lunes, 18 de marzo de 2019

MARATÓN DE TOKYO'19 - Repoker de Majors!!...(y gran viaje).


Muy buenas;

Pues ya de vuelta de la aventura japonesa. La verdad que ha sido una aventura que ha merecido la pena en todos los sentidos, no sólo por haberse traído uno de los objetivos del viaje, la Maratón de Tokyo.


Decidimos viajar a Japón el miércoles 27 de febrero. El viaje nos tendría por el aire cinco horas de Madrid a Helsinki, con dos horas de escala en Helsinki y luego otras ocho horas de Helsinki a Tokyo.

Empezando la aventura. Con las pantallas preparadas para entretenerse 
tantas horas

El viaje empieza bien, pues en el mismo vuelo, viajaba el mítico Pedro Delgado. Nada más bajar del avión en Helsinki, uno no pierde la oportunidad de hacerse la foto con un deportista con muchísimo carisma para la gente de nuestra generación.

Con el ganador de un Tour de Francia
y dos Vueltas a España. Super simpático !!

El jueves a primerísima hora de la mañana estábamos en Japón. El objetivo era dormir allí al menos tres noches antes de la carrera. Es un jet lag distinto al de Estados Unidos (donde “ganas” horas). Aquí las “pierdes” al ir, por lo que con tres noches había más tiempo para adaptarse a posibles problemas de “jet lag”.

Obviamente, en un viaje así, no vas a “perder” tres días hasta la carrera sin hacer nada, por lo que turismo se hizo y bien, jeje, jueves y viernes sin problemas y el sábado, también sin problemas, aunque cogiendo mucho más metro y andando menos para evitar meter “pasos” de más. Creo que gestionamos muy bien esos tres días para no perder nada de turismo y no cansarme en exceso.

Ya en lo deportivo, el mismo jueves aprovechamos para ir a la Feria del Corredor a recoger el dorsal y “quitárnoslo del medio”. La Feria del Corredor está en una pequeña “isla” que que tienen en Tokyo que se llama Odaiba, que hay que ir a ver, y así matábamos dos pájaros de un tiro.
Lo que es el momento del dorsal y la feria nos llovió mucho, pero luego pudimos ver la Isla de Odaiba ya sin agua.

La verdad que pasamos un buen rato en la Feria, madre mía la de cosas que dan los japoneses…, parece un auténtico bazar.

Señalando las dos que me faltaban en ese momento
Típica foto en la feria con el dorsal


"Frikismo japones". Te mezclan 
los comecocos y videjuegos con 
el Maratón en una botella, jaja

El último entreno previo al maratón lo realicé ya en Tokyo, a primera hora de la mañana del viernes,  antes de irnos de turismo. Un entreno de 6 kms en un parque cercano al hotel y que nos dejaba unos números buenos.
A diferencia de otras maratones, las dos semanas previas a este maratón de Tokyo, los ratio pulso/ritmo, así como los datos de VO2 han ido a mejor, lo cual me hacía pensar que llegaba en tendencia ascendente y me daba cierta confianza.

Tras dormir estupendamente bien tanto del miércoles al jueves en el avión, como del jueves al viernes y del viernes al sábado ya en el hotel de Tokyo, la noche del sábado al domingo, fue una auténtica “lucha”.
La verdad que yo no me eché nervioso, para nada, ni presionado por objetivo alguno, a lo que uno sumaba ya la experiencia de 26 maratones y saber a lo que se enfrenta… pero… no hubo manera de dormir como los días y semanas anteriores… Apenas dormí cuatro horas en total y con muchos “cortes” en esas horas… pero bueno, dicen que si has dormido bien las noches anteriores, no importa tanto que no duermas bien la noche previa al maratón.

El domingo llega el momento de la verdad.
Tras analizar rápidamente como llegar a la salida el sábado por la noche, decido aprovechar el bono de Metro para 24 horas que la Organización regala a los corredores (este bono cuesta el resto de los días alrededor de 5 euros) y desplazarme a la salida en Metro (me valdrá también para hacer turismo la tarde después de la carrera, jeje). Serán hasta la salida apenas 20 minutos y unas 9-10 paradas.

