Con algo de retraso (turismo post
maratón, vuelta a la cruda realidad, ponerse al día en el trabajo…), pero ya
era de momento de publicar mis impresiones sobre la Maratón de New York… que a
este paso… se me va a olvidar todo lo vivido…
… Aunque pensándolo bien, es
difícil olvidarse de una experiencia como el Maratón de New York y la propia
ciudad de New York. Sencillamente, más allá de otras cuestiones que iré comentando
a lo largo de esta “historieta”…, IMPRESIONANTE !!!
Con la idea de tener algo más de adaptación
al otro lado del Atlántico, volamos el viernes a mediodía desde Madrid a New
York.
A punto de partir en Barajas. |
En el viaje, sigo cuidando
aspectos cara a la carrera, y viajo con compresión en la totalidad de las
piernas, tanto para los muslos, como para las pantorrillas.
Pantorrilleras y musleras al canto. Son muchas horas... |
Fueron apenas 4 kms por Central
Park (dada la cercanía de nuestro apartamento al parque que, además, es meta
del maratón, pues nos alojábamos en la parte baja de Harlem). 4 kms que ya nos
hicieron sentir las sensaciones de correr por New York.
Posteriormente, a recoger el
dorsal. En la recogida del dorsal, uno ya se da cuenta de la excelente
organización que rodea al maratón… Ni una sola cola para los 50.000 corredores
que tendremos que ir pasando en busca del dorsal… todo perfectamente organizado
y distribuido, todo perfectamente señalado, todo para probar y verificar y que
nada falle…, puedes probar hasta la talla de la camiseta de recuerdo que aquí
sí, te entrega el maratón (ya podría aprender en este sentido alguna otra Major
como Berlín, que pide por ella 30 euros)… Los americanos tienen sus cosas, pero
organizando son únicos !!
El ansiado momento de recoger el dorsal para la carrera. |
Al final, quizás siempre andas
algo más de lo debido en estos casos, pero creo que no excesivo en esta
ocasión, por lo que no creo que afectase esta parte para la carrera.
A las 20:30 ya estábamos en casa
cenando pasta y a las 22:00 en la cama durmiendo. Tenemos la suerte de que el
cambio horario se realiza en los Estados Unidos ese fin de semana, por lo que
dormiremos una hora más… “a Dios gracias”, porque yo a las 3 de la nueva hora
ya estaba despierto y ya no pegue ojo hasta las 4 AM que era la hora programada
para levantarse…
Si amigos, en Nueva York, te levantas
a las 4 AM para empezar a correr a las 9:50 AM (y eso que éramos de la primera
oleada, los más tempraneros en salir…); y es aquí, a esta hora, donde empieza
el Maratón de Nueva York, a las 4 AM…
Tenemos que coger el metro en
Harlem hasta Times Square, para acercarnos andando hasta la Biblioteca Pública
de New York donde nos espera el autobús (que en nuestro caso es a las 05:30 AM)
y que nos llevará hasta Staten Island tras atravesar el Puente de Verrazano,
donde estaremos ya a las 6 AM. Este peregrinar de un lado a otro, además de
demostrar que estás ya realizando otro “maratón” previo al de verdad, al menos
permite obtener algunas fotos que de no ser por esas horas y un domingo,
difícilmente podrías obtener en “la ciudad que nunca duerme”.
Solo a estas horas puedes hacerte estas fotos en la 6ª, con Times Square al fondo y sin coches !!!! |
Como "corderitos" al bus, con la Torre Chrysler al fondo |
Tras intentar dormir en el autobús (cosa que no consigo), a las 6 AM como comentaba, estamos ya en Staten Island… Dios mío, que vamos a hacer aquí 4 horas!!!
Conocemos en el autobús a un
corredor de Palencia (Francisco Masa) que nos acompañará en todo este
peregrinar…
Un pucelano, un palentino y un madrileño. |
A pesar de las horas, seguimos
percibiendo que la Organización es exquisita: controles exhaustivos de acceso,
controles de seguridad, baños infinitivos donde no hay colas en ningún momento,
indicaciones perfectas hasta tu zona (azul en nuestro caso) y tu cajón (el 1 en
nuestro caso).
