlem… BOOOMMM !!!!, comienza la carrera con un cañonazo, pero… un cañozano de estos que asustan!!!, Y… acto seguido… ya en marcha… comienza a sonar, para recibir tus primeros metros de carrera buscando el puente de Verrazano el “New York, New York” de Frank Sinatra… Sinceramente, y perdonadme si suena soberbio… pero lo que sientes en ese momento al estar allí es que eres el “Rey del Mundo”, jaja.

El único pequeño fallo de la Organización se da en el primer km. Aún estando en el Cajón 1, justo después de los atletas africanos se ha incluido a determinada gente (entiendo que miembros de la organización, de la policía, de los bomberos, etc…) que no tienen los ritmos para estar en dicho cajón, lo cual, unido a que la parte inicial del puente de Verrazano es cuesta arriba, provoca que el primer km. se vaya unos segundos por encima de 4 minutos…
Pronto se estabiliza la situación,  y con el puente ya en sentido favorable, sin obstáculos, y con las increíbles sensaciones de mirar a uno y otro lado del puente y ver dónde estás corriendo, los dos siguientes miles se nos van un poco rápidos… entre 3:30 y 3:40 (Muy rápido cuando nuestro objetivo es estar por debajo de 2H45, lo cual implica 5000’s alrededor de 19:30).
Pasado ese km.3 conseguimos controlar un poco la situación, estabilizarnos y se acaba la parte del puente para entrar en el segundo distrito, Brooklyn.
Todo cambia a nivel de ambiente… el griterío es ensordecedor… la gente se agolpa a ambos lados en varias filas y la animación es sencillamente impresionante.
Finalmente, a pesar de estabilizarnos, pasamos el primer 5.000 algo más rápido de lo previsto, en 19:00.

Seguimos avanzando, disfruto de muy buenas sensaciones por las calles de Brooklyn, estoy disfrutando una barbaridad, choco las manos con los niños, voy realmente bien. Empiezan a aparecer los sube y bajas, pero entre tanto público y las sensaciones, éstos no se notan… Voy en este momento como la seda… para picar el segundo 5.000 cercano a donde debemos, en 19:19 (38:19).

Sigo muy fresco, con muy buenas sensaciones…, las batukadas acompañan la carrera por esta zona… no hay nada que me ponga más como un “puma” en un maratón que escuchar batucadas…, voy tan a gusto que incluso a su paso por ellas, me permito agitar los brazos al son de las mismas… No importan los continuos sube y bajas, no importa el aire de cara que tenemos dirección sur cuando nosotros correremos dirección norte hasta el km. 32… De momento las rachas de hasta 30-40  kms/h en algún momento no nos afectan… Estamos fuertes, la animación, las batucadas… Que lujo venir a correr aquí…
Si que noto en los dos últimos kms de este 5.000 que parece que a Jaime le cuesta mantener en algún momento los ritmos, pero a pesar de ello, pasamos de nuevo el 5.000 en 19:16 (57:35 en total).

Cuando un tío está bien, se nota en las fotos...
 
Vamos a por otro split… Los sube y bajas continúan… No son grandes cuestas, pero es continuo subir y bajar… En esta ocasión parece que vamos por una zona algo más protegida del aire, con calles un pelín más estrechas, por la zona donde reside la “curiosa” comunidad judía ortodoxa… Su aspecto ya conocido, llama mi atención… cuando uno está bien, se fija en todo… Aquí sí recuerdo dentro de esos sube y bajas uno de ellos de mayor calado, con un montón de animación y gente agolpándose a los lados y estrechando el paso… parece el Tour!!!… sigo fino, trato de mantener el ritmo… y lo consigo, pero rápidamente veo que Jaime ya no va tan pegado…
Metros más adelante, hacia el km. 19, llega un momento que no quería:

-          Vete Álvaro… Tengo las piernas como piedras.
-          No me jodas tío, ¿Qué dices?...
-          Vete de verdad, haz tu carrera, no voy, hace un rato que me está costando… las piernas están duras.
-          De verdad que son piernas, ¿no hay nada más de salud?
-          Todo bien. Tira tú. Haz lo tuyo…
-          OK. Prométeme que vas a intentar meterte por debajo de 3 horas…
 
