Qué
tal amigos !!!
Mucho
tiempo sin comparecer por este blog, pero es que no da la vida para nada…
Ahora
bien, ya que no podemos comentar todas las carreras y algo de la preparación
realizada para cada una de ellas… que menos que comentar en el blog, para que
queden para el recuerdo aunque sea para mí, las grandes batallas, esas que a
uno más le gustan, las del Maratón (siendo importantes todas las distancias, por
supuesto).
En
este caso, os contaré la que llaman “La Auténtica”, la que transcurre del
pueblo de Marathon a Atenas, la que recorrió Filípides para comunicar la
victoria ante los persas.
Quien
me mete el gusanillo para este Maratón, no es otro que el mismo con el que
correré la carrera y con el que compartiré viaje, el amigo Víctor (Victillor),
con el que (junto con Óscar) comparto unos días estupendos en tierras helenas.
Todo
ello sucedió en el Trofeo San Lorenzo. Yo me encuentro inmerso en un plan de
ocho meses enfocado exclusivamente a buscar un punto álgido de forma para al
Maratón de Sevilla, el 23/02/2020.
A
mitad de ese periodo, se metería un maratón a modo de “tirada larga”, para que
el cuerpo recuerde la distancia, pero sin desgastar en objetivos de marca.
En
este contexto, es donde Víctor, en el trofeo San Lorenzo, me “vende” este
Maratón.
En el Trofeo San Lorenzo, en Julio, donde se fraguó todo. |
Este
Maratón, no es una carrera que me suene desconocida. Mis amigos Carlos y Álvaro
la corrieron hace un par de años y ya
iba avisado que “ojito, que la carrera se las trae”.
Los kms. hasta el 25 son en constante subida. Ya sabemos que los parciales se van a ir y es el momento de mantener la cabeza fría y no llevarse por el nerviosismo. Hay una planificación y sabemos que desde el km.20 hasta el km.32 (la parte más dura de la carrera), se puede ir a 4:30/km para cumplir el objetivo.
Km.25 y seguimos controlando bien la carrera. Tengo muy presente que, este parcial, tiene dentro de su continua subida la tercera “gran colina” a considerar, en concreto durante el km.26 y parte del 27.
El parcial del 35 al 40 sigue siendo totalmente favorable, pero se dan dos circunstancias, la primera de ellas que empieza a llover (algo que no me disgusta aunque quizás, mejor un pelín menos de intensidad…, pero se lleva) y luego, este parcial, nos sorprende con las mayores rachas de aire de cara. Por suerte son puntuales y no afecta al ritmo llevadero que me he propuesto hasta meta (marco este 5.000 a 4:09/km).
La verdad que una vez terminado esa bajada final, la llegada a meta es sencillamente ESPECTACULAR!!!!.
Momento luego de recoger la medalla, la ropa e irse a la grada a ver cómo, uno a uno, íbamos recogiendo en meta a todos los maratonianos de la expedición, hasta que todos ellos completaron esta bonita batalla.
Consecuencia de todo ello, tenemos ya la medalla en casa y, aunque no fuéramos al 100%, la correspondiente semanita de “descanso” posterior (apenas algún rodaje para liberar toxinas la semana siguiente) es recomendable.
Los
comentarios de los hermanos Zaragoza y el perfil publicado en la web de la
carrera, me hace tener una cosa clara: para no sufrir en Atenas y hacer un
trabajo que también vendrá bien para Sevilla, la mejor manera de preparar este Maratón
es meter tiradas con perfiles poco llanos y, sobre todo, meter al menos un par
de tiradas en la Casa de Campo con Garabitas + Tapia: “si quieres conseguir un
objetivo, entrénalo” (y aún así, no lo asegura).
Es
por ello que, para asegurar el Sub 3 en Atenas sin gastar más de lo necesario,
debo hacer este entreno entre 4:15/km y 4:10/km. Y así se hace en ambos casos; la primera vez a 4:16 y la segunda a 4:10 clavados.
El
viernes, 8 de noviembre, por la tarde, ya estoy en Atenas con estos dos
fenómenos, tranquilamente alojados en nuestro apartamento para “teenagers” y
cenando tranquilamente en el que será uno de nuestros sitios de referencia.