Nada falta para “sacar adelante”
esas 4 horas hasta que se dé la salida…. Agua, café, leche, bebidas
energéticas, plátanos, naranjas, bagles, bollos, gorros para el frío…
A pesar de todo, y de que la
Organización trata de ponértelo fácil, son 4 horas en las praderas de una base
militar de Staten Island… vas al baño, vuelves, te tumbas en el césped, te
levantas, estiras un poco, caminas otro rato, vuelves a tumbarte, un café,
desayunas (yo me llevé mi propio desayuno por eso de no cambiar nada el día de
la carrera…, pero allí se podría haber desayunado perfectamente…), vuelves a ir
al baño, estiras otra vez, intentas tirarte otro poco a dormir, vuelves a ir al
baño…. Interminable!!!! No llega nunca el momento de la carrera… Menos mal, que
en ese momento no hacía demasiado frío…
A eso de las 8:45 nos dirigimos a
las furgonetas establecidas por la Organización para dejar nuestras bolsas para
desde ahí, unos minutos más tarde, entrar por fin en nuestro cajón…
Aún queda una hora, pero ya
hacemos algo “distinto” dentro de este peregrinar… al menos hay sitio para
dentro de él, poder trotar un poco, hacer alguna progresión, sentarse otro
poco… en fin… no aburrirse (mas) vamos…
Y todo ello, emperifollados como
cebollas con sus capas en las 2 camisetas que además de la de competición
llevas encima, la chaqueta vieja, el gorro que te han dado, etc… para
protegerte del frío desde las 4 AM que te has levantado y de las cuales te vas
deshaciendo a medida que llega la hora de la carrera, sube la temperatura y vas
cogiendo “grados” por el calentamiento y el avanzar de este “calvario”.
Depositas esa ropa en enormes contenedores habilitados por la Organización
donde “reciclan” esa ropa para llevar la que este decente a la gente más
desfavorecida.
Y diréis… Y con todo esto ¿Dónde
está la buena Organización?... Pues si amigos sí, es la mejor Organización que
nunca has visto, y sabes que este peregrinar es así cuando vas a correr a New
York, y haces lo posible por creer que no afecta, pero yo creo que al final
también pesa…, aunque traten de ponértelo más “agradable” cuidando mucho al
corredor y todos los detalles que nos rodean.
La razón de todo esto es que New
York quiere que su maratón corra por los 5 distritos, y para ello, no queda
otro que partir de Staten Island, para desde ahí subir por Brooklyn, Queens,
Manhattan, Bronx y acabar de nuevo en Manhattan… Para ello, todos los
corredores tenemos que estar encerrados en Staten Island varias horas antes
para cortar el puente de Verrazano, prepararlo y dar la salida en hora…
Como decía, tratan de hacértelo
más fácil con una Organización exquisita y proveyéndote de todo para que no te
falte detalle, pero se hace dura la espera. Este mapa explica mejor lo que
comentaba anteriormente.
A eso de las 9:30 ya estamos en
la que será la puerta de acceso a nuestro cajón de salida (parecemos ganado,
jajaja). En unos minutos, controlados al milímetro, se abre esa verja y somos
conducidos por la Organización, a través de pasillos creados artificialmente,
pero de forma impecable, por los propios autobuses de la Organización que nos
han transportado hasta Staten Island.
Me sorprende la situación que nos
rodea, vamos todos caminando por ese pasillo con un increíble silencio, como si
todos fuéramos conscientes de la carrera que vamos a correr, del momento privilegiado
que estamos viviendo,… sensaciones increíbles las que percibes en tu interior y
las que ves en las caras de los demás… hay que vivirlo!!!
