Qué tal amigos!!!
Después de mucho tiempo, vuelvo a
aparecer por aquí.
Quienes me seguís, ya conocéis de mi
anterior entrada que no hice las cosas bien en Londres desde el punto de vista
deportivo, pero luego por cabezota, las hice aún peor y la cosa acabó como acabó
como ya conocéis, que no fue de otra manera que bastante lesionado de la
espalda.
Pues bien amigos, tras cuatro semanas
de parón en seco, apenas me atrevía a salir… y lo nunca visto… fue la propia
Ester (a quien agradezco muchísimo los cuidados profesionales que me ha dado
para salir del bache, sin ella habría tardado mucho más), así como el resto de
expertos que trataron la lesión, quienes tuvieron prácticamente que echarme de
casa a patadas para empezar de nuevo con esto… porque como se dice en el
lenguaje popular… “tenía más miedo que vergüenza”).
El latigazo fue muy fuerte y tenía
miedo al primer día que tuviera que volver a rebotar, tenía mucho miedo a una
recaída que me dejara más tiempo KO.
Tras las cuatro semanas en el dique
seco preferí, antes de empezar con una semana completa, salir un par de días a
ir acondicionando al cuerpo.
Las sensaciones el primero de los días
fueron demoledoras… apenas podía correr con bastante dolor, encima con una leve
cojera y con un bloqueo que se me agarraba como la mordedura de un perro no
tanto ya a las lumbares, sino también a la zona del glúteo y piramidal… Los
datos de ese primer día de contacto fueron demoledores… sólo pude hacer 2,4 kms
en 16’24”, a 6:54/Km...!!!!
Con la zona algo caliente la cosa era
soportable, pero nada más parar ese primer día de toma de contacto… apenas podía
andar… me vine totalmente abajo… y la subida del parque donde hice esa toma de
contacto a casa se me saltaban casi las lágrimas del dolor e iba casi
arrastrando la pierna…
Cuando llego a casa me derrumbo
bastante cuando me pregunta Ester, que no hizo otra cosa que animarme una vez más
como en todo este proceso…
Pasado ya un rato, ya en casa, la cosa
empieza a cambiar radicalmente cuando ya me voy enfriando y después de estirar
un poco… la zona empieza a picar mucho mucho, como si circulara un montón de
sangre y a medida que pasa el tiempo puedo andar cada vez mejor, sin dolor, sin
problemas, incluso doy saltitos sin dolor… y cuando me echo a la cama todo está
en orden. No entendía nada!!.
Al día siguiente cuando me levanto por
la mañana para ir a trabajar, aún mejor, lo que me hace irme animando…
¿Quizás mi cuerpo sufrió tanto dolor
por el reajuste tras el parón y tanta hipotonía muscular?
¿Quizás mi cuerpo necesitaba de nuevo activarse,
circular la sangre y eliminar los residuos y toxicidades acumuladas por la lesión?
Dejé un día de descanso y el siguiente
día volvía probar con un poquito más… en este caso me atreví, o bueno, mejor
dicho, las molestias me dejaron llegar hasta los 5 kms… ya a 5:24/km…
Menos dolor, menos sufrimiento, pero aún
con muchisimas molestias…. Y cuando paraba de correr casi sin poder andar de
nuevo…. muy despacito… pero… a medida que me recuperaba, estiraba y me quedaba
frío… mismas sensaciones que el día anterior, de circulación de sangre, de
relajación y colocación de la zona… y por la tarde… ya me encontraba bien… Seguía
sin entender demasiado…
Ante este panorama, las premisas en mi
cabeza son claras…
- -
Quedan 13 semanas hasta Berlín, pero no puedo empezar después de más de
un mes parado ya con plan.
- - Decido por ello, darme tres semanas de adaptación y acondicionamiento
para ir entreno a entreno, partido a partido como dice algún entrenador de
futbol, viendo cómo evoluciona y si es posible, incrementando poco a poco kilometraje.
- - Si la adaptación va bien, me meteré ya en un plan específico de entreno
para Berlín, de 10 semanas, y en principio, en versión un poco más “light” que
otros de maratones pasadas.
Como me decía mi gran amigo Dabe, que
también ha estado muy pendiente de mi en todo este proceso, “te va a tocar
picar mucha piedra amigo… mira de donde partes…, pero ten paciencia y vete paso
a paso”. (Muchísimo ánimo por cierto Dabe, tú puedes!!).
Así lo hicimos.
Una primera semana de adaptación con sólo
4 días a la semana, alternando día de entreno con día de descanso para
recuperar la zona, dedicándome a rodar por sensaciones y donde acumule 38 kms. Vi
cosas esa semana que me parecían impensables… rodajes a 5’/km bien por encima
de las 150 ppm…!!!
La segunda semana contábamos con la ventaja
de estar de vacaciones en uno de mis lugares preferidos, el Palmar y el
alejarse del trabajo, la ciudad, el estrés y poder descansar bien, ayudan también
a esta fase de recuperación.
Algún día puedo dar una vueltilla de
tuerca incluso, aún con pulsos altos y siguiendo con 4 días, alternando uno de
entreno y uno de descanso para recuperar la zona. Conseguimos esta segunda
semana subirnos a los 49 kms.
