Que duda cabe que no es la crónica que me hubiera gustado
escribir, pero hay que estar a las duras y a las maduras, y aunque el resultado
si lo enfocamos de modo general, no es malo, para nada es el esperado y
querido, ni mucho menos.
Como todos los años, el fin de semana de Sevilla, es un fin
de semana muy deseado, donde suele haber tiempo para disfrutar de Ester, de la
familia, de los amigos, de esta maravillosa ciudad, Sevilla (cada día sueño más
con no resignarme a vivir toda la vida en una ciudad como Madrid) y como no…
del Maratón.
Este año, dado nuestro gusto por este fin de semana,
decidimos dedicarle un día más, y de paso, yo estaré más descansado y
acomodado, aún si cabe, que otros años, de modo que el jueves por la
tarde-noche, partimos hacia Atocha a coger el AVE que nos llevará a Sevilla… Ya
se sabe, para tres días, y correr en calzones por la ciudad, tampoco hace falta
gran cosa…
Nos fuimos con lo puesto... |
El jueves a las 23 ya estamos en Sevilla, y tras cenar en el
AVE, salimos a tomar el que será el único “caprichito” del fin de semana, pues
también hay que complacer a quien sufre nuestro día a día (nada que ver con el
año pasado, donde me tomé 5 de estos... y el viernes por la noche, no el jueves).
Este año me cuido… hay mucho trabajo detrás… y no sólo mío este año…
El viernes, es momento de disfrutar otro poco de la ciudad y
de mi pareja, teniamos ganas de tener un espacio para nosotros y para nuestras
cosas. Por la mañana, tempranito, mientras yo me acerco al Palacio de Congresos
a recoger el dorsal, Ester aprovecha para hacer el entrenamiento por patines
que tenía pendiente, en su camino (que será exitoso, sin duda) al Maratón de
Vitoria (que yo también correré). Si se animara Sevilla en 2017 a poner esta modalidad... nos haría tan felices..
Posteriormente, algo que nos apetecía mucho, que era el
disfrutar comiendo de Sevilla, sus tapas, medias raciones y raciones (en mi
caso incorporando también bastante pan y arroz, para continuar con la carga de
hidratos). Como mola Sevilla!! Y luego, que menos que pasar un ratito al
solecito en la terraza del Hotel Santa Ana, donde parece que puedes tocar la
Giralda con la mano.
Carrillada con patatas, milhojas de verduras con bacalao y calabacín relleno |
Zanahoria aliñá y pluma ibérica con patatas |
Chipirones en su tinta con arroz y montado de mojama |
En la terraza del Hotel Santa Ana |
Por la noche, llega el momento de ver a la familia, cenita
con mis tíos Antonio y María Ángeles y mi prima Belén, acompañada de invitación
a comer al día siguiente uno de sus arroces para ultimar la recta final de mi
carga de hidratos. Antes de irnos a dormir, podemos pasar también un ratito con
mi primo Borja, todo un “pura sangre”.
No me deje llevar por el "JaggerMaster", porque estos dos... |
El sábado el día comienza con la “suelta de piernas”
establecida en el plan, previa a carreras. El km.38 pasa apenas 150 metros por
delante de la ubicación de mi apartamento…
… por lo que, dado que la parte final del recorrido antes de
volver a la Cartuja, es la zona más “complicada” en años anteriores para mi,
por un ligero adoquín en la zona de la Alameda de Hércules, decido afrontar
esos 5 kms por ahí (para grabarme bien el terreno, pues normalmente ya ni te
fijas a esas alturas), corriendo desde el km.38 por la Calle Velázquez, Plaza
del Duque, empalmar con la Alameda de Hércules para cruzar el puente de La
Barqueta y entrar en La Cartuja, dar la vuelta en el km.40,5 y vuelta al 38 y a
casa. Suelta de piernas muy disfrutona y con buenas sensaciones, para 5 kms en 20’51”, a 138 ppm y 4:10/km.