Me voy con cierta nostalgia y un pelín de preocupación, pero confío en la palabra de Jaime y me tranquiliza el hecho de haberme fijado en que en New York, cada milla, no solo hay avituallamiento, sino que hay un puesto médico… No tengo que contar más al respecto que Jaime no haya contado…
Paso el km.20 marcando el 5.000 en 19:28 (1H17’03”), por primera vez al ritmo al que debería haber marcado todos los parciales anteriores y que resultaba suficiente para conseguir mi propósito inicial de 2H45.
Aunque me he excedido ligeramente en ritmo en los tres 5.000’s anteriores, he permanecido siempre dentro de umbrales, por lo que tampoco debería afectar mucho esos segundos de “exceso” en los primeros 5.000’s.
 
Salimos de Brooklyn y nos encaminamos hacia el paso por la Media Maratón, la cual se ubica en un puente que marca el paso del distrito de Brooklyn al distrito de Queens (tercero de los cinco distritos). El puente es un auténtico muro, es largo y tiene una gran pendiente, pero aún me siento con fuerza y afronto el puente con garra y soltura para un paso por la Media Maratón en 1H21’11”.
 
La foto no engaña con el sentido del puente.
Hay fuerza de momento.
 
El aire parece que quiere soplar algo más en este 5.000. Tras dos kms rodando con el aire apretando, llega el momento donde cometo un error garrafal, impropio y reprochable a un corredor de mi experiencia… y más yendo avisado y por dos vías distintas….
Afrontamos el puente de Queensboro, el puente que te saca de Queens y te mete en el primero de los intervalos por Manhattan (cuarto de los cinco distritos)… Como ya me había avisado mi buen amigo Saúl García, corredor de altísimo nivel de Leganés… “cuidado con el puente de Queensboro, es un puente eterno, además de un muro… y a partir de ahí te cambia totalmente la carrera…”.
Totalmente cierto, el puente es eterno, es un puñetero muro y seguimos con las ráfagas de aire de cara… Cometo el imperdonable error de tratar de mantener ritmos, llevando mi corazón a pulsos por encima de 168 ppm en algún momento… (“Álvaro, ten muy en cuenta para New York, que si pasas de 163-164 ppm antes del km. 35, estás muerto…” – por supuesto, el Míster, Óscar).
Al final del puente está el km. 25, para picar este 5.000 en lo previsto y más aún con el terreno que he afrontado y en las condiciones afrontadas. Lo marco en 19:32 (1H36’35”). He cumplido en una parte durísima, pero he producido una herida que será “letal” para mí a partir del km. 30.


La pinta en todo caso aún no es mala,
pero llevo el daño hecho...aunque aún
no lo perciba...
 
 
 
Ya os he comentado el aviso del Míster, y sin embargo, he marcado este 5.000, el que va del 20 al 25, a un pulso medio de 167 ppm… He pasado durante varios minutos (bastante más de 3 ó 4 minutos, que hubiera sido lo “admisible”) mi umbral aeróbico y he hecho un agujero importante en mis reservas para el resto de la carrera… Es decir, al estar más de 3-4 minutos por encima de ese umbral, hablando para que nos entendamos, he quemado “gasolina” que voy a necesitar más adelante… y eso en un maratón… es muy “peligroso”…
 
En fin… sigamos con la carrera. Nada más pasar el puente de Queensboro, tienes unos metros favorables hasta que finalmente enfocas “The 1st Avenue”. Nada más empezar la misma recibo los ánimos del Ester y unos metros más adelante de sus amigas, que me dejan esta foto que me encanta…
 

 
Enfocas esta primera avenida desde la 59 hasta la 125, donde saldremos al Bronx… Es mejor no mirar la calle que vas dejando atrás al paso por cada manzana de la 1ª Avenida, puede cargarte psicológicamente (la 65, la 69,… la 82…), aunque si empieza a cargarme cuando miro hacia adelante la tendencia de la Avenida… obviamente estás subiendo Manhattan y parece que ese ligera, pero larga cuestecilla… no va a acabar nunca… Empieza a pesar… señal inequívoca de que a pesar del terreno, el daño causado en el anterior 5.000 empieza a manifestarse.
A pesar de todo, soy capaz de mantenerme más o menos en los ritmos queridos para el objetivo, pasando en el km.30 el 5.000 en 19:39, unos segundos por encima de lo debido, pero dentro de lo válido aún, para un total de 1H56’14” y una previsión aún de 2H43’ al final de la carrera.
 
