jueves, 22 de junio de 2017

MARATÓN DE VITORIA Y 10K LIBERTY (MAYO 2017) - EL "COBRADOR DEL FRAC" NO PERDONA...

De nuevo por aquí amigos:

En esta ocasión con una “sorpresa/locura” que me dio por hacer y que sin duda fue el punto de inicio de un pequeño “calvario” deportivo.

Como ya todos conocéis de mi anterior entrada, el “batacazo” de Londres en mi distancia preferida y en otros tiempos muy controlada, me había hecho perder bastante confianza desde el punto de vista mental… por lo que como cada uno somos como somos y afrontamos las cosas a nuestro modo, pues aprovechando los patines de Ester en Vitoria (que luego os cuento), pues también “caímos” en el evento que con todo ello organiza Martín Fiz y Vitoria.

Previamente, aprovechando unos días pendientes de vacaciones aún de 2016, hacemos una parada de un par de día en Santander, donde además de descansar, también nos traemos el correspondiente “track” y el primer rodaje de Ester tras tres semanas de lesión…



Y por supuesto, también nos trajimos las correspondiente catas gastronómicas y algún que otro caprichillo que se le dio al cuerpo, sobre todo en el Restaurante "El Cazurro", en la Playa de Arnía, espectacular sitio, por vistas y por "tenedor".





Y una copita luego en "Buenas Noches Santander"

Tras este paso por Cantabria (lo que disfruta uno en el Norte…), nos encaminamos el sábado a Vitoria, con un plan desde luego muy distinto al previsto inicialmente.

Ester haría el Maratón por patines y para mí, la idea inicial después de Londres, era hacer el 10K en Vitoria y poner fin a la temporada, descansando y pensando posteriormente en preparar con tranquilidad Berlín.
Pues bien, como ya he anticipado al principio de la entrada, y desoyendo a todas las personas que me aprecian, consecuencia del batacazo londinense, decido irrazonablemente cambiar la inscripción y hacer el maratón.

Es cierto que el año pasado corrí dos maratones en tres semanas, Madrid y el propio Vitoria, pero estábamos a otras alturas del macrociclo, y salieron dos muy buenos maratones… pero este año la situación era muy distinta, me plantaba en Vitoria tras algo más de 10 meses en los que había corrido más de 3.500 kms y con el cuerpo pidiendo el descanso que le correspondía.

Lo cierto es que las tres semanas entre Londres y Vitoria los pulsos estaban altos, la recuperación entre entrenamiento no era la adecuada, y todo mi entorno me decía que no lo veía, pero… uno a veces inexplicablemente llama a “las puertas del infierno”, como decía un amigo gran corredor de montaña del que hace tiempo que no sé… (un abrazo desde aquí).

A pesar de todo, allí me planto en Vitoria, como decía, sin ningún objetivo más que demostrarme (a estas alturas…) que puedo con la distancia y bajo la premisa (que si cumplí), de quitar el tiempo del Garmin y correr donde fuera cómodo por sensaciones y hasta meta, a ciegas con el crono.

Recogiendo el dorsal
Desde el punto de vista deportivo, poco tengo que contar de esta carrera, en la que a posteriori, y tras todo lo sucedido que iré contando en esta entrada, desde luego no estoy para nada orgulloso.

El circuito lo conocía del año anterior, y todo lo demás era correr por sensaciones… Es cierto que en ningún momento sufrí más de lo debido, es cierto que el día era un poco raro para correr porque hacía viento pero al mismo tiempo bastante calor, y es cierto que aproveche este maratón para tratar de disfrutar y hacer lo que no suelo hacer las veces que voy “a cuchillo”, que es parar y dar un beso a Ester las dos veces que me vio en el recorrido, por a pesar de todo, acompañarme y estar allí en algo que en esta ocasión, ella tampoco veía.

En busca del primer beso

Y del segundo...
Crucé la Media Maratón en 1H25’ y la segunda Media, fruto del calor de la última hora y del aire en contra del 35 al 40, levanté un poco el pie porque como he dicho, no quería sufrir ni un gramo más de lo debido, en 1H28, para un total de 2H53’12”.