El bono diario de Metro de Tokyo que
regala la Organización a los corredores
(y personalizado con la carrera!!).

 Las previsiones del tiempo han sido bastante inestables durante la semana…

Al final, cuando voy camino del hotel al metro, el día parece relativamente bueno para correr. Aunque la temperatura es fría, no llueve y no corre mucho aire.
Con esas me meto “bajo tierra”. Cuando aparezco en la zona del Ayuntamiento de Tokyo, desde donde se toma la salida, el panorama es algo distinto… ha roto a llover y se está levantando algo de aire… Si a ello le unes la temperatura fría, la sensación de frío es mayor…
Por suerte, el día anterior se me ocurrió comprar (en uno de los miles de 7Eleven que hay en Tokyo) un chubasquero, que me protegió bastante hasta el momento de la salida, primeramente en la cola de los baños para la “liberación previa” (baños bastante bien organizados) y, posteriormente, ya en mi cajón.

Bonito momento el de entrar al cajón semiélite al que tenía acceso por ser uno de los 150 corredores de fuera de Japón en haber acreditado Sub 2:45 el año anterior. Recordé en ese momento el día en que se lanzó con apenas 10 semanas de entrenos a por esta clasificación tras mis fuertes problemas de espalda, en Berlín 2017, y le recorren los escalofríos y la emoción por todo el cuerpo.

La pulsera azul, junto con la propia del Maratón, que nos identificaba

La verdad que luego ya una vez dentro del cajón de salida, antes del pistoletazo, fue casi mi peor momento de la carrera… porque no para llover cada vez más y más… el chubasquero tapa el cuerpo y quita algo el frío… pero las zapatillas están totalmente encharcadas y aún quedan unos minutos para tomar la salida… estoy deseando ponerme a correr para que se pase el frío, pero al mismo tiempo, las zapas ya están como dos esponjas y, cuando me quite el chubasquero, voy a empezar a empapar agua que no veas… en fin, “ralladas” y sensaciones previas al pistoletazo de salida…

A las 9:10 (puntualidad japonesa mediante) se da la salida de este Maratón de Tokyo, (38.000 "locos" dispuesto a plantear batalla), con una explosión de confetis brutal, casi no se ve y algunos confetis con el agua se pegan a la cara e incluso a la pantalla del Garmin… pasas unos metros quitando papelitos, jejej.

Mi idea (teniendo en cuenta que la distancia en algunas de las últimas ocasiones, por lesiones previas o por otros motivos, no me ha tratado adecuadamente, y que visto el día, no va a estar para muchas “florituras”) es salir a 4:00/km o un pelín por debajo y decidir en carrera, hacia el km. 35 o así, si voy bien y el día mejora, si aprieto un poco más o no. La planteo como una carrera para aumentar de nuevo la confianza en esta distancia y volver a manejarla como supe manejarla tanto tiempo.

Me voy entreteniendo jugando a las “matemáticas” con los kms… es decir, si quiero ir a 4 (o pelín por debajo), el km.1 lo tengo que pasar en 4, el 2 en 8, el 3 en 12…
Que lo paso en 3:58… (pues +2), que el siguiente lo paso en 3:57 (pues 2+3 = +5)… y así sucesivamente.
La verdad que con este jueguecito (y supongo que, sobre todo, las buenas sensaciones durante toda la carrera), me fui comiendo la carrera casi sin darme cuenta.