Ya colocados en el cajón de
salida, llega el momento de quitarse la última camiseta, la última braga…
últimos rituales y llega la hora de la salida… Aunque saldremos juntos, me doy
el último abrazo con Jaime… él y yo sabemos que no ha sido un “camino de rosas”
estar ahí…, sobre todo para él… pero lo más importante… ESTAMOS!!!.
Después de 5 horas y 50 minutos
desde que empezó nuestra aventura en Harlem… BOOOMMM !!!!, comienza la carrera
con un cañonazo, pero… un cañozano de estos que asustan!!!, Y… acto seguido… ya
en marcha… comienza a sonar, para recibir tus primeros metros de carrera
buscando el puente de Verrazano el “New York, New York” de Frank Sinatra…
Sinceramente, y perdonadme si suena soberbio… pero lo que sientes en ese
momento al estar allí es que eres el “Rey del Mundo”, jaja.
El único pequeño fallo de la
Organización se da en el primer km. Aún estando en el Cajón 1, justo después de
los atletas africanos se ha incluido a determinada gente (entiendo que miembros
de la organización, de la policía, de los bomberos, etc…) que no tienen los
ritmos para estar en dicho cajón, lo cual, unido a que la parte inicial del
puente de Verrazano es cuesta arriba, provoca que el primer km. se vaya unos
segundos por encima de 4 minutos…
Pronto se estabiliza la
situación, y con el puente ya en sentido
favorable, sin obstáculos, y con las increíbles sensaciones de mirar a uno y
otro lado del puente y ver dónde estás corriendo, los dos siguientes miles se
nos van un poco rápidos… entre 3:30 y 3:40 (Muy rápido cuando nuestro objetivo
es estar por debajo de 2H45, lo cual implica 5000’s alrededor de 19:30).
Pasado ese km.3 conseguimos
controlar un poco la situación, estabilizarnos y se acaba la parte del puente
para entrar en el segundo distrito, Brooklyn.
Todo cambia a nivel de ambiente…
el griterío es ensordecedor… la gente se agolpa a ambos lados en varias filas y
la animación es sencillamente impresionante.
Finalmente, a pesar de
estabilizarnos, pasamos el primer 5.000 algo más rápido de lo previsto, en
19:00.
Seguimos avanzando, disfruto de
muy buenas sensaciones por las calles de Brooklyn, estoy disfrutando una
barbaridad, choco las manos con los niños, voy realmente bien. Empiezan a
aparecer los sube y bajas, pero entre tanto público y las sensaciones, éstos no
se notan… Voy en este momento como la seda… para picar el segundo 5.000 cercano
a donde debemos, en 19:19 (38:19).
Sigo muy fresco, con muy buenas
sensaciones…, las batukadas acompañan la carrera por esta zona… no hay nada que
me ponga más como un “puma” en un maratón que escuchar batucadas…, voy tan a
gusto que incluso a su paso por ellas, me permito agitar los brazos al son de
las mismas… No importan los continuos sube y bajas, no importa el aire de cara
que tenemos dirección sur cuando nosotros correremos dirección norte hasta el
km. 32… De momento las rachas de hasta 30-40 kms/h en algún momento no nos afectan… Estamos
fuertes, la animación, las batucadas… Que lujo venir a correr aquí…
Si que noto en los dos últimos
kms de este 5.000 que parece que a Jaime le cuesta mantener en algún momento
los ritmos, pero a pesar de ello, pasamos de nuevo el 5.000 en 19:16 (57:35 en
total).
Cuando un tío está bien, se nota en las fotos... |
Vamos a por otro split… Los sube
y bajas continúan… No son grandes cuestas, pero es continuo subir y bajar… En
esta ocasión parece que vamos por una zona algo más protegida del aire, con
calles un pelín más estrechas, por la zona donde reside la “curiosa” comunidad
judía ortodoxa… Su aspecto ya conocido, llama mi atención… cuando uno está
bien, se fija en todo… Aquí sí recuerdo dentro de esos sube y bajas uno de
ellos de mayor calado, con un montón de animación y gente agolpándose a los
lados y estrechando el paso… parece el Tour!!!… sigo fino, trato de mantener el
ritmo… y lo consigo, pero rápidamente veo que Jaime ya no va tan pegado…
Metros más adelante, hacia el km. 19, llega un momento que no quería:
Metros más adelante, hacia el km. 19, llega un momento que no quería:
-
Vete Álvaro…
Tengo las piernas como piedras.