Obviamente, no son mis tiempos, y no era el objetivo, para nada, y uno ahora, con perspectiva, rápidamente se da cuenta de que no debía haber corrido este maratón.

Las sensaciones al llegar a meta fueron muy distintas… me sentí como… “otra más… ni fú ni fá”, porque no es lo que me gusta hacer en un maratón… no se “entrenar con un dorsal”… si me pongo un dorsal, es para competir… y corrí un maratón sin más, para buscando una cosa… y empezando a encontrar otra muy distinta.
Sensaciones muy distintas a las del año anterior, donde sin demasiados apuros y controlando de inicio a fin la carrera, hice un 2H43, y como digo, dejando gasolina en el depósito.

El pulso, en cuanto lo vi tras la carrera, era alto para haber corrido a esos ritmos, y aunque cómodo aparentemente… era el mismo pulso que el del año pasado pero haciendo 10’ más… (significativo… algo nos estaba diciendo el cuerpo…).

Tuve mucho tiempo “a tiro” a un corredor llamado Rubén, del que luego me he hecho amigo (un abrazo grande desde aquí), y ni siquiera tuve ganas de apretar para cogerle e ir juntos o simplemente de competir (aunque ahora ya sabemos quién somos y nos conocemos personalmente).
Una vez sabido que se quedó a escasos segundos de su MMP, me da rabia no haberlo sabido antes y haber apretado, para entre los dos, haber conseguido su MMP. Lo tiene en las piernas, lo conseguirá no tardando. Seguro!!!

Nada más acabar la carrera, hago algo que nunca hago… que es pasar por el servicio de fisioterapia que suelen ofrecer casi todas las carreras, pues sin duda, he acabado con las lumbares bastante cargadas, cuando me quedo frio, noto bastante molestia por la zona, cuestión que corrobora el propio fisio que me atiende… “tienes la zona lumbar un pelín tocada…” Una señal más de que en este caso concreto, me sobraba este maratón…

A uno no le importan los cajones, gusta llevar una copa a casa de vez en cuando, claro que sí, pero no corre por ello, pero cuando vi las clasificaciones del 10K, rápidamente vi que habiendo estado a mi nivel en esa distancia, que era posible en un 10K que hubiera finalizado la temporada, habría quedado seguramente el segundo y hubiera compartido podio con un tal Martín Fiz…  En fin, a veces el propio destino parece que te sigue dando señales de que te estás equivocando…

Pero más allá de mi maratón, no todo fue malo, o mejor dicho, si en lo que a mi refiere, pero no si hablamos del viaje a Vitoria en global.
Apenas un par de horas después de finalizar mi “cabezonada”, comenzaba el maratón de patines, que era el motivo principal por el cual habíamos ido a Vitoria…
La verdad que en este sentido, Ester no había tenido mucha suerte, pues a tres semanas del maratón, se hacia un esguince en el ligamento lateral interno de su rodilla.
A Ester la prohibieron patinar durante dos semanas, pudiendo hacer en este periodo solo natación y algo de bici en rodillo, nunca en ruta. Sólo pudo patinar para probarse, en esas tres semanas, en Santander, en la foto que anteriormente os he mostrado.

Pero bueno, ya sabéis como somos los maratonianos, sea en la modalidad que sea…. Lo que el sábado al llegar a Vitoria era un “voy a tirar de mis compañeros 14-15 kms”, por la tarde-noche se fue convirtiendo en un “voy a intentar tirar de ellos un par de vueltas a ver si aguanto… (27-28 kms)… y obviamente, cuando antes de salir la decía que cuidadito y que disfrutara… su respuesta se convirtió en un… “voy a intentarlo”….
Vamos… nada que no me sorprendiera… yo personalmente, tenía la evolución más que clara…
Pues nada… cuidadito con la rodilla… y SUERTE!!

Pues bien, en un caso de tapering digno de estudiar (3 semanas prácticamente parada), los pasos por los parciales no dejaban de sorprendernos… ¿será capaz de aguantar hasta el final…?, 

Y no parecía sufrir mucho...
Pues si amigos sí, aguanto hasta el final y no sólo eso, sino que se marcó una MMP, bajando su marca en 6 minutos, pasando del 2H07’ del año pasado, al 2H01’ de este año…

Y despues de los 42K, parece que tampoco!!