La carrera tarda en “en soltar” un poco… los japos corren un montón y en los grupos delanteros somos gente para aburrir…, pero bueno, se puede correr bien.
La verdad que no voy muy preocupado de si cojo grupos concretos o no, va habiendo varios y al principio vas entrando y saliendo en unos u otros sin mayores problemas por lo comentado anteriormente.
Las sensaciones hasta el km.10 son las típicas en mi caso… sensación de que vas bien, cómodo, aunque con esa sensación de que las piernas no han soltado del todo, que normalmente se suele producir a partir de ese momento.
Disfruto a pesar de la intensa lluvia y el frío, que no pararon en ningún momento y, en algún momento, también un poco de aire, aunque este último “soportable”.
En el km. 10 veo a Ester, lo cual siempre es un soplo de aire para continuar adelante (no la veré más en carrera…).

Pasando las alfombras del 10K

A partir del km. 10, me meto en un grupete que va comandando un corredor español (la bandera de España en la parte trasera de su camiseta le delata).
Tiene muy buena planta y técnica y la verdad que lleva un ritmo idóneo para la idea de carrera que me había planteado en la línea de salida por las circunstancias climatológicas.
Cuando me pongo prácticamente a su par, veo que es un corredor que estaba en la misma fila que yo en el avión, pero al otro lado del pasillo. Se llama Suso.
Decido quedarme ahí, en el grupo que el comanda.



Un par de instantáneas comandados por Suso.

Así, entre lo cómodo que me sentía en ese grupo y el “jueguecito” de ir sumando segundos de ventaja cada km… no me entero de cómo caen los kms…

En el Km.15, pasando por Asakusa y la famosa puerta de 
Kaminarimon (puerta de los truenos)

Continuamos en buena armonía y llegamos al giro previo al paso por la Media Maratón, donde sigo disfrutando de excelentes sensaciones.
Paso la Media en 1:23 largos. El pulso va muy bajo, lo cual me hace coger un más de confianza. Nos hemos merendado media carrera y los ratios que arrojan las pantallas del Garmin son excelentes.

Girando antes de encaminarnos al paso de 
la Media e informando con mi brazo derecho 
a los corredores de la "piscina" que había en ese lado

Tras el giro y el paso de la Media, volvemos por la misma avenida en sentido contrario y decido ahora comandar.
No soy yo (para nada) un corredor que le guste aprovecharse eternamente del trabajo de otros y paso a tirar del grupo (que cada vez somos menos) y que sobre todo el compatriota Suso pueda ahora beneficiarse de mi trabajo.




Sigo con mi jueguecito de los segundos, acumulando poco a poco en la hucha, entre charco y charco, entre cartel y cartel, y así llegamos, con idénticas sensaciones pero más empapados, prácticamente al km. 30 de carrera, donde atravesamos la zona comercial de “mucho billete” de Tokyo, la parte de Ginza, donde están las tiendas caras que en NYC te encuentras en la Quinta Avenida, por ejemplo.

Ester en la zona el día anterior.
Esto te lo dejan solito para correr y es un lujo.

La verdad que es una pasada cruzar esa zona reservada hoy sólo para los maratonianos…
Aunque ya habíamos intercambiado algunas frases y conversaciones, entablo ahí la conversación más larga con Suso.
Me dice que voy como una “rosa”… Es cierto que estar a estas alturas con tan buenas sensaciones, me hace ser muy optimista respecto a las últimas ocasiones y el pulso, sigue siendo excelente, pero le digo que aún hay que ser cauto, que queda mucho.
“Ya lo tienes hecho” me dice. “Lo tenemos”, le digo yo… “pégate y vamos juntos…”.
Ahí me dice que lleva varias semanas donde cada día que sale a correr es un auténtico suplicio para él, que ha estado con problemas y que no termina de recuperarse…
Yo sigo al ritmo y si no puede seguir, acordamos vernos en meta y darnos el contacto, puesto que él también tiene intención de ir a “rematar” a Boston (lo cierto es que luego, con la que caía también en meta y las tiendas de campaña grandes para cambiarse, aunque lo busqué, no pudimos coincidir, imposible encontrarlo… espero que me pueda leer y pueda contactar con él, buen tipo!!).