Quien no mejora en un sitio como El Palmar ??? |
La tercera semana de adaptación, ya de
vuelta a Madrid, era el momento de ver si el cuerpo estaba asimilando bien la
vuelta a la rutina deportiva y estaba preparado para asimilar, tras la lesión,
un plan específico de 10 semanas y estando bastante lejos del punto en que se
debe partir para afrontar la preparación de un maratón.
Esa semana, decido meter 5 días, con
dos días de corto rodaje pero algún cambio de ritmo… Llego a ver algún km en algún
momento puntual por debajo de 4:00, y he conseguido subirme esa tercera semana
de adaptación, ya en 5 días, a los 60 kms….
Decido claramente lanzarme a empezar
con el plan.
Más allá del mes parado, estas tres
semanas, en todo caso, aunque evolucioné bien, no fueron nada fáciles… sólo yo
sé lo que pasaba internamente en cada entrenamiento y en el fondo, ha sido una
buena lucha también contra mi cabeza…
Ya habéis leído más arriba lo que
fueron el primer y el segundo día antes de estas tres semanas… y estas tres
semanas eran una lucha diaria…
Salía a correr y aunque poco a poco
iba yendo mejor, siempre tenía esa sensación de “mordida” en la zona, siempre
cuando acababa me costaba andar… no hablamos ya si intentaba volver a arrancar
a correr, que era imposible… y siempre cuando estiraba y me enfriaba, esa
sensación de circular la sangre y ponerse todo bien…
No pensaba más allá, sólo hacía ver a
mi cabeza que la situación era mejor que la del día anterior, porque aunque había
molestias, cada día eran un pelín menos que el anterior; aunque acababa el
entreno con problemas nada más acabar para andar, cada día andaba mejor; aunque
ni por asomo podía rearrancar a correr a los 10-15” de acabar el entreno, iba
llegando un momento en que podía rearrancar muy poco a poco… aunque los ritmos
eran lejanos a los míos, estos iban mejorando muy poco a poco y el pulso también….
Me mantenía con fuerza y ganas de
seguir, a pesar de las molestias y de las cosas que pasaban en esta adaptación,
que cada día, sin ser perfecto, era un poco mejor que el anterior… lo cual sólo
me hacía pensar en una cosa… “te estás recuperando Álvaro, hay que seguir, algún
día volverás a correr sin una sola molestia”.
Cuando decido arrancar con el plan de
10 semanas para Berlín, el 17 de Julio, ya la situación (más allá de que aún no
estaba en mis ritmos y pulsos, pero eso es un tema de forma), era que todo
estaba más o menos en orden excepto que me costaba rearrancar a correr si
paraba, pero ya terminaba andando bien después del entrenamiento, etc…
Así, tras todo este periodo de parón y
adaptación, el 17 de Julio me pongo con un plan de 10 semanas que es con el que
voy a afrontar Berlín, y en esta ocasión, no voy a aburriros con todo lo que he
hecho estas hasta ahora 7 semanas, sólo os cuento a modo de resumen, con el
tiempo que tenía y con lo sucedido, las premisas básicas que estoy siguiendo
para este plan.
Como os he comentado, cuando comencé
al plan, ya rodaba sin molestias, recuperaba bien, etc, pero seguía teniendo
algún pequeño problema si paraba y re-arrancaba, por lo que las dos primeras
semanas no se han realizado series en el plan, cambiándolos por Fartleks, que
por otro lado, es un entrenamiento que no me disgusta nada…
A partir de la tercera semana, ya han
entrado las series, pero las estoy haciendo con dosis limitadas, con cuenta
gotas, es decir, no me cargo en exceso, si hago series de 2.000 hago 3, si hago
series de 1.000 hago 6, y si hago series de 3.000 hago 2. Un poco de chispa y
punto.
Poco a poco he ido incrementando
volumen semanal y ritmos; y el resto de los días alterno rodajes totalmente en
aeróbico, con rodajes de calidad y por supuesto, el fin de semana, la tirada
larga, en esta ocasión siempre en progresivo, tratando de simular todo lo
posible al maratón, llegando cansado a correr los kms rápidos planificados al
final de la tirada… como debe suceder en maratón… donde al final, si quieres
lograr objetivos, tienes que correr rápido, pero cansado, esos últimos kms.
Como decía con 10 semanas, y partiendo
de donde partía, no había ni hay tiempo para más.
He estructurado el plan de manera que:
-
- Las dos primeras semanas fuí incrementando el kilometraje poco a poco
(67 y 74 kms).
-
- Las semanas 3, 4 y 5 metí un primer bloque de carga de kms importante
(90, 88 y 94 kms).
-
- Descargue y asimilé el primer bloque de carga en la semana 6 (69 kms).
-
- Ando inmerso en el segundo bloque de carga donde la semana 7 he hecho
88 kms. y ahora vamos a por la semana 8 también de carga.
-
- Y luego sólo nos quedarán dos semanas de tapering hasta el día D, el 24
de Septiembre, en Berlín, en las cuales habrá que ir descargando y afinando.