Todo apuntaba a que estaba como una “moto”.
Luego, paseito por el centro de Sevilla para hacer unas
compras (unas corbatas para mi, el pan del desayuno del sábado, los
tradicionales regalos para los sobrinos.., etc…) y a por ese arroz a casa de mi
tío. Buenísimo, tuve que repetir, y no por la carga de hidratos sólo!!. ÑAM
ÑAM!!
De ahí, descansito, y vuelta al centro, cerca del
apartamento, para entregar los dorsales a Kike y a Gonzalo y su cuñado Álvaro,
para seguir con el protocolo final de todos los años… Cena en mi restaurante
italiano preferido…”La Mafia se sienta a la mesa”, en compañía de Alberto Canal
y Carol y sus amigos de Ciempozuelos (muy agradables por cierto). El menú, el
de siempre, mi cena fetiche… Risotto Tartufata… Sencillamente ESPECTACULAR!!!
Lo de este plato, no es normal, que rico!!! |
Aunque todo está descansado y bien descansado creo esta vez…
la suerte no acompaña en el inicio de la noche (tengo que subir a las 00:15 de
la noche a llamar la atención a unas adolescentes que estaban haciendo fiesta
en el apartamento superior, que por suerte, respetan a partir de ese “toque”),
y a las 5:30 AM, otro joven de otro apartamento anda “aporreando” la puerta
porque sus amigos le han dejado fuera. Ya no dormiré esa media hora hasta las 6
AM que tenía puesto el despertador.
Llega el momento del maratón. A las 6 empiezo con mi desayuno
habitual, plátano, seis nueces, pan con membrillo (meto algo más de pan y
membrillo de lo habitual en otros maratones, pensando en el esfuerzo grande que
voy a tener que hacer), yogur con muesli, miel y chocolate negro… Lo habitual,
salvo ese pequeño incremento de pan y membrillo. Quizás error de novato… no lo
sé… a esas alturas la carga de hidratos esta hecha y el desayuno es un
complemento más dentro de lo normal, sin necesidad de mayores ingestas… No sé…
Entenderéis el por que de estas preguntas…
Ducha, vestirse de romano…, y a por el taxi que compartiré
con Kike, Gonzalo, su cuñado Álvaro y que nos llevará a la Cartuja. Últimas
fotos de rigor, a las que se nos une mi amigo Cosette, y a la línea de salida…
va a empezar la “fiesta”.Quique y yo |
Álvaro, Gonzalo, yo y Quique |
Quique., Álvaro, Gonzalo, yo y Cosette |
En el calentamiento, hago un par de progresiones con Kike, y
me noto un pelín pesado el estómago, algo que no me ha pasado en ninguna de las
tiradas, pero no le doy importancia.
Despedimos a Gonzalo y Álvaro en su cajón, y nos metemos Kike
y yo en el nuestro, prácticamente debajo del arco, detrás de los corredores
que lucharán por el Campeonato de España. En esos momentos previos, se me
acerca un joven corredor granadino, David Núñez, y al ver mi camiseta y mi dorsal
me pregunta que si soy Álvaro “Loydi”, que me conoció a traves de mi amigo
Jaime, y que sigue mi blog, que dice que le encanta y sigue mucho y que aprende cosas (es lo mejor que me pueden decir, si quiero que la gente me siga, es por si puedo enseñar algo, o les puedo ayudar con mis experiencias, me llena muchísimo)… y la verdad
que el muchacho es muy amable conmigo… Me comenta que tiene 1.14 en Media…
vamos, que el chico es una bala, pero hoy se enfrenta por primera vez a
Filipides, el cual, como ya sabemos, no entiende de currículum ni palmarés... Mide a todos con la misma "vara".