Sigo adelante clavando ritmos y así pasamos otro 5.000 más hasta llegar al km. 35… El pulso sigue siendo excelente…



Es el momento de decidir si darle un puntito más esos 7 kms a meta o mantener y dejarse llevar…
Mi cabeza rápidamente valora varios factores (el principal, que el tiempo desde luego no ha ido a mejor)  y la decisión es pegarme un “Amarrategui” en toda regla, un Fabio Capello en fútbol o un Messina en baloncesto… conservadurismo total… Cattenaccio puro y duro, jaja!!.
El día ha sido “perro” donde los haya, frío, viento en algunos momentos, mucha lluvia…
Todos sabemos que en estas situaciones las musculaturas sufren mucho más, los músculos tienen más tendencia al acortamiento… y yo ahora mismo, estoy metido de lleno en el objetivo de intentar en seis semanas, cerrar si todo va bien, el Circuito Majors…
Apretar para intentar bajar de 2:45, o quedarme en 2:45 altos, 2:46… no le veo sentido… Boston está ahí…
Decido disfrutar, incluso levantar ligeramente el pie y empezar a chocar con niños y esas cosas… A pesar de ello, como podréis ver luego en mis parciales y la posición en cada uno de ellos, está claro que las condiciones están haciendo dura la carrera a los corredores también en nuestros ritmos… no paro de adelantar gente a pesar de levantar ligeramente el pie.

Como no sonreir cuando se está disfrutando de buenas sensaciones!!
Así, hasta meta ya…
El último km. ya tranquilamente por una calle con adoquinado para, al final, girar a la izquierda y encarar, con el edificio de Tokyo Station a nuestras espaldas, vigilando nuestras llegadas, la meta final con una sensación, esta vez sí, de mucha satisfacción.
Satisfacción lo primero por meter la 5ª Grande en el bolsillo (y 27ª maratón), satisfacción porque había para más y esto es un saco de confianza para próximos retos en la distancia y, satisfacción por seguir cumpliendo sueños.
Entro en meta, tras mi beso habitual a la pulsera, indicando esa 5ª Major que se incorpora al palmarés y chupándome el dedo para dedicarle este “Repoker de Grandes” a mi sobrino Marco, de poco más de dos meses el día de la carrera (mi sobrino mayor Víctor se llevó la dedicatoria de New York y el pequeño se lleva la de Tokyo).



El resultado final es de 2H47, pero con unos números que demuestran que estamos en muy buen camino para, o con otras circunstancias de carrera, o en un futuro, volver a retomar intentos de grandes gestas.
Hacer 42,2 kms a 3:58/km, con un pulso medio de 155 ppm y sin pasar de 164 ppm y, por lo tanto, sin tocar mi umbral anaeróbico, a mi me dice mucho.

Ahí está, sin tocar Zona 5 ni un segundo !!

En cuanto a parciales, pues como anticipaba hace un momento, creo que estas dos imágenes lo dicen todo... clavando ritmos y siempre, en cada parcial, adelantando posiciones.




Rápido a por la medalla, que siguen lloviendo mares y hace un “pelete” que no veas…


Tokyo al saco !!!
La verdad que la Organización es rápida en meta, enseguida te dan una toalla (que es la primera vez que me la dan en 27 maratones) y luego te pone la habitual manta térmica…
A pesar de ello y tras cambiarme, no consigo evitar del todo entrar en una cierta hipotermia… Me llevé camiseta y cortavientos de repuesto, pero como no contaba con ese aguacero, las mallas, calcetines y zapatillas seguían empapados…
Dado que hasta que pude robar WiFi en el McDonalds donde había quedado con Ester después de la carrera (obviamente ella se llevó el WiFi Pocket que alquilamos en Japón) y nos pudimos encontrar, pasaron unos minutos, una cierta hipotermia se apoderó de mi hasta que me encontré con Ester.