-
No me jodas
tío, ¿Qué dices?...
-
Vete de
verdad, haz tu carrera, no voy, hace un rato que me está costando… las piernas
están duras.
-
De verdad
que son piernas, ¿no hay nada más de salud?
-
Todo bien.
Tira tú. Haz lo tuyo…
-
OK. Prométeme
que vas a intentar meterte por debajo de 3 horas…
Me voy con cierta nostalgia y un
pelín de preocupación, pero confío en la palabra de Jaime y me tranquiliza el
hecho de haberme fijado en que en New York, cada milla, no solo hay
avituallamiento, sino que hay un puesto médico… No tengo que contar más al
respecto que Jaime no haya contado…
Paso el km.20 marcando el 5.000 en 19:28 (1H17’03”), por primera vez al ritmo al que debería haber marcado todos los parciales anteriores y que resultaba suficiente para conseguir mi propósito inicial de 2H45.
Aunque me he excedido ligeramente en ritmo en los tres 5.000’s anteriores, he permanecido siempre dentro de umbrales, por lo que tampoco debería afectar mucho esos segundos de “exceso” en los primeros 5.000’s.
Paso el km.20 marcando el 5.000 en 19:28 (1H17’03”), por primera vez al ritmo al que debería haber marcado todos los parciales anteriores y que resultaba suficiente para conseguir mi propósito inicial de 2H45.
Aunque me he excedido ligeramente en ritmo en los tres 5.000’s anteriores, he permanecido siempre dentro de umbrales, por lo que tampoco debería afectar mucho esos segundos de “exceso” en los primeros 5.000’s.
Salimos de Brooklyn y nos
encaminamos hacia el paso por la Media Maratón, la cual se ubica en un puente
que marca el paso del distrito de Brooklyn al distrito de Queens (tercero de
los cinco distritos). El puente es un auténtico muro, es largo y tiene una gran
pendiente, pero aún me siento con fuerza y afronto el puente con garra y
soltura para un paso por la Media Maratón en 1H21’11”.
El aire parece que quiere soplar
algo más en este 5.000. Tras dos kms rodando con el aire apretando, llega el
momento donde cometo un error garrafal, impropio y reprochable a un corredor de
mi experiencia… y más yendo avisado y por dos vías distintas….
Afrontamos el puente de
Queensboro, el puente que te saca de Queens y te mete en el primero de los
intervalos por Manhattan (cuarto de los cinco distritos)… Como ya me había
avisado mi buen amigo Saúl García, corredor de altísimo nivel de Leganés…
“cuidado con el puente de Queensboro, es un puente eterno, además de un muro… y
a partir de ahí te cambia totalmente la carrera…”.
Totalmente cierto, el puente es
eterno, es un puñetero muro y seguimos con las ráfagas de aire de cara… Cometo
el imperdonable error de tratar de mantener ritmos, llevando mi corazón a
pulsos por encima de 168 ppm en algún momento… (“Álvaro, ten muy en cuenta para
New York, que si pasas de 163-164 ppm antes del km. 35, estás muerto…” – por
supuesto, el Míster, Óscar).
Al final del puente está el km.
25, para picar este 5.000 en lo previsto y más aún con el terreno que he
afrontado y en las condiciones afrontadas. Lo marco en 19:32 (1H36’35”). He
cumplido en una parte durísima, pero he producido una herida que será “letal”
para mí a partir del km. 30.