Con Óscar y Victillor. |
El
sábado “free tour” para conocer la parte mitológica de la ciudad, recogida del
dorsal y recepción del resto de la expedición (Nico y Mary, Pablo y Silvia, y
el bueno de Chusso -echamos de menos a Cheve y Gabi, a los que la mesa
electoral privó a última hora del viaje-) y cena típica previa pre-maratón en
grupo.
El
domingo llega el momento de enfrentarse a esta increíble distancia. No me canso
de decirlo maratón tras maratón… es difícilmente explicable lo que esta
distancia hace sentir al corredor…
La
verdad es que he dormido de manera insólita… el hecho de no tener objetivo ni
presión alguna y saber que esto es un entrenamiento de calidad, ha hecho que
empalme seis horas y medias seguidas durmiendo… algo inusual (en mi caso) justo
la noche anterior al Maratón.
Desayuno
previo en la habitación con Victillor, vestimenta de “romano” (bueno, de
“griego” en este caso, jeje) y a Syntagma a coger los autobuses que nos
llevarán al mítico pueblo de Marathon, donde comenzará la “batalla”.
Ahí
nos juntamos con el resto de amigos de FFDR con los que habíamos cenado el
sábado (Nico, Chusso, Pablo, Grillo y Leo).
Ya
en el autobús, rápidamente nos damos cuenta que estamos yendo por la misma
carretera por la que volverá la carrera, puesto que estamos viendo marcados los
puntos kilométricos… y empezamos a ser conscientes que no van a ser “dos
cuestecitas” cualquiera… la tendencia descendente hasta Maratón (que será
ascendente en carrera) es más que evidente y hay al menos tres puntos, donde
las subidas son de cierta relevancia…
Con
este panorama, llegamos en unos 40 minutos de autobús a Maratón. La verdad que
es bonito estar en la zona donde, supuestamente, comenzó todo en esta distancia y
en esa pista de atletismo construida al efecto.
Ya
allí, últimas pasadas por el baño, deseos mutuos de suerte para la carrera y
cada uno a su cajón (no sin la previa foto de familia).
Nico, Chusso, Loydi, Grillo, Leo y Victillor |
Me
encamino junto con Victillor a la parte delantera de los cajones, justo detrás
de los atletas de élite.
Coincidimos
con un corredor gallego que se nos acerca, Lorenzo, y que nos pregunta por
nuestro objetivo. Claramente le decimos que Sub3 “pelao” y para casa, que esta
carrera no es para más… y no hemos venido a desgastarnos en exceso. Él nos dice
lo mismo, suele hacer alrededor de Sub2H45 habitualmente pero que, en esta
carrera, con estar por debajo de 3 horas es más que suficiente.
Tras
esta charla, llegan un par de momentos entrañables. Por un lado, la entrevista
del speaker a Fabio Baldini, el maratoniano italiano campeón olímpico en 2004
en este mismo recorrido, que correrá de nueva esta carrera y; por otro, un
momento sin duda único, como es el juramente maratoniano que, la verdad, pone
los pelos de punta.
El campeón del Maratón de los JJOO de Atenas 2004, Fabio Baldini |
Transcurrida
todo esta “mística”, llega el momento de ponerse “zapas a la obra”.
La
estrategia por mi parte es clara y creo que Víctor la comparte. La verdad que
yo llevo los objetivos bien dibujados en mi cabeza:
- - Del 1 al 10 los parciales deberían sacarse a 4:05/km.
- - Del 10 al 15 podemos ir a un 4:10/km
- - Del 15 al 20 puede sacarse a 4:20/km.
- - Del 20 al 31-32 (la parte más dura de la carrera), podemos irnos hasta 4:30/km.
-
De ahí a meta, ahí sí, con un 10K favorable, bastaría con mantener
un 4:05-4:10/km para asegurar sin más ese Sub3.
Para
ello, adicionalmente, serían importantes dos factores:
- Saber mantener la calma cuando, en la parte más dura de la
carrera, los kms. se vayan por encima del ritmo medio necesario para asegurar
un Sub3.
-
No separarse, como bien nos advirtió un corredor griego en la
entrega del dorsal, ni un sólo momento hasta el km. 32, km. en el que finaliza
lo duro de la carrera, como requisito imprescindible para asegurar el Sub3 en
esta carrera.
Con
éstas, nos ponemos manos a la obra.
El
cielo en ese momento está nublado y no hace mucho aire (aunque las previsiones
decían que, no tardando, entraría algo de aire de cara).