Pero yo noto que no voy para nada fresco, me acuerdo de la frase de Jaime en el 19, pues empiezo a tener también las piernas “duras”… Intento mantener ritmos, pero los kms. 31 y 32 ya se me van algunos segundos por encima de 4’/km…. y llegamos al puente que lleva de Manhattan al Bronx (quinto de los cinco distritos), el cual, más corto, es un nuevo muro que terminará de ponerme en mi sitio… todavía afronto el Bronx con cierta dignidad, en ese intento por salvar el 2H45, pero tras pasar el nuevo muro/puente de vuelta a Manhattan y cruzar el 35, el 5.000 ya se ha ido claramente del 19:30 de referencia para los mismos… (21:22 para un total de 1H17’36”).
 
Me digo a mi mismo, que es momento ahora de no pensar en marcas porque puede ser peor, pienso que ahora el aire será favorable hasta meta y el terreno debería ser favorable también, por lo que debería ir más cómodo y por lo tanto, debo dejarme llevar ya, que seguro que recupero buenas sensaciones y lo que tenga que salir, saldrá…
Pues bien, nada más lejos de la realidad… llevo la herida hecha por ese 5.000 a 167 ppm, como ya hemos comentado, pero es que el terreno, en nuestro camino por la Quinta Avenida hasta Central Park, es todo lo contrario a lo deseado….
Por la zona de Harlem seguimos afrontando sube y bajas, pero es que unos dos kms. antes de la entrada a Central Park, la Quinta Avenida es totalmente cuesta arriba… ¡No contaba con esto!... Dos kms de cuesta arriba interminable… donde no queda otra que poner el piloto automático, sacarlo adelante como se pueda y ya en Central Park será otra cosa…
Veo las mayores “petadas” de gente que he visto desde Roma 2014, unos me pasan, paso a otros, pero la verdad es que todos más o menos hacemos lo que podemos, unos mejor que otros…
 
La larga cuesta de la 5ª nos sacó las bielas a todos...
 También se aprecia en las fotos cuando no estás "fino".
 
En este punto debería haberme tomado el último gel, pero llevo tal sensación de dolor de piernas, tal sensación de haberme gastado toda la gasolina que la cabeza me pide que no lo tome… no le apetece, pero debería haber sido fuerte e ir contra mi cabeza y habérmelo tomado, pues me hubiera venido seguramente bien…
 
Hacia el 38,5 abandonamos el calvario de cuesta de la Quinta Avenida para meternos en Central Park…
Respecto a Central Park… he hecho caso omiso los días previos a las lecturas de Jaime en diferentes blogs al respecto, y que hablaban de “Las colinas de Central Park”… La verdad que de mi visita en 2011 no recordaba para nada “colinas” ni cuestas por Central Park…
Está claro que cuando uno lo visitó con 103 kgs. y poca actividad deportiva, lo que menos se fijó es en cómo sería una posible “trotada” por allí…
Giramos a la derecha desde la 5ª Avenida y entramos en Central Park. Después del calvario de subida por la 5ª Avenida, creo que ahora va a ser más sencillo por el parque… De nuevo, nada más lejos de la realidad!! Ahora, ya tarde, sí que me doy cuenta de lo que me decía Jaime… efectivamente nos encontramos ante “las colinas de Central Park”, más de lo mismo, continuos sube y bajas que hacen que no pueda recuperar buenas sensaciones tras todo lo comentado hasta este momento. Trato de poner un modo piloto automático con el cual cumplir estos dos kms por el parque… Al paso por el km. 40 recibo los ánimos de Mari, la mujer de Nico, que me deja estas fotos… Los tiempos se han ido por completo, marco el 5.000 en 22’51 (2H40’27”).
 