La pinta en todo caso aún no es mala, pero llevo el daño hecho...aunque aún no lo perciba... |
Ya os he comentado el aviso del Míster,
y sin embargo, he marcado este 5.000, el que va del 20 al 25, a un pulso medio
de 167 ppm… He pasado durante varios minutos (bastante más de 3 ó 4 minutos,
que hubiera sido lo “admisible”) mi umbral aeróbico y he hecho un agujero importante
en mis reservas para el resto de la carrera… Es decir, al estar más de 3-4
minutos por encima de ese umbral, hablando para que nos entendamos, he quemado
“gasolina” que voy a necesitar más adelante… y eso en un maratón… es muy
“peligroso”…
En fin… sigamos con la carrera.
Nada más pasar el puente de Queensboro, tienes unos metros favorables hasta que
finalmente enfocas “The 1st Avenue”. Nada más empezar la misma recibo los
ánimos del Ester y unos metros más adelante de sus amigas, que me dejan esta
foto que me encanta…
Enfocas esta primera avenida
desde la 59 hasta la 125, donde saldremos al Bronx… Es mejor no mirar la calle
que vas dejando atrás al paso por cada manzana de la 1ª Avenida, puede cargarte
psicológicamente (la 65, la 69,… la 82…), aunque si empieza a cargarme cuando
miro hacia adelante la tendencia de la Avenida… obviamente estás subiendo
Manhattan y parece que ese ligera, pero larga cuestecilla… no va a acabar
nunca… Empieza a pesar… señal inequívoca de que a pesar del terreno, el daño
causado en el anterior 5.000 empieza a manifestarse.
A pesar de todo, soy capaz de
mantenerme más o menos en los ritmos queridos para el objetivo, pasando en el
km.30 el 5.000 en 19:39, unos segundos por encima de lo debido, pero dentro de
lo válido aún, para un total de 1H56’14” y una previsión aún de 2H43’ al final
de la carrera.
Pero yo noto que no voy para nada
fresco, me acuerdo de la frase de Jaime en el 19, pues empiezo a tener también
las piernas “duras”… Intento mantener ritmos, pero los kms. 31 y 32 ya se me
van algunos segundos por encima de 4’/km…. y llegamos al puente que lleva de
Manhattan al Bronx (quinto de los cinco distritos), el cual, más corto, es un
nuevo muro que terminará de ponerme en mi sitio… todavía afronto el Bronx con
cierta dignidad, en ese intento por salvar el 2H45, pero tras pasar el nuevo
muro/puente de vuelta a Manhattan y cruzar el 35, el 5.000 ya se ha ido
claramente del 19:30 de referencia para los mismos… (21:22 para un total de
1H17’36”).
Me digo a mi mismo, que es momento
ahora de no pensar en marcas porque puede ser peor, pienso que ahora el aire
será favorable hasta meta y el terreno debería ser favorable también, por lo
que debería ir más cómodo y por lo tanto, debo dejarme llevar ya, que seguro
que recupero buenas sensaciones y lo que tenga que salir, saldrá…
Pues bien, nada más lejos de la
realidad… llevo la herida hecha por ese 5.000 a 167 ppm, como ya hemos
comentado, pero es que el terreno, en nuestro camino por la Quinta Avenida
hasta Central Park, es todo lo contrario a lo deseado….