Llega el momento de la salida… La lección de Berlín bien
metida en mi cabeza… los excesos se pagan… o sea que cuidado que los 3 primeros
kms sevillanos son muy cómodos. Suena el pistoletazo y allá vamos… salgo
rápido, pero soy capaz de rectificar rápidamente… casi según estamos llegando
al primer km me pasa la que a la postre sería SubCampeona de España (con 2.32)
y mínima olímpica, Estela Navascués, y rápidamente me doy cuenta que debo
levantar el pie… esa rueda debería haber sido la de Kike… pero Kike al mismo
tiempo cada vez nos lleva más distancia… (espero que se centre). Yo me centro
rápidamente, la lección alemana está muy reciente.
Voy clavando los kms hasta el primer 5.000 un pelín más rápido
de lo propuesto, pero nada que ver con Alemania, y además, tengo una sensación
que me gusta al principio de los maratones… las piernas un pelín pesadas los
primeros kms.
Tras pasar el primer 5000, cruzamos el puente de Los Remedios
y giro a la izquierda. Rápidamente identifico a Ester y a mi tío Toño a la
altura de la Torre del Oro, y paso a su altura besando la pulsera, es la forma
que tengo de agradecer el apoyo de estas semanas, meses, años, y los futuros…
Ahí se me intuye, besando la pulsera... |
El aire en esta zona entra de frente, no es fuerte, pero si
incita a buscar “cobijo”. A pesar de ello, nos enfocamos a la Plaza de Armas, y
a la larga recta que nos llevará hasta el km.10. La sensación de pesadez
desaparece (seguimos con las buenas señales por tanto), y empiezo a notarme
ligero… Llevo notando un ratito que hay alguien que llevo pegado continuamente
al “culete”… es David, el corredor granadino de la salida, y me digo que es
positivo, porque en algún momento entrará al relevo y puede ser bueno para los
dos. Regulando todo ese tramo, las sensaciones son buenas, y paso el km.10 un
pelín por debajo de 37’, pero dentro de la “cordura” que debía.
Con David Núñez y la Real Maestranza al fondo |
Las piernas siguen yendo bien, todo en orden, y disfrutando
de buenas sensaciones, con la única leve
pega en los kms. 11 a 14, de alguna pequeña regurgitación y repetición del
desayuno, que se solucionan momentáneamente ventoseando un par de veces, y con
dos “proyecciones” que me dejan nuevo y parecen colocar todo en su sitio al
paso por la Macarena, donde aprovecho para tomar un gel, y seguir centrado y
motivado... David sigue corriendo tras mi estela…
Pasamos el 15, y sigo con un pequeño colchoncillo de segundos
respecto a la previsión, y decido darme un pequeño respiro conservador, para
intentar pasar la Media en lo que tenía pensado (1H18’30), y guardar gasolina para darle
aún más duro al final. Decido medir del 15 al 21.
Hacia el km.16, me giro a David y le digo que si no piensa
dar un relevo, (el aire ha entrado de cara levemente hasta ahora… y uno va conociendo
Sevilla, y es probable que en la larga recta de Kansas City, vuelva a suceder
lo mismo). Me contesta que es su primer maratón y no puede arriesgarse… La
respuesta no me gusta (he de decir que el incidente con David esta tratado,
disculpándonos ambas partes y manteniendo ahora una buena relación), pues creo
que los relevos le hubieran venido bien a él también para coger confianza yendo juntos, y a mi para
darme un poco de protección con el aire de cara… Aprovecho ese margen como
decía, para sujetarme un poco, y pasado Kansas City, paro 2” como que tengo un
pinchazo, para resolver definitivamente la situación con David, y que él pase y
yo quedarme un poco por detrás, a mi aire, para pasar la Media tal cual
planifiqué en el 15, en 1H18’33”. Me estaba agobiando un poco la situación con él (como comento, muy bien arreglada posteriormente y creo que ha surgido una amistad... Espero que no me líe para el Veleta..., jejeje).