Un "buchito"... Necesario a tope !!
 
Ya mejor Mary, a ver si acabamos esto...

Hacia el 40,5 abandonas Central Park para volver a subir por la calle que te lleva desde la 5ª a la 7ª Avenida, creo que es la 59… Otra buena cuesta… Esta si la teníamos en la retina de nuestro paseíto por New York el día anterior… Voy bastante fundido, pero no me adelanta nadie, es más, so yo el que sobrepaso a 3 ó 4 corredores.
Tras este km. en cuesta, llega un nuevo giro de derechas y entramos de nuevo a Central Park para completar los últimos 700 metros…
Ahora ya sí, me relajo, me olvido ya de toda la concentración y vicisitudes de la carrera, disfruto a tope esos metros… pienso en el privilegio que es poder dar esas zancadas en este maratón… te das cuenta que merece la pena todos los madrugones y kilómetros que haces por conseguir estos momentos que proporcionan unas sensaciones únicas…

Soy consciente que se me ha olvidado el chupete, ya sabéis que ésta iba por mi sobrino recién nacido Víctor… al cual, sin duda, me hubiera gustado dedicarle una mejor marca que la finalmente conseguida, me hubiera gustado dedicarle ese 2H45, pero no pudo ser, y tampoco lo del chupete… que desastre!!, pero bueno, lo suplí entrando en meta chupándome el dedo en honor a él… Le reservaré una mejor carrera, me la dejo pendiente…
 
La foto no es muy buena sobrino,
pero de mayor la entenderás...
Te debo una buena carrera en todo caso !!
 
Al final, 2H50’14”. Es cierto que no es el tiempo deseado, pero también es cierto que en mi segunda Major, a pesar de no hacer un 2H43’ como en Berlín, he acabado mejor clasificado que en Alemania, metiéndome en la posición 3XX de casi 50.000 corredores (En Berlín fui el 400), algo que también habla de la dureza de la carrera… Me hierve la sangre por dentro cuando veo donde me hubiera puesto en un sitio como New York si hubiera hecho un 2H44’ – 2H45’, tal como buscaba... 

Sea como fuere, desde el punto de vista deportivo, el resultado como ya sabéis no es el deseado.
Pero uno tiene que sacar también las lecturas positivas de carreras de este tipo, como el hecho de haberse clasificado por marca sin tener que esperar sorteos, tener el privilegio de correr esta carrera, de acabar en una buena posición y de sumar mi Segunda Major y 21ª Maratón. Sin duda, se añade al currículum un evento deportivo único a nivel mundial.
 
También es cierto que se dan circunstancias que hacen que la carrera no sea la idónea al final para buscar un resultado ambicioso…, te pegas 9 horas en un avión, cambio horario y Jet Lag, y la propia logística del maratón hace que ellos mismos te “endurezcan” la carrera antes de correr… (el madrugón, las 4 horas en la pradera esperando….). A ello añadimos el aire de cara durante 30 kms más un circuito para nada esperado en cuanto a dureza por sus sube y baja continuos y las cuestas finales… pues provoca que finalmente, la sensación que me quede es que me he enfrentado al Mejor Maratón del Mundo desde el punto de vista de organización, ambiente y entorno; pero también que es el más duro de los 21 que he corrido hasta ahora…
 
Como sabéis de otras veces, no soy conformista, y todo ello no es excusa para ser autocrítico y tomar nota de varios cuestiones que sin duda tienen que mejorarse cara a futuro.

-         No puedo cometer un error en carrera como el cometido en el parcial del 20 al 25. Demasiado pronto para entrar en anaeróbico y por tanto, me cargué las reservas para la parte final de la carrera.
Un corredor de mi experiencia tiene que ser consciente que lo que procedía por la orografía y circunstancias del momento, era levantar el pie, bajar pulso y perder unos segundos en ese 5.000 que me hubieran permitido al final ganar minutos en meta. Cuando el Míster me pidió los pulsos por 5.000’s, él ya sabía perfectamente, sin yo decirle nada… donde había errado en carrera.
Es la vez que más cabreado (y con razón) he visto al Míster conmigo, pues es tirar en unos minutos muchas semanas de trabajo juntos. Y es que como él dice, con estos errores, pocos kms más adelante te conviertes en “un cadáver corriendo hasta meta”. 