No había tiempo ni mimbres para más amigos, aunque poco a poco, vamos
teniendo días de esos que creo que me identifican como corredor, como esta
tirada larga que he realizado el pasado sábado…
Pero que nadie se llame a engaño
amigos míos, que nadie espere grandes gestas en Berlín. A pesar de una tirada
como la que veis, en los útimos kms, los rápidos, aunque cómodo, sigo yendo a
pulsos algo más altos de lo habitual, por lo que en maratón mantener eso mucho
tiempo, es comerse las reservas de glucógeno, por lo que… soy consciente de cuál
es mi estado actual a pesar de tener ya días buenos.
Voy a llegar corto de preparación, y sin
tiempo de haber alcanzado un estado óptimo de forma, por lo que no espero una
gran marca en Berlín. No nos olvidemos de donde vengo…
La parte buena, eso sí, es que como no
hay mal que por bien no venga… con el parón, voy algo más fresco de piernas
seguramente, y sobre todo de mente, pues el saber que no hay objetivo, me hace
ir con la cabeza muy limpia y descargada, y sin más ambiciones que dentro del
escenario actual, hacer una buena carrera con las posibilidades reales de hoy
en día y disfrutar del Maratón de Berlín.
Esta lesión me llevó a partir de abajo
y en ese camino, he tenido cosas buenas también, como el descubrir nuevos
caminos por donde entrenar, nuevos circuitos, nuevos ambientes… y sobre todo,
correr con gente con la que no había corrido desde hace tiempo y que han estado
ahí apoyando…
También, sabiendo que a Berlín se iba
tan justo, pues quizás los cuidados “invisibles”, aunque siempre los hay, no
han sido tan rigurosos como los de otras ocasiones, y con el verano y las vacaciones,
también hemos dado algún capricho al cuerpo… (ya lo quemaríamos luego en el
asfalto, jejeje).
Creo eso sí, que aunque no llegue a
Berlín en mi punto óptimo de forma, tampoco voy mal del todo, pero sobre todo
creo, que este “descanso forzoso” y este trabajo que estoy realizando poco a
poco, y sobre todo, disfrutando, puede haber sentado en mi cuerpo unas buenas
bases para atacar la marca con otra mentalidad diferente en algún maratón
posterior a Berlín. Debo seguir por lo tanto, buscando a un corredor que creo no lo hacía mal... debo seguir #buscandoaloydi
Respecto a ello, al siguiente maratón
después de Berlín, pues el verano y estos tres meses sin aparecer por el blog,
pues también nos han dejado novedades, y solo hay dos opciones, Tokio o
Sevilla.
Tokio es mi prioridad en mi objetivo
de completar el circuito Majors (de las 6, me quedan Tokio, Boston y Chicago),
pero este año los japoneses se han puesto más estrictos.
Tokio, junto con Berlín, es la Major más
exigente para entrar por marca (Sub 2:45), y normalmente suelen valer las
marcas de los dos últimos años, pero este año han decidido, al momento de la
inscripción por marca el pasado mes de Julio, que sólo valían las marcas del
anterior, es decir, a partir de Julio de 2016.
Dado que mis últimas apariciones en
maratón no he estado a la altura (New York -2H50- y Londres -2H54-), mi
anterior Sub 2H45 era de finales de Mayo de 2016; por lo que, por apenas un
mes, me he quedado fuera de Tokio por marca personal, teniendo que acudir a la
lotería del sorteo.
A finales de Septiembre sabré si la
fortuna me sonríe y puedo viajar a Tokio a completar mi 4ª Major o no. En caso
de que no toque, no hay duda ni negociación posible, volveré a mi ciudad talismán,
a la Maratón que me ha dado mis mejores actuaciones en la distancia, Sevilla. Tampoco
me importará, para nada !!!
En ese caso, la Major de 2018 pasaría
al segundo semestre, Chicago.
Pero todo esto amigos, será otra
historia que espero poder tener el gusto de contaros….
Ahora toca pensar en Berlín, para lo
que solo quedan tres semanas… y como dice mi estado del Whatsapp… “ni idea de
lo que va a pasar”, pero sobre todo disfrutar… en la carrera… y después de la
carrera… bebiendo la mejor cerveza del mundo con un grupo de amigos fantástico.
Por último, dejadme que me despida
como empecé la entrada, agradeciendo especialmente a Ester sus cuidados durante
el periodo de lesión... Además de la traumatóloga, la fisio, los amigos de
verdad que han estado ahí, etc…. ella, sus cuidados y sus conocimientos
sanitarios han sido claves para que pueda estar preparándome esta carrera, y
aunque no me dé tiempo a alcanzar mi punto óptimo, ella tendrá buena parte de
culpa de que pueda ponerme en el mismo cajón de salida en el que me puse en
2015…
Ella tendrá también buena parte de
culpa si puedo repetir esta imagen… GRACIAS POR TUS CUIDADOS!! ESTA, VA POR TÍ!!
No os marearé más con más entradas
antes de la carrera…. Os cuento en tres semanas!!!.
Un abrazo !!!