Soy positivo y me felicito de no haber perdido la cabeza hasta la Media,
pues ello me permitirá llegar más entero al final, pero… todo cambia un poco
más adelante… inexplicablemente, las sensaciones cambian de la noche a la
mañana.
A partir del km.22, veo como David, que me valía escasos
metros por delante de referencia visual, se va alejando poco a poco, y noto
como si mi cuerpo se empezara a poner en modo “off”, piernas pesadas, no me
noto mal de cardio, de hecho, el pulso empieza a bajar, pero hay algo que no me
deja ir cómodo, vuelven las regurgitaciones y los gases con sabor a desayuno...
a pesar de esas sensaciones, logro salvar más o menos el split hasta el 25, el cual sigo pasando en tiempo de MMP y
donde me esperan mis tios, mis primos y Ester… Llevo unos metros meditando si
les digo la verdad o les miento… pero creo que mi cara no engaña…
No podía engañar a nadie, la cara no era fresca |
Estoy pasando
un bache… y creo que lo mejor es ser sincero… Primero mi tío Toño, unos metros
por delante…
-
Alvaro,
¿Cómo vas?
-
Me
noto justo…
Y unos metros después, Ester, con mis primos y mi tía,.
-
Que
tal vas, cariño?
-
Va
a tocar sufrirlo...
Están en el mismo punto justo que el año pasado, y al igual
que el año pasado, recojo de las manos de Ester el membrillo que he dejado preparado para que se me
entregue en ese punto… El año pasado me lo devoré… este año… entre las nuevas
regurgitaciones y repeticiones del desayuno y demás, le doy dos leves
mordiscos… y lo tiro… Que raro!!!.
Sigo justo, pero lo cierto es que los kms se empiezan a ir,
pero no excesivamente a lo bruto, me muevo en un ritmo de alrededor de 4’/km…
cansado, si, con pulso bajando, si… pero alrededor de 4… Se me atraganta la
subida (por llamarlo de alguna manera) al punto más alto de la ciudad, una
recta que otros años ni había notado pendiente, pero se me esta atragantando un
poco… Sigo en ritmos de 4… Es decir, me noto cansado, aletargado, pero los kms
no se van de ese ritmo… Parece pájara como en Berlín, pero al mismo tiempo no…
no tiene nada que ver, pues mi cuerpo se está como “durmiendo”, pero aún sigo
rodando a 4/km y con casi 30 kms en las piernas… (me lo expliquen…!!!).
Las sensaciones hasta el paso por el 30 siguen siendo las
mismas… momento en el cual, tengo otro pequeño incidente de carrera, y es que
un corredor que me pasa, precisamente de Móstoles según indica su camiseta…, en
el braceo, “acierta” con su codo a atinar en la correa de mi Garmin, para
sacarme el pasador de la correa y que el Garmin caiga al suelo… Vuelta unos metros atrás a
por el Garmin… recogida… y a llevarlo en la mano hasta el final… verifico en unas
zancadas que no se ha parado y que sigue marcando todo por lo tanto... y a
llevarlo de la mano…
Sigo en soledad, con las mismas sensaciones de quiero y no
puedo, pero tampoco el ritmo se hunde definitivamente… hasta que paso el km.32,
el estadio del Betis, y enfoco la larga recta que nos llevará el Parque de
María Luisa… de repente hay como un momento que noto como si las piernas volvieran a estar
frescas, y en el 33, empiezo a sentirme relativamente cómodo… y pruebo un
poquito, picando km. en 3:55… Decido no embravuconarme, (pues hace un
momento estaba pensando en intentar salvar los muebles para un 2:45-2:47 que
para nada me consolaría, pero bueno, pues la marca se había ido). Y me mantengo
otros dos kms de nuevo a 4… no vaya a ser que sea la “resurrección” previa a la
muerte definitiva…
En esos dos kms a 4, adelanto a bastantes corredores, entre
ellos a David, al que le digo espontáneamente (lo cual me hace darme cuenta,
que no es muro lo que me ha pasado, que he recuperado): “Engánchate David,
vamos”. Si tú no te notas que estás recuperando no dices eso… Paso el 35 y decido mantenerme en ritmos otro
par de kms… la marca ya no está, y si sigo corroborando hasta el 37 que esto no
ha sido muro, sino otra cosa que a día de hoy no sabemos aún, y que podré correr rápido y
fuerte los últimos 5 kms y salvar el 2:45 sin problemas. El rato en el Parque
Maria Luisa, sigo sintiéndome mejor, adelanto gente… y cuando salgo del parque,
en el km.37, para enfocar la zona de la Catedral y el centro de Sevilla, las
sensaciones ya son de que nada más va a pasar y empiezo a rodar cómodo por
debajo de 4’. En el propio parque Maria Luisa, en la plaza de España, km.36, la cara y la postura no tiene nada que ver con la de 11 kms. atrás... Juzgad vosotros mismos...