Unos
segundos antes del pistoletazo cae un “sirimiri” que, con ese cielo, para mi es
ideal para correr, aunque obviamente, no va a aguantar así toda la carrera… y
es que… a los cinco minutos de comenzar el maratón… sin venir a cuento de nada,
cae una tromba bestial de agua de unos 10 minutos que nos dejará empapados para
toda la carrera.
Me
da miedo la posible humedad que una salida del sol pueda provocar (la verdad
que, por suerte, no se transformó en humedad "dura" el resto de la carrera, pero
la ropa calada, ya no nos la quitó nadie…).
Recuperada
la normalidad tras la “ducha”, pasamos en km.5 al lado de las playas de
Maratón, rodeando el Túmulo de los Atenienses (levantado en recuerdo de los
atenienses que perdieron la vida en la batalla de Maratón). Primer 5.000 a
4:02/km.
La
verdad que los primeros 10 kms. del Maratón son pura “tabla”, planos, para
correr con todo el gusto del mundo, pero… es momento de mantener la cabeza y no
excederse…, el castigo que esconde la carrera sabemos que está aún por llegar.
En
esta tónica “continuista” cumplimos el segundo 5.000 (paso por el 10K). Este
segundo parcial se clava a 4:05/km.
Adicionalmente,
lo cual resulta importante para una carrera de este tipo, hemos conseguido
hacer grupo con gente que parece “saber a lo que juega”, especialmente un
corredor británico espigado y un corredor sudafricano que ha decidido cumplir
en “La Auténtica”, su maratón número 100 (ha hecho 67 de ellas por debajo de 3
horas).
Victillor y yo. El de la gorra, el "héroe" sudafricano. |
A
partir del km.10 empieza a cambiar el tema. El recorrido empieza a “picar”
ligeramente hacia arriba (no dejará ya de subir hasta el km.32) y, además, las
previsiones se cumplen y el aire comienza a entrar algo de cara.
Además
de esta tendencia ascendente, en este 5.000, nos encontramos la primera de las
cuatro grandes “colinas” dentro de dicha
tendencia, donde el desnivel se hace aún más notable. Está entre el km.12 y 13.
Los pulsos están frescos y aún no se rozan límites “altos”, pero
regulamos con mucha cabeza. Tras esa primera “colina”, seguimos paso firme para
pasar el km 15. Este 5.000 se hace a 4:09/km.
Las
sensaciones son buenas y seguimos bastante enteros, pero sabemos que ya, hasta
la Media, entramos en un terreno de toboganes que encierra además la segunda
colina “crítica”, que nos llamó ya la atención desde el autobús, la del km.16.
Le
digo a Víctor que debemos olvidar el ritmo, que el objetivo en esta colina es
no entrar un sólo segundo en la zona anaeróbica del pulso y recuperar luego la
tranquilidad del corazón y esos posibles segundos que se nos puedan ir subiendo,
en la bajadita posterior. Así lo hacemos.
Mucha
cabeza y paso posterior de la Media Maratón en 1H27’25” (a 4:16/km este parcial
desde el km.15). Víctor me había hablado en la salida de pasar la Media
alrededor de 1H26’, pero ya conocéis mi “hobbie” de contar segundos de ventaja
-o desventaja- respecto al plan propuesto…
En
este caso, a pesar de que es un minuto más de lo que decía Víctor, llevamos
colchón de segundos respecto a la planificación que os comentaba al principio,
por lo que no me preocupaba ese minuto de más… y creo que a Víctor tampoco.
Ahora empezará la verdadera “fiesta”.
Los kms. hasta el 25 son en constante subida. Ya sabemos que los parciales se van a ir y es el momento de mantener la cabeza fría y no llevarse por el nerviosismo. Hay una planificación y sabemos que desde el km.20 hasta el km.32 (la parte más dura de la carrera), se puede ir a 4:30/km para cumplir el objetivo.
La
verdad que la carrera se empieza a hacer dura para algunos miembros del grupo,
que se va desmoronando poco a poco, excepto Víctor y yo, que siempre nos
mantenemos en posiciones delanteras. Yo se lo digo siempre a Víctor: “yo no
paso de 164 ppm. cuesta arriba…”. La verdad que, sin acercarme aún a ese pulso,
da para pasar el parcial a 4:26/km (y meter otro poco de colchón de segundos,
jeje…).
Comandando con Víctor después del paso de la Media. |
Km.25 y seguimos controlando bien la carrera. Tengo muy presente que, este parcial, tiene dentro de su continua subida la tercera “gran colina” a considerar, en concreto durante el km.26 y parte del 27.