Por la zona de Harlem seguimos
afrontando sube y bajas, pero es que unos dos kms. antes de la entrada a
Central Park, la Quinta Avenida es totalmente cuesta arriba… ¡No contaba con
esto!... Dos kms de cuesta arriba interminable… donde no queda otra que poner
el piloto automático, sacarlo adelante como se pueda y ya en Central Park será
otra cosa…
Veo las mayores “petadas” de
gente que he visto desde Roma 2014, unos me pasan, paso a otros, pero la verdad
es que todos más o menos hacemos lo que podemos, unos mejor que otros…
La larga cuesta de la 5ª nos sacó las bielas a todos... También se aprecia en las fotos cuando no estás "fino". |
En este punto debería haberme
tomado el último gel, pero llevo tal sensación de dolor de piernas, tal
sensación de haberme gastado toda la gasolina que la cabeza me pide que no lo
tome… no le apetece, pero debería haber sido fuerte e ir contra mi cabeza y
habérmelo tomado, pues me hubiera venido seguramente bien…
Hacia el 38,5 abandonamos el
calvario de cuesta de la Quinta Avenida para meternos en Central Park…
Respecto a Central Park… he hecho caso omiso los días previos a las lecturas de Jaime en diferentes blogs al respecto, y que hablaban de “Las colinas de Central Park”… La verdad que de mi visita en 2011 no recordaba para nada “colinas” ni cuestas por Central Park…
Está claro que cuando uno lo visitó con 103 kgs. y poca actividad deportiva, lo que menos se fijó es en cómo sería una posible “trotada” por allí…
Respecto a Central Park… he hecho caso omiso los días previos a las lecturas de Jaime en diferentes blogs al respecto, y que hablaban de “Las colinas de Central Park”… La verdad que de mi visita en 2011 no recordaba para nada “colinas” ni cuestas por Central Park…
Está claro que cuando uno lo visitó con 103 kgs. y poca actividad deportiva, lo que menos se fijó es en cómo sería una posible “trotada” por allí…
Giramos a la derecha desde la 5ª
Avenida y entramos en Central Park. Después del calvario de subida por la 5ª
Avenida, creo que ahora va a ser más sencillo por el parque… De nuevo, nada más
lejos de la realidad!! Ahora, ya tarde, sí que me doy cuenta de lo que me decía
Jaime… efectivamente nos encontramos ante “las colinas de Central Park”, más de
lo mismo, continuos sube y bajas que hacen que no pueda recuperar buenas
sensaciones tras todo lo comentado hasta este momento. Trato de poner un modo
piloto automático con el cual cumplir estos dos kms por el parque… Al paso por
el km. 40 recibo los ánimos de Mari, la mujer de Nico, que me deja estas fotos…
Los tiempos se han ido por completo, marco el 5.000 en 22’51 (2H40’27”).
Ya mejor Mary, a ver si acabamos esto... |
Hacia el 40,5 abandonas Central
Park para volver a subir por la calle que te lleva desde la 5ª a la 7ª Avenida,
creo que es la 59… Otra buena cuesta… Esta si la teníamos en la retina de
nuestro paseíto por New York el día anterior… Voy bastante fundido, pero no me
adelanta nadie, es más, so yo el que sobrepaso a 3 ó 4 corredores.
Tras este km. en cuesta, llega un
nuevo giro de derechas y entramos de nuevo a Central Park para completar los
últimos 700 metros…
Ahora ya sí, me relajo, me olvido
ya de toda la concentración y vicisitudes de la carrera, disfruto a tope esos
metros… pienso en el privilegio que es poder dar esas zancadas en este maratón…
te das cuenta que merece la pena todos los madrugones y kilómetros que haces
por conseguir estos momentos que proporcionan unas sensaciones únicas…
Soy consciente que se me ha olvidado
el chupete, ya sabéis que ésta iba por mi sobrino recién nacido Víctor… al
cual, sin duda, me hubiera gustado dedicarle una mejor marca que la finalmente
conseguida, me hubiera gustado dedicarle ese 2H45, pero no pudo ser, y tampoco
lo del chupete… que desastre!!, pero bueno, lo suplí entrando en meta
chupándome el dedo en honor a él… Le reservaré una mejor carrera, me la dejo
pendiente…
La foto no es muy buena sobrino, pero de mayor la entenderás... Te debo una buena carrera en todo caso !! |
Al final, 2H50’14”. Es cierto que
no es el tiempo deseado, pero también es cierto que en mi segunda Major, a
pesar de no hacer un 2H43’ como en Berlín, he acabado mejor clasificado que en
Alemania, metiéndome en la posición 3XX de casi 50.000 corredores (En Berlín
fui el 400), algo que también habla de la dureza de la carrera… Me hierve la
sangre por dentro cuando veo donde me hubiera puesto en un sitio como New York
si hubiera hecho un 2H44’ – 2H45’, tal como buscaba...