Como decía, a ver quién es el valiente que se atreve a probar un tapering así… toca estudiarlo, jejeje.




Aunque como he dicho, no estoy muy orgulloso en lo que a mí se refiere, como he comentado y voy a comentar, si estaba muy orgulloso de la gesta de Ester, y nos dio por repetir foto en el mismo sitio del año pasado con la medalla. El año pasado ambos triunfadores, este año sólo ella y yo cometiendo un gran  error…

El año de las cosas bien hechas - 2016

Y el de las cosas a no apuntar (por mi parte) - 2017
 Además de la carrera de Ester, por supuesto Vitoria es una ciudad que merece la pena y siempre te deja la oportunidad de disfrutar de sus pintxos y su gastronomía, como la gran mayoría del Norte del país.




Volviendo ahora a lo que es “mi running”, tras salir de Vitoria como salí, no sólo no paré, que era lo hubiera correspondido después del 10K que debería haber hecho tres semanas después de un maratón, sino que, además de no hacer ese 10K y hacer el maratón, decidí estirar el chicle hasta otro 10K en Madrid dos semanas después… (porque ya voy a parar luego…).

Mi cuerpo mostraba además de molestias, claros síntomas de sobre entrenamiento (lumbares tocadas, pulso elevadísimo en los entrenos, recuperación deficiente de los entrenos e incluso algo de fatiga en algún entrenamiento)... pero, inexplicablemente, como comentaba anteriormente, mi cabeza, aún no sé por qué, se seguía empeñando en no escuchar a mi cuerpo y estirar otro poco el chicle hasta la carrera Liberty el 28 de Mayo (porque ya voy a parar luego…).

Era consciente de que no me aportaba nada, que no iba a hacer marca en 10K ni de lejos, que por mucho que me emperrara tampoco iba a darse la supercompensación para un 10k en esta situación, pero decidí tirar…
Cada entreno, lo disfrutaba dentro de lo que era el entreno, pero había ritmos que costaban una barbaridad, y luego, problemas en las lumbares, cada día más, recuperación defectuosa, etc… lo comentado.

Los dos últimos entrenamientos antes de la Liberty, realizado el jueves 25 y el sábado 27 de Mayo, ya el cuerpo me avisaba a gritos con las lumbares… incluso el sábado, después de entrenar, andaba pelín cojillo durante todo el día… (“no pasa nada Álvaro… ya después de la Liberty, vas a parar”…).

El día de la Liberty cometo ya el último de esta interminable cadena de errores. Preparándome para calentar con mi buen amigo Dabe, me doy crema en la zona como nunca, como si se fuera a acabar, y le digo que espero que se caliente bien porque ahora mismo “me molesta hasta al andar” (pero como voy a parar…).

En el calentamiento nos unimos a mis amigos Charly, Patxi y Potro; y Potro (perro viejo y muy sabio) me levanta la voz de alarma…
-       ¿Qué te pasa Álvaro? Calientas medio raro.
-       Tengo la espalda pelín tocada, a ver si se calienta… (pero como voy a parar…)
-       Te está avisando el cuerpo ya hace unas semanas… Para de una vez!!
-       Si Potro, este 10K y paro.
-       ¿Te acuerdas del “cobrador del frac” del que te hablaba cuando empezaste a correr?...

Hay un momento en el calentamiento en el que llego a pensar “no salgo”, y así se lo digo a mis amigos… pero a base de estiramientos y un par de progresiones la zona se calienta… “Voy a correrla, a lo que salga” (porque como voy a parar luego…). Cagada tras cagada…!!!!

La carrera en sí, para como estaba no puedo ni quejarme. A los 500 metros una vez calienta bien la zona afectada, empiezo a coger ritmo de cierta alegría y coincido con nuestra corredora “forera” americana, Cidney. Intercambiamos unas palabras.