-         Debo cuidar la hidratación en carrera. Llegué bien hidratado los días anteriores, y en carrera bebí cada dos millas (3,3 kms), pero llegué con mucha necesidad de líquido al final de la carrera, no sé si es consecuencia del error comentado anteriormente, de la dureza acumulada de este maratón o de qué, pero lo cierto es que los últimos tres avituallamientos necesite beber isotónico al principio del avituallamiento y agua al final..., además de perder muchas sales, acabé la carrera con la cara con más sal que nunca.
 
-         He cometido un error general de preparación únicamente achacable a mí y no a mi entrenador. Prolongué excesivamente la temporada previa al verano antes de realizar el obligado y necesario descanso de 16 días para que mi cuerpo regenerase. Tuve buenos resultados, pero ha tenido afectación.
Ello provocó que después del descanso, empezáramos con directamente las 14 semanas de preparación para New York, tiempo que después de 16 días de parón, se antoja justo para volver a “entonar” el cuerpo y ponerlo en perfecto estado de forma para el maratón. Algo que me fue advertido debidamente por Óscar.
A ello he de añadir que con una preparación tan prieta, sumé el cometer el error de correr el Maratón de Burgos. Normalmente me ha sentado siempre bien un maratón más tranquilo cuatro semanas antes del maratón objetivo, pero en esta ocasión, está claro que no…
Tras el maratón de Burgos no asimilé bien las cargas, de hecho comenzaron mis problemas musculares con el glúteo, el isquio y la descompensación en la cadera por un descuido de las abdominales… Llegué demasiado justo al tapering, donde se baja volumen pero se mete calidad… y la calidad entró, pero como estaba cansado por ir tan ajusto (repito, por mi culpa), no asimilé, no fui capaz de absorber el entrenamiento y conseguir una súper compensación que siempre esperé pero nunca llegó.

-         Relacionado con el primero de los puntos críticos, debo analizar que está sucediendo en carrera. Me explico. He mejorado claramente en distancias hasta la Media Maratón, los resultados lo avalan, pero siempre manejé muy bien la cabeza y la estrategia en la distancia reina, el Maratón.
Se da la paradoja que ahora mismo estoy mejor preparado que nunca, llego a los maratones con unas preparaciones, unos entrenamientos y unos test previos (sean en forma de carrera o no), muy buenos, y sin embargo, estoy fallando a pesar de ello…
En mis dos intentos de tirar el 2:38 me fui a 2H43 en Berlín y 2H42 Sevilla, y esta vez, en mi intento de hacer 2H45 en un durísimo maratón como New York, me he ido a 2H50.
Toca revisar que he cambiado en carrera para no conseguir los objetivos (ansiedad, presión, psicología de carrera???) y tratar de lograrlos con tranquilidad, pues estoy mejor preparado para ello que nunca.
 
El análisis inicial de estos puntos de mejora ha llevado de inicio a la toma de decisiones de una manera inmediata.
En Abril trataré de hacer un gran maratón, para el cual me voy a preparar a conciencia (en breve decidiré destino), y en esta ocasión, le cedo totalmente los mandos a Óscar, por completo.
Él siempre planifica todos los entrenos en torno a un objetivo final, pero siempre le voy “colando” mini objetivos en forma de carreras, lo cual implica que siempre en las preparaciones, en algún momento siempre le trastoque algo.
En esta ocasión, cara a Abril, él no va a poner sólo los entrenamientos y competiciones a realizar, sino que respecto a esto último, él va a decidir todas y cada una de las mismas, no va a haber interferencias con alguna que le “quiera” colar por mi parte… Le cedo el mando por completo, como él dice “déjame por una vez que me equivoque yo en todo”.
 