La Alameda de Hercules la paso con facilidad, y después ya
enfoco el camino al puente de la Barqueta, donde sigo adelantando corredores…,
para pasar en el km.40, en pleno puente, al corredor de Móstoles que me había
“sacado” la correa del Garmin 10 kms atrás…
Aquí paso mi peor momento mentalmente… ¿Por qué?, ¿Por qué
estas buenas sensaciones al final?. Yo las esperaba, pero sin ese bache en el
medio… Y las preguntas que ya no tienen respuesta… Y si no hubiera aplicado un
rato de prudencia y le hubiera pegado aún más duro desde el 33? Y si hubiera
desayunado la cantidad habitual de pan y membrillo y no eso poco de más?... Y
si…? Y si…? Que rabia coño… y que ganas de llorar!! Porque cuando llegas
hundido, como en Berlín, estás deseando acabar, pero cuando has sido capaz de pasar
una situación del tipo a la que pasé yo, y vuelves a estar bien, lo que quieres
son otros 10 kms a ver si puedes arreglarlo…
Lo paso mal sobre todo por Ester que se que sufre cuando ve que no va a salir y por Óscar, que tenía puestas muchas esperanzas en mí, y que sólo pienso en que le voy a decepcionar. No me preocupo por mi, porque si que sé tengo la marca en las piernas, ese Sub2:38 que tanto busco, y algún día va a salir.
Me sigo dedicando el 41 y el 42, a lo que he venido haciendo
los útimos minutos… adelantar y adelantar tios y correr por debajo de 3:50, luego
por debajo de 3:45… y enfocar el camino al Estadio, y esa entrada maravillosa
que me sigue poniendo los pelos de punta… ya corriendo desde hace un rato este
último km por debajo de 3:30…
Llevo un rato sin mirar el reloj global del tiempo, sólo el
ritmo por km, no quiero ver la otra pantalla, y se que voy a estar por debajo
de 2:44 por como he ido mejorando y evolucionando… y cuando enfoco la recta de
meta… veo que voy a hacer un 2:42 muy muy bajo, que para nada es lo deseado y lo
entrenado, pero que me pareció inalcanzable en algún momento de la carrera…
Cruzo la meta sin mayor trascendencia para mí en 2H42’05”, buena marca, si,
pero no la buscada… y con las sensaciones de que si hubiera tenido que seguir
otro rato corriendo, podría seguir…, por lo tanto… llega el momento de hablar
mal… ¿Qué cojones ha pasado del 22 al 33?...
En fin, que espero que descubramos algún día que pasó en esos
kms… porque desde luego… muro no fue… pero es de lo más raro que me ha pasado
nunca corriendo en cuanto a sensaciones… y por el hecho de “irte” y ser capaz
de “volver”. Pero el caso, es que mirando el pulso… tampoco me “fui” en ningún
momento, porque acabo el maratón con un ppm de 157 ppm, y sin tocar umbrales
prácticamente en toda la carrera… No lo entiendo… sinceramente… no comprendo
que ha pasado.