-       Cidney!! Qué tal? A cuanto vas?
-       Quería hacer 37’.
-       Agárrate a mi (puff, me parece un mundo hacer 37 en mi estado, pero vamos a intentarlo).
-       Tú, qué tal?
-       Estoy fundido Cidney, el cuerpo me lleva pidiendo parar unas semanas… después de esto paro.

A partir de ahí, la carrera no tiene mucha más historia. Los dos primeros kms desde Goya a Cibeles son favorables y vas con el freno un poco echado, porque luego tienes que subir desde Cibeles hasta el Bernabéu. Durante todo ese tramo Cidney va a rueda, pero hay un momento en que poco antes de llegar al Bernabéu, ella no va para el ritmo marcado.

No es necesario hablar, ya nos conocemos en este mundo, es mejor ir cada uno a lo suyo, porque por mi parte la estaría marcando un ritmo inadecuado para el día que ella tiene hoy corriendo, y por su parte, sólo puede implicar sufrimiento (finalmente bajará de 39’ ella, que en categoría femenina es un tiempazo).
Después del Bernabéu viene la dura subida a Concha Espina, que salvas como puedes, y a partir de ahí, a tirarse a cañón Príncipe de Vergara hacia abajo.
Ya voy viendo que la previsión es hacer alrededor de 37… y así se cumple más o menos cuando acabo Príncipe de Vergara y enfoco los últimos 400 metros ascendentes de la Calle Goya…


Apretando, podría haber bajado unos segundos el tiempo, pero es como ver el arco y como que mi subconsciente dijera… “Se acabó, ya vas a descansar!!!”
Finalmente un 37:00 en una carrera que sí, tiene cierta exigencia, no lo vamos a negar y además hizo calor, pero que es un tiempo que no me deja ni fú ni fa, pues normalmente me movía en otros registros en esta distancia…


Pero amigos, como venís deduciendo ya imagino desde unos párrafos atrás, el daño estaba hecho, desde hace tiempo… pero yo no me estaba dando cuenta… no estaba sabiendo escuchar a mi cuerpo… (porque como iba a parar…)

El mismo lunes 29 ya me tocaba ir al fisio, puesto que la cojera por la mañana era más que sensible… pero a diferencia de otras ocasiones, no salía del fisio del todo “cómodo”.
Bueno, tenía dos semanas por delante en las que con el descanso adecuado todo volvería a su sitio…
Como dicen que la natación es buena para la espalda, hice un par de días natación suave, pero seguía sin tener fina la zona y sin notar excesiva recuperación.

Volví al fisio el siguiente lunes, el 5 de Junio, y todo parecía ir mejor tras el descanso en seco de todo el fin de semana, pero el martes por la noche, la piscina no me sentó bien.
Quise probar que la recuperación era correcta haciendo un 1.500 nadando sin parar… Otro error más al saco… Misma postura, mucho tiempo seguido y en una zona donde no precisamente descansa a estilo crowl… y ligerito… nada de tonterías!!! (otra cagada más al saco…).

“Nene, a parar en seco hasta el lunes 12 que corras y vuelvas a los entrenamientos como tenías pensado”

El sábado, en ese día semanal que el Míster permite en periodos de descanso, aparentemente sin molestias, salí a rodar 30’ a ver si todo estaba bien y en su sitio.
Aparentemente, todo estaba bien, acabé el rodaje, estiré, pero cuando me enfrié tenía ciertas molestias… “Bueno, lo normal, esto es hasta que el cuerpo se active y se fortalezca la zona que quedó dañada antes del parón”…

Pues no, el domingo 11 estaba chunguillo, no caminaba cómodo del todo… Estiré mucho toda la zona y parecía que todo quedaba en orden para comenzar con la rutina de entrenamientos de nuevo el lunes 12 de Junio…

Pues bien, el lunes 12 de Junio, tras 10 kms suaves… cuando me enfríe, apenas me dio tiempo a estirar… era el colofón a un cúmulo de cosas mal hechas, descanso incluido, y que remataban con un estacazo del que no me podía ni mover. Como se dice coloquialmente en estos casos, “me quedé en el sitio, tieso, seco”.