Ello implica la decisión de no correr este año mi carrera preferida, el Maratón de Sevilla en Febrero. No me volveré a enfrentar a la distancia mítica hasta finales de Abril, vamos a evitar desgastes mayores y así además, seguro que llego con más hambre de maratón el día de la verdad. Debo volver a demostrarme que sigo siendo el especialista que fui en la distancia.
Por tanto, todo desde el día de hoy, está orientado a hacer un gran maratón a finales de Abril, para lo cual, el Míster ha establecido el siguiente calendario de carreras.
 

 
En fin amigos, esto fue todo lo relacionado con el Maratón de New York, sin duda, una experiencia única digna de no olvidar y guardar en la retina. Una experiencia que a pesar de todo, me ha puesto aún más de manifiesto lo importante que es correr para mi y la estabilidad que me da tanto a nivel físico, como a nivel mental; con las ventajas que ello tiene para mi en el día a día personal y laboral... Seguro que sin ello, lo poco que hago bien, sería aún menos... Vamos, que mientras la salud lo permita... no pienso dejarme por el camino ni un solo kilómetro, jeje!!

Luego vino una semana entera de turismo, diversión, risas y por supuesto, alguna que otra compra, pero no os voy a aburrir con eso…

Si os dejo por supuesto, para cerrar la entrada, la gran protagonista de esta historia y lo que fuimos a conquistar a New York… la medalla…(bueno, y la hamburguesa con la que recuperamos de la carrera haciendo patria “pucelana” a la que espero volver algún día no muy lejano…).

Ya estás en casa !!!
Jackson Hole, Impresionante!! Quedaros con el nombre del sitio.
 
Siempre... VALLADOLID !!!!

 
Nos vemos en Aranjuez amigos… el 18 de Diciembre, en poco más de tres semanas estoy de nuevo dando guerra por aquí !!!.

 

viernes, 4 de noviembre de 2016

TCS NEW YORK CITY MARATHON - Semana 14 de 14 -

Semana de Maratón amigos… !!

Ya hemos comentado en alguna entrada anterior que los entrenamientos a estas alturas “sobran”, entre comillas, porque siguen siendo importantes, pero uno lo que tiene ganas es de vestirse ya de “romano” y enfrentarse al “monstruo”...
Esta sensación se multiplica por diez la semana del maratón, donde uno está deseando quitarse las “pildoritas” que tiene preparada la semana y llegar en perfecto estado al domingo a las 09:50 AM (hora neoyorquina -15:50 hora española-).

Esta es la semana donde si habitualmente es así, aún más uno es corredor desde que se levanta de la cama y no sólo cuando se pone las zapatillas. Descansos, cuidados de las piernas, alimentación, ausencia absoluta de alcohol, dormir,… toda precaución es poca…

Comenzábamos el lunes con un entreno tranquilo y por supuesto, ya de poco volumen cara a ir recuperando y llegando bien al día D.
Un rodaje cómodo en cuanto a volumen y ppm (que clavo), que arroja sensación de piernas algo pesadas pero buenos parámetros generales.

10 KMS          40’48”          145 PPM          4:05/KM

Para el martes esperaba la última piedra de toque seria del plan antes la propia carrera en sí misma, un 8*1000 exigente, marcado por el Míster a 3:20 y con sólo un minuto de recuperación entre serie.
La verdad que es un entreno fuerte a tan sólo 5 días, pero tiene un porque según él, y yo, visto lo bien que van las cosas desde hace más de un año que estoy con él, no cuestiono, me quejo a 5 días del maratón (jejeje)…, pero no cuestiono.