Sea como fuere, desde el punto de
vista deportivo, el resultado como ya sabéis no es el deseado.
Pero uno tiene que sacar también las lecturas positivas de carreras de este tipo, como el hecho de haberse clasificado por marca sin tener que esperar sorteos, tener el privilegio de correr esta carrera, de acabar en una buena posición y de sumar mi Segunda Major y 21ª Maratón. Sin duda, se añade al currículum un evento deportivo único a nivel mundial.
Pero uno tiene que sacar también las lecturas positivas de carreras de este tipo, como el hecho de haberse clasificado por marca sin tener que esperar sorteos, tener el privilegio de correr esta carrera, de acabar en una buena posición y de sumar mi Segunda Major y 21ª Maratón. Sin duda, se añade al currículum un evento deportivo único a nivel mundial.
También es cierto que se dan
circunstancias que hacen que la carrera no sea la idónea al final para buscar
un resultado ambicioso…, te pegas 9 horas en un avión, cambio horario y Jet
Lag, y la propia logística del maratón hace que ellos mismos te “endurezcan” la
carrera antes de correr… (el madrugón, las 4 horas en la pradera esperando….).
A ello añadimos el aire de cara durante 30 kms más un circuito para nada
esperado en cuanto a dureza por sus sube y baja continuos y las cuestas finales…
pues provoca que finalmente, la sensación que me quede es que me he enfrentado
al Mejor Maratón del Mundo desde el punto de vista de organización, ambiente y
entorno; pero también que es el más duro de los 21 que he corrido hasta ahora…
Como sabéis de otras veces, no
soy conformista, y todo ello no es excusa para ser autocrítico y tomar nota de
varios cuestiones que sin duda tienen que mejorarse cara a futuro.
- No puedo
cometer un error en carrera como el cometido en el parcial del 20 al 25.
Demasiado pronto para entrar en anaeróbico y por tanto, me cargué las reservas
para la parte final de la carrera.
Un corredor de mi experiencia
tiene que ser consciente que lo que procedía por la orografía y circunstancias
del momento, era levantar el pie, bajar pulso y perder unos segundos en ese
5.000 que me hubieran permitido al final ganar minutos en meta. Cuando el
Míster me pidió los pulsos por 5.000’s, él ya sabía perfectamente, sin yo
decirle nada… donde había errado en carrera.
Es la vez que más cabreado (y con
razón) he visto al Míster conmigo, pues es tirar en unos minutos muchas semanas
de trabajo juntos. Y es que como él dice, con estos errores, pocos kms más
adelante te conviertes en “un cadáver corriendo hasta meta”.
- Debo cuidar
la hidratación en carrera. Llegué bien hidratado los días anteriores, y en carrera
bebí cada dos millas (3,3 kms), pero llegué con mucha necesidad de líquido al
final de la carrera, no sé si es consecuencia del error comentado
anteriormente, de la dureza acumulada de este maratón o de qué, pero lo cierto
es que los últimos tres avituallamientos necesite beber isotónico al principio
del avituallamiento y agua al final..., además de perder muchas sales, acabé la
carrera con la cara con más sal que nunca.
- He cometido
un error general de preparación únicamente achacable a mí y no a mi entrenador.
Prolongué excesivamente la temporada previa al verano antes de realizar el
obligado y necesario descanso de 16 días para que mi cuerpo regenerase. Tuve
buenos resultados, pero ha tenido afectación.
Ello provocó que después del
descanso, empezáramos con directamente las 14 semanas de preparación para New
York, tiempo que después de 16 días de parón, se antoja justo para volver a
“entonar” el cuerpo y ponerlo en perfecto estado de forma para el maratón. Algo
que me fue advertido debidamente por Óscar.