Es tal el estacazo sentido (nunca noté algo así), que llegué a pensar en algo grave.
Por suerte y por supuesto, gracias a la rápida acción de Ester, que me está cuidando mucho, las pruebas, traumatólogos y demás parecen decir que no hay lesión grave (hernia o protusión), pero lo que había es una sobrecarga no curada ni descansada que acabó en una contractura fortísima en la lumbares…

El resultado está siendo mucho fisio, mucho estiramiento, medicación y cero correr durante un par de semanas. Estas son las consecuencias de aquello que empezó en el momento que decidí correr Vitoria y todo lo que vino después.

Ahora, si todo va bien y no hay recaídas, me he quedado con apenas 13 semanas para preparar el Maratón de Berlín, en donde, si bien no iba con objetivo, siempre gusta hacerlo bien.
Partiré cuando empiece de muy abajo, va a tocar picar “mucha piedra”, pero espero tener continuidad y estar recuperando bien de esta mi primera lesión en 6 años.

Nunca había estado 4 semanas parado, y por no hacer las cosas bien, por no escuchar al cuerpo, me ha tocado para más de lo deseado (y ojalá queden en cuatro…).

Ahora sí, he cumplido en estas dos semanas todo lo que me mandaron los traumatólogos y fisios y aunque tengo más miedo que vergüenza, porque tengo que recuperar la confianza corriendo de que la zona está bien, y eso no es fácil tampoco, he sido bueno para, espero, haberme curado y correr en verano con garantías…
El lunes 12 veremos si es verdad que todo está en orden… Y si no me veo… no saldré y esperaré… aunque no sé hasta qué punto, teniendo luz verde, debo también tener miedo y atrofiarme… entiendo que tampoco será bueno…

Como habéis notado, esta entrada, a diferencia de otras, es una entrada un poco distinta, puesto que mi papel en las carreras o los entrenos ha pasado un poco a un segundo plano.

He estado mucho tiempo sin aparecer, quizás porque más allá de mi carga laboral hoy en día, hasta mi propia cabeza me estaba avisando de que necesitaba descansar hasta de estas líneas, pero no escuche.
El hecho de que vuelva a escribir ya es una buena señal, de descanso al menos, y como decía, es una entrada un poco distinta, porque este blog, más allá de contar lo mal o bien que corro, lo mal o bien que entreno, las marcas que hago o no hago, o los pódiums o trofeos que consigo o no consigo; también es un blog tiene un poco vocación de contar mis experiencias por si a alguien puede ayudar, orientar o simplemente proporcionar alguna idea en “este nuestro mundillo”.

Y el mensaje que quiero transmitir con esta entrada es que DEBEMOS SABER ESCUCHAR A NUESTRO CUERPO.
Es un error que no he cometido jamás en mis casi 6 años de corredor, pero que he cometido esta vez y lo estoy pagando caro… No tanto por el tipo de lesión, que una lesión de un mes (espero) y puede “llevarse”, sino por lo que ese tiempo implica de no poder hacer lo que nos gusta, y cuando lo hagamos, hacerlo sin dolor y disfrutando.

En cualquier otro momento de lucidez y de no obcecación, con una temporada de más de 10 meses y más de 3.500 kms como decía, debería haber recapacitado y haber pensado que a Londres iba en un estado de forma muy muy bueno, pero que no salió el día, punto, haber ido descargando de kms un par de semanas, un 10K y parar…
A estas alturas creo que no tengo que demostrar nada en la distancia ya, he bajado en Maratón 7 veces de 2:45, tengo un 2:38, un 2:40, un 2:41… ya saldrá otra vez… que necesidad tenia de ir a Vitoria?? Y menos aún de hacer luego otro 10K…?? NINGUNA!!!
Si no lo hubiera hecho, seguramente ahora estaría entrenando con mucha fuerza y energía… Es el tributo que debo pagar.

En fin amigos, no me gusta mucho dar consejos porque me parece en cierta manera “prepotente”, pero esta vez si me lo permito… ESCUCHAD POR FAVOR AL CUERPO… Cuando empieza a dar síntomas, se le puede tensar una semana o 10 días, pero más de un mes como he hecho yo, NO, porque lo pagas con otro mes en el “dique seco”.