Es día de fiesta y hemos quedado varios amigos para hacer series en la pista de atletismo de Leganés. Las pocas ganas de madrugar de algunos de los “sujetos” que allí nos vamos a dar cita, hará que cuando empecemos a hacer las series sean más de las 11 AM, y el calor arrea más de lo que yo desearía… Ya sabéis que no voy bien con calor y creo que ya empiezo algo condicionado.
Otra premisa del Míster clara en la cabeza. En el momento que se vaya algún 1.000 a 3:28 “se corta y a la ducha”.
Tras los kms de calentamiento me dispongo a iniciar las series. Ya en la arrancada del primer 1.000 noto que no estoy todo lo fino que quisiera, no tengo la soltura deseada… A pesar de estas sensaciones, logro sacar los 4 primeros miles más o menos en tiempos.
Cuando arranco el 5º voy algo más con el “gancho”, y decido preocuparme menos por el reloj y dejarme llevar un poco más por sensaciones. Así actuaré la 6ª y 7ª serie también. Todos ellos se irán algo, con mi mente en todo caso pendiente de que al menos, no se fueran a 3:28, porque aunque no está siendo mi mejor día, no quiero tener que “cortar” y dejar las series, tendrán su razón de ser y quiero hacer las ocho. Saco estas tres series en 3:25.
Cuando uno llega al último, ya sabe que es un último esfuerzo, por lo que me dedico a ir por sensaciones también la primera vuelta y media (600 m.) para finalmente, apretar un poco en la última vuelta y mejorar algo las tres series anteriores.

El entreno no es el deseado del todo, pero tampoco es malo, no he tenido las sensaciones deseadas, pero no son malos miles… No sé si el calor o esa supercompensación que no termina de llegar, pero… se nos fueron un poco los miles para completar una media global de 3:23/km.

Quizás también el subconsciente, que ante estas sensaciones desde el inicio, te dice que unos segundos por km a estas alturas no van a ningún lado y que seas conservador y empieces a guardar para NYC, no se…  pero bueno, como dice AupaNacho, a veces las sensaciones malas son necesarias para corroborar una buena preparación… veremos…

Estos fueron a detalle los números del entreno.

3 KMS CALENT.          13’36”          127 PPM          4:32/KM

       1000           3’21”          156 PPM       
         1000           3’20”          161 PPM         
         1000           3’21”          165 PPM         
1000           3’22”          167 PPM
1000           3’25”          167 PPM
1000           3’25”          167 PPM
1000           3’25”          169 PPM
    1000           3’23”          170 PPM    

3 KMS ENFRIAM.          12’10”          154 PPM          4:03/KM

Y este el elenco de buenos amigos que nos dimos cita para hacer nuestras series y deportes alternativos…

Dani Dabenar, Jaime, Ester, yo, Victillor, Dany Grillo, Leo y Cidney
 
Con este entreno se ponía fin por completo a la calidad cara al Maratón de Nueva York… Dos entrenos fáciles nos separaban de la línea de salida del puente de Verrazano.

El primero de ellos el miércoles, con un rodaje corto y disfrutón con una pequeña “chispita” de dos kms. al final de la sesión.
La sensación de las piernas sigue siendo algo pesada, pero lo cierto es que los pulsos observo que son buenos. Más allá de ello, el entreno no tuvo más trascendencia que quitar otra “piedrecita” y quedarnos a una sesión de fisio (la misma tarde del miércoles) y a un entreno (regenerativo, el viernes) de la gran cita.

10 KMS          40’06”          146 PPM          4:01/KM
8 KMS          32’52”          143 PPM          4:07/KM
2 KMS          7’14”          158 PPM          3:37/KM

Momento por la tarde de acudir al fisio como decía a descargar por última vez la musculatura y con la ventaja de dejar casi 36 horas hasta el último “paseíto” antes de ir partir a New York, paseíto que se desarrollará el viernes. Rodaje muy tranquilo, con buenas sensaciones aunque un pelín de pesadez en las piernas, y con unos datos de los que no me fío un pelo, puesto que el GPS se pegó buenos paseos y desviaciones (no sé por qué…) y con varios picos de pulsometro, por lo que… los datos este último día no me parecen muy ciertos ni fiables.
El corto y suave rodaje se remata con 8 progresiones de 150 metros para meter un poco de chispa a las piernas. He aquí los datos del Garmin… no me fío mucho, ya digo, pero hoy… ya da igual, es el entreno que menos importa

8 KMS          34’33”          142 PPM          4:19/KM

150M          26”          132 PPM
150M          26”          139 PPM
150M          27”          139 PPM
150M          26”          140 PPM
150M          26”          138 PPM
150M          26”          141 PPM
150M          25”          139 PPM
150M          25”          136 PPM

En fin amigos, fin de la preparación, fin de, sin duda, una de las preparaciones más duras y exigentes que jamás he afrontado. Creo que en algún caso he alcanzado puntos de ritmo que no he alcanzado en ninguna otra preparación, he sufrido en algunos momentos como en ninguna otra preparación, pero he disfrutado de ellos también por todo lo que me gusta este deporte.