Pero bueno, hay que reconocer que da rabia, pues uno, se ha
plantado en Sevilla con el mejor plan de entrenamiento que jamás ha hecho, en
el que menos se me ha acumulado el cansancio a pesar del volumen de kms, en el
que menos molestias he tenido, en el que más he disfrutado, y el que más rápido
me puso, como demostró mi mejor marca en la Media Maratón de Getafe… Da rabia
porque hay mucho trabajo e ilusión puesta en estos retos…, la mía, la del
Míster, la de quienes me rodean en el día a día… y es una pena no conseguirlo
por ellos, y principalmente por mi… porque… hay que reconocerlo… deportivamente
soy ambicioso… y me gusta competir y mejorar… lo reconozco… y más en esta
distancia.
Pero bueno, aunque no me consuele, pongamos un pequeño punto
positivo. 17 maratones en mi haber, y un nuevo Sub 2:45 (el sexto), que me hace
renovar votos (otros dos años más a contar desde ahora) como llave por marca para las mejores maratones
del planeta.
No obstante, tal y como he comentado en otros foros, esto
para nada ha sido Berlín…, donde salí muy derrotado… En esta ocasión, si hay
algo que me ha enseñado esta carrera, es que aunque no haya salido la marca,
tengo muy claro que la tengo en las piernas…, así me lo demostre a mi mismo en
muchos momentos de la carrera, antes, durante y después del bache, y saldrá,
por eso, porque la tengo, y porque todo este trabajo impecable de Óscar tiene
que acabar dando frutos, sin duda.
¿Cuándo?... Pues no lo sé… todo apunta a que el gran intento
será de nuevo dentro de un año en el mismo sitio, en Sevilla… Las 3 maratones
que tengo previstas el resto del año, no parecen propicias para hacerlo antes:
- Madrid,
el 24 de Abril, no lo es de por sí por su propia orografía. Además, voy a salir a hacer un Sub3 disfrutón (me moveré entre 2H57-2H59), como un entreno de calidad.
- Vitoria,
el 15 de Mayo, podría serlo por su perfil, la idea es correrlo bien, pero no pienso en cronos ahora mismo...
- Nueva
York, el 6 de Noviembre, aquí si, aquí me voy a "apretar", el perfil desde luego tampoco es para marca, aunque
correré con Jaime, y la vamos a preparar muy bien en busca de una buena marca, pero en todo
caso, un Sub2:45 allí, con esa altimetría, estaría muy pero que muy bien…
En fin, en todo caso, ya veremos, nunca se sabe donde puedes
tener un buen día de primavera o de otoño y que pase cualquier cosa.
De todo modos, la previsión de momento es clara, disfrutar de
este bendito deporte a un buen nivel la primavera, haciendo todos los kms que
pueda y me deje el Míster, con esas dos maratones y algunas medias maratones
que también caerán (me gustaría estar a un nivel aceptable en todas ellas) y aprovechando para
que Óscar pruebe lo que quiera conmigo para que nos sirva para mejorar cara al
futuro.
Luego habra que hacer un breve Kit Kat, para ponerse con los
nuevos objetivos de la segunda parte del año, que no son otros que volver a
tirar mi marca en Media Maratón en mi casa, en Valladolid,… y hacer un gran
papel en otra Major… en este caso… Nueva York.
Que nadie se olvide, como dice mi amigo José Atlético, que
“los campeones no se miden por sus triunfos (que también los he tenido, y
bastantes), sino por las veces que se levantan y vuelven a luchar”… y yo… soy
de los que, con “trabajo y humildad” (como dice el Mister), vuelvo a la batalla…
y en esa batalla… tengo que volver a conquistar “mi jardín”… Sevilla'17 !!
Un abrazo muy grande a todos por las inmensas muestras de
cariño antes, durante y despues de la carrera. Gracias de todo corazón!!