Vuelta
a lo mismo… No entrar en anaeróbico en las “rampas duras” y administrar la
planificación, cada vez con más colchón, para llegar a ese km. 32 bien. Todo en
orden, dosificando, regulando y, la verdad, sorprende el ratio de este
parcial después de tanta cuesta, puesto que el pulso ha dejado hacer este
5.000 a 4:17/km (no solo cumplimos la planificación, además, van entrando segundos
al “zurrón” cada 5000).
Del km 30 al 35, de todo aquel grupo que compartimos kms. la primera parte de
la carrera… sólo quedamos un corredor griego, Victillor y yo.
Le
preguntamos al corredor griego, que nos comenta que sólo queda una cuesta dura (cuarta
colina) hasta el 32 y luego, para abajo hasta Atenas.
Me
pregunta Victillor:
- "¿Cuándo tiempo llevamos subiendo?"
-
"Toda la vida Víctor, toda la vida…"
Esta
última subida se enclava dentro de un puente y, la verdad que la animación, en
este punto, es bastante ensordecedora, lo cual, es de agradecer para ese último
arreón duro de la carrera. Sigo jugando a no pasar en las pendientes duras esas
164 ppm y, cuando lleguemos arriba, a “dejarse llevar” hasta meta.
Una
vez arriba, Víctor, que sabe que voy con la calculadora, me vuelve a preguntar:
-
"¿A cuánto podemos ir para el Sub3?"
-
"A 4:20 hasta meta nos sobrarían aún unos cuantos segundos. Yo me
voy a clavar a 4:15 Víctor y no quiero saber más. Mi guerra está en Sevilla y
yo ya he cumplido el objetivo hoy aquí…" (como dicen en el mundo de los galgos, “carrera
que no da el galgo, en el cuerpo se la lleva”).
Seguimos
en todo caso juntos hasta el 34… pero ya veo yo que Víctor está como un gato
encerrado en un cuarto…, tiene ganas de más juerga, jeje.
-
"Víctor, tira, yo no me voy a mover de aquí y tú tienes ganas de
más. Yo ya me pongo en “modo Sevilla”.
-
"Sí (me dice), yo es que ya hasta New York en noviembre de 2020 no
corro más maratón…"
- "Venga, dale, allí nos vemos. Ya hemos cumplido el objetivo y hemos
hecho juntos hasta el 32 como hablamos".
El
terreno es totalmente favorable desde el 32 y se podría apretar todo lo que
quieras. Cumplo este parcial hasta el 35, con dos kms. de subida y tres ya en
bajada, a 4:10/km (un pelín más rápido, pero voy bien, sin gastar un ápice…).
El parcial del 35 al 40 sigue siendo totalmente favorable, pero se dan dos circunstancias, la primera de ellas que empieza a llover (algo que no me disgusta aunque quizás, mejor un pelín menos de intensidad…, pero se lleva) y luego, este parcial, nos sorprende con las mayores rachas de aire de cara. Por suerte son puntuales y no afecta al ritmo llevadero que me he propuesto hasta meta (marco este 5.000 a 4:09/km).
Los
dos últimos kms. de la carrera empiezan con la famosa “Estatua al corredor”.
Con el Monumento al Corredor |
Luego, tras un par de giros por las calles de Atenas, entras en el ultimo km.
final donde ya el terreno no es que sea favorable… literalmente ese último km.
es para tirarse a tumba abierta….
…
Pero como estamos por no gastar, pues seguimos ajustándonos a lo planeado,
aunque es cierto que es imposible no ir un pelín más rápido con ese km. final
(marcaré el último 2.000 -y 195 metros- a 4:05/km).
En esa locura de bajada final |
La verdad que una vez terminado esa bajada final, la llegada a meta es sencillamente ESPECTACULAR!!!!.
La
grandeza del verdadero Estadio Olímpico de los Juegos Olímpicos de la Era
Moderna, el Kallimarmaro, con su imponente mármol blanco, su tartán negro,
incrustado en medio de la ciudad pero, al mismo tiempo, en medio de un pequeño
bosque, hacen de esta llegada, seguramente, la llegada a meta más espectacular
que haya visto en un Maratón… y he corrido 29 maratones (con esta) y las seis
grandes… Es una llegada que, creo, que hay que vivirla, no puede explicarse con
palabras…
Dedico
esos metros, dentro del estadio ya, a disfrutar de la grandeza del mismo, mirar
a uno y otro lado y sentirme afortunado de terminar un Maratón en el Estadio
donde empezó todo en la Era Moderna y, donde, cuando no sabía que acabaría
dándole a esto del correr, sobre un tartán donde vi proclamarse campeón y
subcampeón del mundo a Abel Antón y Martín Fiz en el año 1997.