Han sido semanas de mucho volumen en algunos casos, de mucha calidad en otros, y en todo caso, con más de ambas que nunca. Algún amigo me ha llegado a decir… Vaya con tu entrenador… parece que le debes y no le pagas, jajaja… Pero me ha gustado esta preparación!!!

Nueva York no es un maratón para hacer marca, ya lo he comentado en anteriores ocasiones, por su perfil, porque se corre en su mayor parte de Sur a Norte y suele entrar en NYC el aire por el Norte en dirección Sur y porque se encargan de endurecerte la carrera teniéndote mucho tiempo antes en la zona de salida y el tener que llegar hasta allí…

En todo caso, ante estas circunstancias, creo que puedo exigirme estar por debajo de 2:45 como dije… Sin duda, esta preparación en un maratón plano estaría orientada a buscar marca (intentaremos tirar el 2:38 en primavera, y todo esté trabajo también debería salir ahí), pero no es el caso por todo lo comentado, y porque no decirlo, seguramente por un error estratégico mío a lo largo del año 2016…
El Míster ya me avisó que 14 semanas después del parón de dos semanas para descansar de la temporada anterior, podían ser pocas, que convenía haber parado un pelín antes y preparar poco a poco con alguna semana más New York, pero ese empeño mío por estirar la primavera y el principio del verano hace que, aunque llego en un buen momento de forma, seguramente me falte ese puntito que me hubiera dado haber empezado 2-3 semanas antes… El que tenía en Sevilla por ejemplo, aunque luego me fuera a 2H42’…
Pero bueno, se disfrutó esa parte final de la temporada también, donde hubo éxitos, y se toma nota de la lección para futuras ocasiones.

En todo caso, no llegamos con el puntito puntito, pero llegamos bien, y por lo tanto, en mi distancia preferida, en la que te da la gloria y el fracaso, en la que te da el abrazo y la bofetada, volveremos a plantar batalla, toda la que el cuerpo permita.
El cuerpo nos ha dado salud y nos ha respetado para llegar hasta aquí, y eso es lo más importante, ahora le pido un poquito más para completar el sueño de correr y acabar mi segunda Maratón Major tras Berlín, New York. Si lo conseguimos… ya “sólo” nos quedarán 4 de las Grandes…

Además, seguro que soy capaz de arrancar unos segunditos más al crono gracias a las buenas noticias de la vida, y es que esta semana, el mismo miércoles por la noche, venía al mundo mi sobrino Víctor, el hijo de mi hermana Henar y mi cuñado Rubén, y que mejor maratón para dedicarle que una Major y en la ciudad referencia del mundo, New York. Va por ti sobrino!!. A ver si te firmamos una buena foto y sobre todo, una buena marca!!

Algo así sería Víctor, jejejej
 
Señores, llega la hora de la verdad. Puente de Verrazano, domingo 6 de Noviembre, 09:50 AM (15:50 en España), primera oleada, nivel azul del puente, dorsal 1356… Álvaro “Loydi” a la carga… En compañía de mi inseparable Jaime… que la carrera nos ponga donde debe, juntos o separados… pero…. que nos deje pelear de tú a tú con ella… en buenas condiciones físicas.
 
El tan ansiado Puente de Varrazano, salida del Maratón
 
Por último, gracias a todos vosotros por vuestro apoyo, ánimos y seguimiento. Gusta mucho saber que hay gente que apoya y anima en esto que hacemos, y ello, tanto para esto, como para otras facetas de la vida, es muy de agradecer…

También va por todos vosotros, aunque esta vez, un poco menos… esta va por Víctor!!!

Os cuento a la vuelta. Un abrazo a todos!!