Tardamos un poco más en encontrarnos de lo que habíamos previsto y es que, como comentaba al principio, sólo pudo verme en el km.10. En el Km. 22 llegué a escuchar mi nombre, pero justo debía haber pasado cuando ella llegó a ese punto… y no nos vimos más... Ester ya fue con la lengua fuera y retraso todo el maratón, jeje.
Agradezco a Ester el enorme esfuerzo que hizo por intentar verme en cinco puntos que ella había pensado, pero en esta ocasión, en una ciudad tan tan grande y estando absolutamente sola, por una vez, aunque solo sea una (jeje) me tenía que haber hecho caso.
Había un punto muy cerca de nuestro hotel en el que apenas desplazándose 500 metros de uno a otro me hubiera podido ver en tres sitios (kms 10, 20 y 29 aproximadamente, además de meta) y esperar entre medias tomando tranquilamente un café… pero bueno, lo hizo con la mejor intención, para verme más… pegándose una verdadera paliza y al final me vio menos…  y llego tarde a nuestra cita post - maraton, jaja...

Ya juntos, en el Metro de vuelta al hotel (apenas dos paradas desde la meta), el cuerpo va recuperando el calor… Luego una buena ducha caliente hace el resto y rápidamente a vestirse y a la zona de Shibuya… a ver uno de los cruces más famosos del mundo y a comerme un Ramen en un sitio recomendado que me dejó “nuevo”.



Respecto al Maratón, aunque seguro que hay opiniones contrarias, he de decir que a mí personalmente es un Maratón que me ha gustado mucho.

La feria – bazar (el estilo japonés) está bien (original), el recorrido es muy bueno para correr (plano, buen asfalto), pasa por buenas zonas de Tokyo (Ginza, Asakusa, toca algo de Akihabara, pasas por la Torre de Tokyo, sale del ayuntamiento, acaba en Chiyoda/Tokyo Station…) y está repleto de gente durante todo el recorrido, lo cual, a pesar del aguacero, es de agradecer y además, los japos animan…

La Organización es perfecta, como no podía esperar menos de los japos (cuadriculados como los alemanes, aunque en otro estilo…), todo perfectamente controlado, avituallamientos de agua e isotónicos amplios y perfectamente indicados cada 2,5 kms, puntos médicos y baños en carrera para quien los necesite perfectamente indicados, frutas y geles a partir del km. 25, toalla en meta... y lo dicho, recorrido y animación para disfrutar mucho de la carrera (creo que conté además de la cantidad de público, unos 12 – 13 grupos de animación).

No voy a decir que al nivel de Nueva York o Berlín, pero a mí sí me recordó en cuanto a nivel quizás a Londres…

Para mí (pero es opinión personal), la más flojita de las cinco hasta ahora ha sido Chicago.

Completada Tokyo, el futuro a corto plazo creo que es de sobra conocido por todos.
Decidí intentar completar el circuito World Marathon Majors este 2019, por lo que en seis semanas (y un día, que Boston se corre en lunes) intentaremos que todo vaya bien en Boston y a ver si podemos completar este bonito reto y sueño deportivo.

Como no te voy a querer...!!!!

Ya la semana siguiente al Maratón, aún en Japón, se salió a rodar los tres días habituales post maratón que marca el Míster, con 8, 10 y 12 kms…; y la siguiente semana (mitad en Japón aún y mitad en España) hemos metido alguna pildorilla de calidad y completado 65 kms. 
Esta actual intentaremos ya irnos a 85 kms., creo que será la semana de más carga de kms hasta Boston, que creo que fondo ha de haber..., pero el Míster manda !!.

Ya he corrido más veces maratones con diferencias de 3 y 4 semanas… en esta ocasión son 6, pero dado la importancia del objetivo buscado, la perfecta combinación en el entrenamiento para, al mismo tiempo, recuperar bien de Tokyo y mantener un buen punto de forma para Boston, no es cuestión fácil para el Míster, que ha de medir muy bien las cargas y los esfuerzos.
Hay que cuidar mucho la musculatura, el descanso, la alimentación, etc… para que todo siga en orden como parece y podamos el día 15 de abril, sin sobresaltos, cumplir este bonito sueño.