Totalmente "anonadado" y disfrutanto del Kallimarmaro, el primer estadio olímpico de la Era Moderna. |
Al
final, cruzo la meta en 2H56’37”, meta donde me espera el amigo Lorenzo, que
apenas ha entrado unos cinco segundos antes que yo y Victillor, que entró unos
50” antes que yo en ese apretón que se pegó al final.
Objetivo
cumplido más que de sobra y a dejar la “pólvora” no utilizada para en la
“recámara”.
Con amigo Lorenzo. |
Y Victillor captando el momento. |
Luego
llega el momento de las felicitaciones, fotos, besos y abrazos… tanto con el
amigo Victillor, con el que henos compartido una gran carrera y muy buenos
momentos en ella, como con otros varios corredores, especialmente el
“maratoniano centenario sudafricano”, que merece todos los honores un día como
hoy.
100 maratones contemplan al sudáfricano, esta de Atenas, también por debajo de 3 horas (68). Héroe !!. |
Momento luego de recoger la medalla, la ropa e irse a la grada a ver cómo, uno a uno, íbamos recogiendo en meta a todos los maratonianos de la expedición, hasta que todos ellos completaron esta bonita batalla.
Con la medalla y Victillor. |
Respecto
a la carrera en sí, pues comentar que, además de la dureza ya explicada a lo
largo de la crónica...
... Pues es una carrera que a mí me recuerda mucho a Boston.
Te
llevan en autobús a una ciudad (Marathon en este caso) donde te “dejan” y,
desde ahí, tienes que volver por carretera a Atenas.
Es
cierto que es carretera todo el rato y eso puede hacer pensar que es “pesado”,
pero el paisaje es bonito por toda esa zona y, por supuesto, al “estilo
Boston”, atraviesas cinco o seis zonas donde las poblaciones salen a la
carretera a animar en cantidad y calidad, con bailes típicos griegos y con un
montón de niños con sus medallas, medallas que han conseguido en las carreras
que se celebran en la zona con ocasión del maratón.
Luego,
ya en la ciudad, como cualquier maratón, gente animando por las calles (cada
vez más cuanto más te acercas a la zona
del centro de la ciudad y la meta) y, como he comentado durante la entrada, con
varios momentos “místicos” que la hacen una carrera a considerar.
-
El hecho de ser la “Auténtica” de Maratón a Atenas.
-
El estadio de Maratón del que parte la carrera.
-
El juramento maratoniano.
-
El paso por el Túmulo de los Atenienses, y;
-
Por supuesto, ese final colosal en el Kallimarmaro difícilmente
equiparable a cualquier otro…
Consecuencia de todo ello, tenemos ya la medalla en casa y, aunque no fuéramos al 100%, la correspondiente semanita de “descanso” posterior (apenas algún rodaje para liberar toxinas la semana siguiente) es recomendable.
Pasada
esa semana, nos hemos puesto ya con la parte específica del objetivo de este
plan de ocho meses, plan que se inició el 1 de Julio y que está orientado, como
comentaba al principio, a conseguir obtener el mejor rendimiento posible el día
23 de Febrero de 2020 en mi maratón talismán, Sevilla.
El
Míster lleva años pidiéndome ocho meses para preparar bien un maratón y se los
hemos dado.
Ahora,
14 semanas por delante (bueno, ya llevamos tres y nos quedan poco más de 10 por delante) hasta el día D, semanas de las que os voy informando a través de mi
cuenta de Instagram, para el quiera seguirme.
Por
último…, para cerrar esta entrada, os dejo alguna foto gastronómica, de las cervezas
griegas y de lo bien que lo pasé con un grupo de gente estupenda, especialmente
con Víctor y Óscar, con los que además compartí alojamiento y algún día más que
con el resto de la expedición.
Las cervezas...
La gastronomía
Y Atenas !!.
Os
cuento en el blog después de Sevilla, vaya la cosa como vaya!!. Mientras, nos
vemos por Instagram!!
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