A ello he de añadir que con una
preparación tan prieta, sumé el cometer el error de correr el Maratón de
Burgos. Normalmente me ha sentado siempre bien un maratón más tranquilo cuatro
semanas antes del maratón objetivo, pero en esta ocasión, está claro que no…
Tras el maratón de Burgos no
asimilé bien las cargas, de hecho comenzaron mis problemas musculares con el
glúteo, el isquio y la descompensación en la cadera por un descuido de las
abdominales… Llegué demasiado justo al tapering, donde se baja volumen pero se
mete calidad… y la calidad entró, pero como estaba cansado por ir tan ajusto
(repito, por mi culpa), no asimilé, no fui capaz de absorber el entrenamiento y
conseguir una súper compensación que siempre esperé pero nunca llegó.
- Relacionado
con el primero de los puntos críticos, debo analizar que está sucediendo en
carrera. Me explico. He mejorado claramente en distancias hasta la Media
Maratón, los resultados lo avalan, pero siempre manejé muy bien la cabeza y la
estrategia en la distancia reina, el Maratón.
Se da la paradoja que ahora mismo
estoy mejor preparado que nunca, llego a los maratones con unas preparaciones,
unos entrenamientos y unos test previos (sean en forma de carrera o no), muy
buenos, y sin embargo, estoy fallando a pesar de ello…
En mis dos intentos de tirar el
2:38 me fui a 2H43 en Berlín y 2H42 Sevilla, y esta vez, en mi intento de hacer
2H45 en un durísimo maratón como New York, me he ido a 2H50.
Toca revisar que he cambiado en
carrera para no conseguir los objetivos (ansiedad, presión, psicología de
carrera???) y tratar de lograrlos con tranquilidad, pues estoy mejor preparado
para ello que nunca.
El análisis inicial de estos
puntos de mejora ha llevado de inicio a la toma de decisiones de una manera
inmediata.
En Abril trataré de hacer un gran
maratón, para el cual me voy a preparar a conciencia (en breve decidiré
destino), y en esta ocasión, le cedo totalmente los mandos a Óscar, por
completo.
Él siempre planifica todos los
entrenos en torno a un objetivo final, pero siempre le voy “colando” mini
objetivos en forma de carreras, lo cual implica que siempre en las
preparaciones, en algún momento siempre le trastoque algo.
En esta ocasión, cara a Abril, él
no va a poner sólo los entrenamientos y competiciones a realizar, sino que
respecto a esto último, él va a decidir todas y cada una de las mismas, no va a
haber interferencias con alguna que le “quiera” colar por mi parte… Le cedo el
mando por completo, como él dice “déjame por una vez que me equivoque yo en
todo”.
Ello implica la decisión de no
correr este año mi carrera preferida, el Maratón de Sevilla en Febrero. No me
volveré a enfrentar a la distancia mítica hasta finales de Abril, vamos a
evitar desgastes mayores y así además, seguro que llego con más hambre de
maratón el día de la verdad. Debo volver a demostrarme que sigo siendo el
especialista que fui en la distancia.
Por tanto, todo desde el día de
hoy, está orientado a hacer un gran maratón a finales de Abril, para lo cual, el
Míster ha establecido el siguiente calendario de carreras.
En fin amigos, esto fue todo lo
relacionado con el Maratón de New York, sin duda, una experiencia única digna
de no olvidar y guardar en la retina. Una experiencia que a pesar de todo, me ha puesto aún más de manifiesto lo importante que es correr para mi y la estabilidad que me da tanto a nivel físico, como a nivel mental; con las ventajas que ello tiene para mi en el día a día personal y laboral... Seguro que sin ello, lo poco que hago bien, sería aún menos... Vamos, que mientras la salud lo permita... no pienso dejarme por el camino ni un solo kilómetro, jeje!!
Luego vino una semana entera de
turismo, diversión, risas y por supuesto, alguna que otra compra, pero no os
voy a aburrir con eso…
Si os dejo por supuesto, para
cerrar la entrada, la gran protagonista de esta historia y lo que fuimos a
conquistar a New York… la medalla…(bueno, y la hamburguesa con la que
recuperamos de la carrera haciendo patria “pucelana” a la que espero volver
algún día no muy lejano…).
Jackson Hole, Impresionante!! Quedaros con el nombre del sitio. |