Obviamente, como todos sabéis y ya he comentado en otras entradas, adoro este deporte, no concibo a día de hoy mi vida sin correr, y como dice AupaNacho y compartimos frase, “Si no corro, no soy yo”, por lo que con el objeto de poder correr muchos muchos años, y con el deseo de hacerlo sin lesiones (como había sucedido hasta ahora), esta lesión me ha hecho tomar varias decisiones cara al futuro que seguramente cumpla:

-        Es bastante probable que reduzca mis maratones a dos al año. Prepararé bien esas dos maratones, dándolo todo en ellas, pero no parece que sea lo más adecuado ya coleccionar un maratón tras otro.
Creo que esa época ya la cumplí, y quizás, pueda incluso estar ahí la clave de que últimamente no haya conseguido bajar o acercarme a mi marca en la distancia.
Un maratón en primavera y otro en otoño aproximadamente será suficiente.
Siempre va a ser mi distancia prefererida, por ello precisamente quiero que los que haga, se hagan bien…

-        Por otro lado, el planteamiento de mis temporadas va a ser distinto, como podéis deducir de la conclusión anterior, la mitad de la temporada estará dedicada a preparar maratón, pero la otra mitad, se trabajará en distancias menores (10K, 21K, Cross e incluso otras distancias…), pues me permitirá también ganar velocidad y fuerza que me podrá venir en mi distancia preferida, a la que llegaré también con más ganas, con más “hambre”.

-        Por último, hay que escuchar al cuerpo, como ya he comprobado en propias carnes este año y por la curva de rendimiento del año pasado…
Mi cuerpo tiene macrociclos (temporadas) que aguanta alrededor de 3.200 – 3.300 kms… pasada esta cifra, mi cuerpo empieza a sufrir… por lo que ya sé que más de 10 meses seguidos no puedo estar apretando sin hacer el necesario parón para descansar de 18-20 días…
O incluso me he planteado con el Míster la posibilidad de realizar al año dos ciclos más cortos de 6 meses con periodos de descanso entre ellos de 12-14 días…


He tardado como decía 6 años en lesionarme, y por supuesto hay lesiones y muchas cosas peores en la vida, sin duda, pero he aprendido bien la lección y como ya he dicho, quiero correr muchos años, y a ser posible, si la salud permite, me gustaría mantener el nivel que conseguí, por lo que amigos… os dejo de nuevo el consejo… ESCUCHEMOS AL CUERPO Y ESTRUCTUREMOS NUESTRAS TEMPORADAS PENSANDO EN ÉL (descansos de temporada, semanas de descarga, semanas de carga, ciclos de volumen, ciclos de intensidad…).

En fin amigos… estamos a poco más de 13 semanas, llevo 4 parado y con dudas ahora mismo de si el 26 de Junio podré empezar a entrenar… ¿podremos repetir esta foto con posibilidades de hacer una carrera digna…? 

Lo veo tan lejos...
Veremos que dice precisamente el cuerpo, y la espalda más en concreto… Os iré contando. Recuperamos este “libro digital” con un único mensaje en mente, es lo que me queda como esperanza y lema para luchar porque todo vaya bien... no termino de tenerlas todas conmigo...

 
Un abrazo grande a todos.


1 comentario:

  1. No puedes obsesionarte en marcas, no somos profesionales. CORRE PARA DISFRUTAR!!!! Tienes unas marcas que ya quisiéramos el 95% de la gente. Tan importante es el entrenamiento como el descanso para asimilar el trabajo, estás cayendo en errores de principiante y es un fallo muy grave en una persona de tu experiencia. Me sabe mal estar echándote la bronca pero, es lo que te mereces. VUELVE A TUS ORIGENES!!! El reloj es un error en el que ni debes ni puedes caer. A día de hoy, no estás disfrutando sino sufriendo y ésto es un hobbie. Álvaro, si sale genial y si no, también genial. Lo único importante es disfrutar y, a día de hoy, sabes que estás sufriendo.

    ResponderEliminar