De momento, no quiero pensar mucho más allá de Boston, pero obviamente, si completo Boston y el circuito, no se acaba el running ni hay un ¿ahora qué?...
Cada día adoro más este deporte, por lo que los objetivos continuarán.

Aunque habrá que hacer 10K’s y alguna Media, tengo claro que habrá maratón el último trimestre del año… varios candidatos para ello (San Sebastián, Bilbao, Colonia, Budapest,…) y habrá maratón en Primavera 2020 (Aquí los candidatos son solo Sevilla, Barcelona o París).
En función del que elija para el último trimestre de este año, también dependerá el de primavera de 2020, puesto que habrá que dejar los correspondientes cuatro meses y medio o cinco entre ellos, para recuperar bien de uno a otro.

Buscaré como veis circuitos rápidos, puesto que el objetivo en ellos si va a ser volver a bajar de 2H40 y si se puede, intentar ir a mi MMP de 2H38.

Tras el batacazo de la Media de Getafe, se cambió totalmente el método de entrenamiento y sus resultados en seis-siete semanas han sido más que evidentes.
El entreno totalmente polarizado, algo que nunca había hecho, parece que me está sentando bastante bien y creo que puede ser momento de intentarlo en seis meses y en un año…

Pero eso, como decía, será después.
Ahora hay que centrarse en Boston, en jugar a un nuevo “Amarrategui” digno, en el que todo vaya bien, mi cuerpo no de problemas y podamos colgarnos el “Rosco Mágico Soñado”, como yo lo llamo.

Eso será una aventura que ojalá os pueda contar en cuatro semanas con un final feliz. Pongo todas las velas posibles para ello!!.

Obviamente no fui solo a Japón a correr. Cruzar hasta allí requiere al menos quedarse dos semanas a saborear las maravillas de un país que tenía ganas de conocer de siempre y que, por supuesto, no me ha defraudado para nada.
Los japoneses son un poco suyos (cuadriculados y robóticos), pero son muy amables y serviciales, y la gastronomía… pues a mí siempre me ha gustado y el país en sí, una maravilla que merece la pena conocer.
Os dejo unas fotillos (no muchas para no aburrir, que tengo más de 1.500), de lo que fue todo el viaje, en muy buena compañía, por supuesto ;-)). Gracias Ester por acompañarme en esta bendita locura en la que me conociste (sé que no es fácil, pero ya sabes que venía conmigo y ahí va a estar) y en este viaje a un país que en principio no te llamaba mucho, pero que te ha gustado.


TOKYO - El Futurismo



 

 


KAMAKURA - La sobriedad de sus templos



 


KYOTO - La belleza del pasado





OSAKA - Blade Runner!!



NARA - Una de las joyas





HIROSHIMA - Herencia de lo que nunca debe suceder




MIYAJIMA - Un auténtico tesoro





MONTE FUJI Y LOS 5 LAGOS - La naturaleza de Japón




NIKKO - Templos más “coloridos”, nos recordó a Tailandia



Y por supuesto, GASTRONOMÍA !!!!

El Okonomiyaki, espectacular

Unas patas de cangrejo gigante en el Mercado
del Pescado de Tokyo.

El Ramen y el Arroz Frito

Sushi !!!

Sopa de Tofu y Ternera con Cebollino (y arroz, claro)

YakiSoba Y YakiTori

Un placer contaros mis experiencias amigos. Nos vemos pronto, ojalá que con las mejores noticias !!!. 



1 comentario:

  1. Muchas gracias por tus palabras!. Pero, sobre todo, felicidades por ese SixStar que ya has conseguido. Fue una alegría volver a coincidir en Boston y compartir unos minutillos. No era un día fácil para correr una maratón.
    Mucho animo en los siguientes proyectos, a los que seguro ya estarás dando vueltas.
    Ahora que veo que escribir se te da igual de bien que las Majors, te iré siguiendo.
    Un abrazo
    Suso

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